lunes, 20 de septiembre de 2021

Poirier bloquea las opciones azules (70-63).

Derrota en el inicio de la Endesa ACB del Hereda San Pablo Burgos (70-63) ante un Real Madrid que jugó un mal partido pero que en los minutos finales supo rematar la victoria. Choque de defensas, con malos porcentajes de tiro y en el que los de Pablo Laso supieron moverse un poco mejor, con un gran Vicent Poirier bajo su canasta y con los triples decisivos de Hanga y Llull.



LA CRÓNICA

Partido muy abierto (21-18).

Desde el primer momento se vio que no iba a ser un partido bonito. Costaba anotar, con un Madrid muy desacertado y con un San Pablo con pocas ideas en ataque. Yabuselle y Hanga se combinaban para dar las primeras ventajas a los blancos (10-7 min 5).

Despertaba el conjunto castellano. Kravic se movía a su gusto, sacando de su zona de confort a Tavares y aprovechando los huecos que había bajo el aro blanco. Mejoraban los de Tabak, pero con un par de arranques de calidad de los blancos se iban al cambio de cuarto por encima en el marcador (21-18).

Llull no puede romper el partido (15-16).

Mejoró el Real Madrid con la salida de Poirier. El galo desdibujaba por completo a Zack y sentaba las bases para que su equipo intentara romper el partido. Casi lo lograba Llull, que emergía en el encuentro para abrir una pequeña brecha con 2 triples consecutivos (31-26 min 14).

Reaccionó con raza el conjunto burgalés. Dani Díez anotaba pronto de 3, y Kullamae remataba la remontada. El partido entró en una fase mucho más apagada, con ambos equipos pagando sus malos ataques. El Madrid veía el aro muy pequeño, y el Hereda San Pablo sólo lograba a notar a base de jugadas de talento individual. Al paso por los vestuarios, 36-34 en el marcador.

Nadie se impone (19-18).

No salieron muy centrados los equipos de los vestuarios. Los de Laso seguían viendo el aro extremadamente pequeño, y el Miraflores no le iba a la zaga arrancando el cuarto con 3 minutos sin anotar (41-41 min 25).

Braimoth se unía a Kullamae para liderar un 10-1 de parcial que ponía por delante a los de azul. Un espejismo, porque el Real Madrid tiraba de la calidad de Williams-Goss para volver al partido. Llevaban los merengues la iniciativa en el partido, pero McGee mantuvo con vida a los castellanos al filo del cuarto decisivo (55-52).

Poirier y los triples (15-11).

Empezó de cara el cuarto final. El Madrid no anotaba, y aunque el San Pablo tampoco estaba para tirar cohetes, se ponía por delante en el marcador. Díez volvía acertar desde la larga distancia y ponía por delante a los visitantes (55-57 min 34).

Pero la alegría dura poco en la casa del pobre. Hanga de 3 volvía a meter en partido a los blancos, y Llull por partida doble también desde la lejanía ponía a los capitalinos por delante. Llegaban los momentos decisivos, y el Real Madrid iba con el viento a favor. Poirier cerró a cal y canto la canasta blanca, haciendo estéril cualquier intentona de remontada blanca. Un 2+1 de Yabouselle certificó la victoria blanca por 70-63, en un partido en el que el baloncesto brilló por su ausencia.


LAS CLAVES

- Fiesta de tapones: Tavares y Poirier se pusieron las botas en la segunda parte. Excepto 5 minutos muy inspirados de Kravic, las torres blancas se impusieron en todo momento. Tavares sigue con su pretemporada, más tras jugar el Afrobasket. Algo lento, Kravic supo sacarle de su zona de confort en la primera mitad, aunque mejoró tras el descanso.

Poirier por su parte, fue una pesadilla para el juego interior azul. Muy móvil y acertado en el rebote, en el último cuarto puso 4 'chapas' decisivas que frenaron en seco a los hombres de Zan Tabak. Entre ambos pívots, pusieron la friolera de 8 tapones que resultaron claves al final del partido. 

- Poco en ataque: ambos conjuntos tuvieron muy mala noche en los lanzamientos. El Real Madrid estuvo muy fallón, con tiros unas veces bien defendidos y otros liberados que simplemente no entraban. Los tiradores blancos no tuvieron su noche, y buena fe de ello dan su pobres porcentajes (45% en tiros de campo y un pobre 29% en triples).

No le fue mucho mejor a los burgaleses. Aparte de los porcentajes, daba la sensación de que el ataque era altamente anárquico, sin sistemas definidos e intentando vivir de la inspiración de lo anotadores.

- Mucho trabajo por delante: Tabak y los suyos evidenciaron que el proyecto está todavía verde. La defensa fue buena, pero en ataque faltan muchos automatismos entre los jugadores, algo que se consigue con el tiempo.

Mención a parte el tema de las rotaciones. Si sigue así, Tabak va a tener un problema muy gordo con el juego interior. El croata no cuenta con Salash, inédito una vez más, y parece que la adaptación de Zack llevará muchos partidos. Así las cosas, sólo hay 2 interiores productivos más el apaño de Dani Díez como ala-pívot.


EL MVP

Vincent Poirier: un muro. El francés estuvo inmenso, infranqueable en su canasta y muy picajoso en ataque. Terminó el partido con unos buenos 11 puntos, 9 rebotes y 5 tapones para 24 de valoración en 20 minutos exactos en pista.

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