lunes, 29 de abril de 2019

Demasiado castigo en Málaga (91-70).

Derrota sin paliativos del San Pablo Burgos en su visita al Unicaja de Málaga. El choque, correspondiente a la 29ª jornada de la Endesa ACB, terminó con un abultado resultado que no hizo justicia a lo visto en el parquet del Martín Carpena. El conjunto burgalés mantuvo un duelo de tú a tú con los malagueños durante 25 minutos. El final del tercer cuarto y el inicio del definitivo supusieron una losa para el Miraflores, que en un abrir y cerrar de ojos pasó de un marcador igualado a los 20 puntos de diferencia.



En los momentos decisivos del partido mandó la calidad. Unicaja, fallón desde la larga distancia durante todo el partido, acertó en los momentos decisivos. Alberto Díaz comandó la nave costasoleña que  rompió el partido a base de triples. En el momento decisivo, el equipo burgalés se atascó en ataque y fue incapaz de dar réplica al conjunto del Martín Carpena, que tras sufrir durante 25 minutos, vivió con una extraña comodidad los minutos finales del partido. Al final, como suele ocurrir en todos los deportes, el equipo más pudiente y por lo tanto con mejores jugadores se acaba imponiendo en un duelo parejo.

LA CRÓNICA

Inicio horroroso (17-17)

El partido no pudo empezar peor. Los fallos se repetían en un conjunto y otro, provocando que en el Martín Carpena empezaran a sonar silbidos bien pronto. Entre el desastre, el San Pablo era el menos malo, y mediado el cuartio el marcador dejaba un sonrojante 1-8.

Con el paso de los minutos ambos equipos se entonaron, en parte porque peor no se podía jugar. Wiltjer aprovechaba la nula defensa de Sutton para liderar a Unicaja con 10 puntos en el cuarto, que terminaba con un 17-17 muy generoso para lo visto en pista.

Toma y daca (23-21)

Ya sin los nervios del arranque, el partido entró en una fase de continuas canastas a un lado y al otro. A cada acierto de Unicaja, el San Pablo respondía devolviendo la igualdad al marcador en la jugada siguiente. Shermadini se hizo amo de la zona y Cancar fue el jugador que se encargó de poner el contrapunto por parte burgalesa. 

La igualdad era máxima, y al final de los primeros 20 minutos de juego, el electrónico dejaba un apretado 40-38 en un extraño partido de baloncesto en el que ninguno de los 2 equipos acababa de jugar cómodo.

El partido se escapa (26-19)

El paso por los vestuarios no cambió el panorama. Unicaja tenía la iniciativa en el juego y en el marcador, pero no acababa de conseguir una diferencia significativa. El rebote ofensivo empezaba a ser una problema para el San Pablo, que sin embargo aguantaba en el partido (52-51 min 25).

La entrada de Alberto Díaz en el parquet cambió el signo del encuentro. El base verde empezó a mover el balón en ataque y poco a poco los tiradores malagueños encontraban buenas opciones para anotar. En defensa, el conjunto malacitano conseguía cerrar la pintura al San Pablo, cortando la principal arma ofensiva de los de Epi. Pese a los intentos del técnico burgalés y a los puntos de Fitipaldo, el marcador empezaba a distanciarse sin remedio (66-57).

Despropósito total (25-13)

El inicio del cuarto definitivo parecía un calco del final del anterior. Salin anotó 2 triples seguidos que seguían abriendo una brecha que crecía a un ritmo vertiginoso. El San Pablo era incapaz de anotar más allá de las acciones individuales de Fitipaldo, y el partido se rompió sin remedio. Pronto la diferencia empezó a rondar los 20 puntos, un premio excesivo para el partido que había jugado Unicaja.

Al final, el marcador quedó en un contundente 91-70. En los últimos 15 minutos de partido, el marcador fue de 39-19, lo que deja bien a las claras el atasco burgalés al final del choque.




LAS CLAVES

- Unicaja cierra la zona: el cambio en el signo del partido vino con la defensa del conjunto de Luis Casimiro. El bloque malacitano consiguió cerrar la zona a los burgaleses y con ello secó el ataque de Epi y compañía. El tiro exterior no es el mejor arma del San Pablo y para cuando el Miraflores quiso volver al partido, éste estaba ya finiquitado.

- 10 minutos buenos bastaron: el Unicaja jugó gran parte del partido a medio gas. Siempre llevando la iniciativa, sí, pero fallones en el lanzamiento y con un juego algo inconsistente. Pero entre el final del tercer cuarto y el inicio del siguiente, el equipo verde recordó a ese equipo que maravilló a todos al inicio de la temporada. Movimiento rápido de balón, acierto desde la línea de 3 puntos y una defensa efectiva.  

- Sin respuesta a Alberto Díaz: su entrada mediado el tercer cuarto resultó clave. Su lanzamiento exterior (muy mejorado esta campaña) y su dirección le dieron la victoria al equipo de Málaga. Con él en la pista el balón de Unicaja se movió mucho mejor y los tiradores conseguían encontrar espacios para anotar con fliudez. 

El San Pablo no encontró respuesta. Fitipaldo puso mucho de su parte, pero en labores defensivas el conjunto burgalés hizo aguas sin remedio. Partido del que se pueden sacar muchas conclusiones para corregir fallos defensivos.

- Borrón y cuenta nueva: el batacazo ha sido muy importante. Hacía mucho que el San Pablo no perdía por 20 puntos de diferencia, y el equipo se había acostumbrado estos últimos meses a ganar o por lo menos competir en todos los partidos. Es muy importante que éste partido se olvide cuanto antes y que el equipo siga con su buena línea de los últimos meses ahora que la competición enfila su recta final.


EL MVP

Alberto Díaz: gran partido del base de la cantera de Unicaja Málaga. 17 puntos y 2 asistencias para 18 de valoración en menos de 20 minutos sobre la cancha. Más allá de los números, el partido del base malacitano se explica mejor con el +24 que cosechó su equipo con él en pista.


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