jueves, 19 de septiembre de 2019

El verano del San Pablo I: cambio en el banquillo y renovaciones.

Con la llegada del mes de septiembre, vuelve el baloncesto a la palestra. Ajenos al mundial de China, los equipos ACB comienzan a preparar la temporada con la correspondiente carga de trabajo físico y los partidos de pretemporada que poco a poco van ganando terreno. Para esta temporada 2019/2020, el San Pablo Burgos ha buscado dar un cambio de rumbo teniendo en cuenta que este año se estrena en competición europea, la Basketball Champions League auspiciada por la FIBA. El cambio más importante ha sido la sustitución en el banquillo del burgalés Diego Epifanio, Epi, por Joan Peñarroya, un entrenador también joven pero mucho más contrastado en el universo ACB. Además, desde la dirección deportiva se ha apostado por la continuidad de gran parte de la plantilla que el año pasado logró la undécima posición en la Endesa ACB

RELEVO EN EL BANQUILLO

Las últimas jornadas de la campaña pasada se preveía el cambio en los banquillos (Epi despidiéndose del Coliseum en la penúltima jornada) y poco después se confirmó. Pese a cumplir a rajatabla con los objetivos que se marcaron al inicio de la temporada, el C.B. Miraflores prescindía de los servicios de Diego Epifanio tras 4 años en el banquillo azul. Desde que allá por noviembre de 2015 Andreu Casadevall dejara el recién creado San Pablo Burgos por el entonces CAI Zaragoza, Epi se había mantenido inalterable a los mandos del conjunto de la ribera del Arlanzón. En esas casi 4 campañas, el técnico burgalés cumplió con unas semifinales del playoff de Leb Oro, un ascenso incontestable al año siguiente (9-0 en las eliminatorias), una salvación cómoda en su estreno en la Endesa ACB y el undécimo puesto al año siguiente. 

Los motivos del cambio son variados. Se ha rumoreado insistentemente que la relación con varios jugadores de la plantilla azul había sufrido mucho desgaste en la campaña pasada. Los continuos cambios en el "roster" del San Pablo (el Miraflores llegó a contar con 16 jugadores diferentes en plantilla sin contar con los canteranos) no supusieron precisamente una ayuda. Jugadores como Radoncic,  Jaramaz o Kravtsov salieron por la puerta de atrás incapaces de adaptarse a las exigencias de juego del técnico burgalés. Por si fuera poco, el ambiente en la plantilla se enrareció mucho más con la llegada de Sutton, de rendimiento incontestable al inicio de su estancia en el Coliseum pero que acabó de la peor de las maneras posibles tras su bochornosa trifulca en Zaragoza y sus constantes indisciplinas a la hora de entrenar.

En lo puramente deportivo, Epi cumplió con los objetivos marcados. El club le pidió acabar entre los 11 primeros de la competición, objetivo que se autoimpuso el Miraflores para aceptar la posible invitación de la Basketball Champions League. Sin embargo, parece ser que desde las altas esferas del club se esperaba algo más pues pensaban que a la plantilla azul podía estar más arriba. Es cierto que Epi no sabía/podía sacar todo el jugo a los jugadores que diferían un poco de su idea de juego (Kravtsov, Jaramaz, Lima, Barrera, ...) y en ciertos partidos se echaba en falta más empaque, ya que en varios finales apretados el equipo no acabó de rematar el partido. En descargo del técnico, los constantes cambios en la plantilla no ayudaron mucho, y cuando el equipo pedía a gritos un base suplente de Fitipaldo, el club fichaba un alero (Zipser) y condenaba a Epifanio a jugar con un escolta reconvertido (Álex López) en esa posición.

Comienza la etapa Peñarroya


En lugar de Epi, el Miraflores confia en uno de los técnicos emergentes del panorama nacional. Joan Peñarroya es el elegido y afronta una nueva etapa en su carrera en los banquillos. Tras llevar al Andorra  de Leb Plata a ACB e incluso a la Eurocup, el técnico catalán sorprendía a todos la campaña pasada al ponerse a los mandos del recién ascendido Baxi Manresa. Peñarroya volvía a la que fue su casa cuando era jugador en activo y sorprendió a propios y extraños al conseguir meter en playoff a un recién ascendido que fue perdiendo a piezas muy importantes de su plantilla con el paso de las jornadas. 

Con Peñarroya el San Pablo consigue a un entrenador más contrastado y especialista en sacar mucho rendimiento a sus jugadores. Su idea de juego es clara: defensa dura y contragolpe. Para este estilo intenta adaptarse lo mejor posible a los jugadores con los que cuenta, aunque siempre le ha gustado contar con interiores móviles y con un buen rango de lanzamiento. 

Su llegada pretende dar un impulso al proyecto del San Pablo Burgos. La idea es consolidarse en los puestos nobles de la clasificación y se espera estar en la lucha por los puestos que den acceso a la Copa del Rey a los playoff. Para ello se ha confiado en el técnico catalán, bien considerado en el mundillo ACB y con un caché mayor (desde Manresa apuntan a que cobrará algo más del doble del mínimo estipulado para los entrenadores en ACB, lo que ha cobrado Epi estos 2 últimos años)

LA RENOVACIÓN DE LA PLANTILLA

Desde un primer momento, la idea de la dirección deportiva azul era confiar en el bloque actual y dar un par de retoques en las posiciones donde se habían detectado deficiencias. Así, la idea era mantener gran parte del plantilla y fichar un base suplente, un escolta anotador viendo el bajo rendimiento en esa faceta de Frazier y un "4" que hiciera olvidar a Deon Thompson. 

Para este año se contaba con varios jugadores como fijos. El bloque formado por Fitipaldo, Álex López, Benite, Cancar, Vega, Huskic y Lima se daba casi como seguro. Los 2 primeros y Cancar contaban con contrato en vigor y los otros 4 parecían renovaciones seguras. Jugadores como Zipser, Barrera, Jaramaz o el propio Frazier tenían más complicada su continuidad, pero siempre supeditados a lo que pudiera ofrecer el mercado.


Las renovaciones (Huskic, Benite, Lima y Vega) llegaron tal y como se esperaba, pero pronto las piedras empezaron a ponerse en el camino azul. El canario Álex López, a pesar de tener 2 años más de contrato, pedía salir del San Pablo. Su rendimiento en pista ha sido incontestable y estaba muy cómodo en Burgos, pero el C.B. Canarias le hacía una oferta irrechazable desde el punto de vista familiar y deportivo. Tras varios años jugando en equipos de la península, el canario tenía la opción de jugar en casa y en un equipo más contrastado. La salida del "25" azul le abría las puertas de par en par a Barrera, que automáticamente renovaba su contrato en Burgos. 

La otra pieza que se ha escapado de las manos burgalesas ha sido el esloveno Cancar. Los cantos de sirena de la NBA han sido demasiado este año y el esloveno pidió la salida del club para jugar en los Denver Nuggets, equipo que le drafteó anteriormente. Deportiva y económicamente el San Pablo no tenía nada que hacer, pero la salida del alero ha dejado un buen dinero en las arcas del Miraflores a modo de indemnización.

El caso de Zipser fue diferente. El alemán ha llamado la atención de varios clubes, y pese a que en Burgos se veía con buenos ojos su continuidad, pronto se comprobó que el alemán quería jugar en algún equipo más contrastado en Europa para seguir sumando minutos y poder así volver a la NBA. Finalmente, Iberostar Tenerife será su equipo este año

Del resto de jugadores del año pasado, Jaramaz rompió su contrato para irse presumiblemente a Serbia, Frazier tratará de recuperar sus puntos en el Telekom Bonn alemán. Por su parte, Dominique Sutton intentará deshacerse de su fama de conflictivo en el Anhui Wenyi de la 2ª división China (la fama le precede y le dificulta firmar un buen contrato) y un bonus. Un viejo conocido vuelve a la ACB, ya que Deon Thompson vestirá la camiseta de Unicaja Málaga.

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