domingo, 22 de septiembre de 2019

El verano del San Pablo II: las caras nuevas

Una vez terminadas las renovaciones y con las bajas inesperadas de Cancar y Álex López, el San Pablo se encaminaba a la confección de una nueva plantilla con varios objetivos clave: un base suplente, un escolta anotador, 2 aleros, un ala-pívot titular y una plaza sin dueño fijo a expensas de lo que se pueda contratar. El resto de la plantilla estaba cerrada con la continuidad de Fitipaldo, Barrera, Benite, Vega, Huskic y Lima. En el horizonte varias limitaciones: los 5 jugadores nacionales que exige la Basketball Champions League (de momento son 3 al contar Lima con pasaporte español), la limitación de extracomunitarios (2 aún sin fichar) y las propias limitaciones económicas y del mercado.

Con ello en mente, el equipo que lidera Albano Martínez ha configurado una plantilla renovada con 6 incorporaciones que intentarán elevar el nivel del San Pablo Burgos del año pasado.

LAS INCORPORACIONES

Bassas, el complemento de Fitipaldo

En el puesto de base, el San Pablo Burgos ha contratado al catalán Ferrán Bassas. Se trata de un jugador en la plenitud de su carrera (27 años) y que año tras año ha subido el nivel de sus prestaciones. El "1" barcelonés destaca por su visión de juego y su intensidad en pista, además de un buen lanzamiento de 3 puntos y buena mano en penetraciones a canasta. Sin embargo, el aspecto físico no es la mejor de sus virtudes, pues sus 181 cm le dejan muchas veces en inferioridad física frente a jugadores más dotados en este aspecto. Para compensarlo, el nuevo jugador azul intenta suplir su inferioridad física con mucha intensidad en su juego.


Con Bassas el San Pablo incorpora un base de nivel que puede discutirle el puesto de "titular" a Fitipaldo. Para ello debe hacerse fuerte en las lagunas del uruguayo, sobre todo en defensa, y hacer valer su conexión con sus futuros compañeros de juego.

Thad McFadden, a romper la maldición del anotador

Tras los intentos fallidos de Jenkins y Frazier, el San Pablo vuelve a apostar por un americano para que sea su faro anotador desde posiciones exteriores. El elegido esta campaña es Thaddus "Thad" McFadden, un escolta americano con pasaporte georgiano (no ocupa plaza de extracomunitario) que lleva la anotación en las venas. El nuevo escolta del Coliseum destaca por su lanzamiento exterior y su facilidad para crearse sus propios lanzamiento. El de Flint, que fuera máximo anotador en Grecia hace 2 campañas, viene de jugar el año pasado entre el Iberostar Tenerife y el Divina Seguros Joventut. Su rendimiento inicial fue fulgurante, siendo incluso MVP de la 2º jornada de la Liga Endesa, pero una lesión le frenó en seco. Tras su paso a Badalona su rol cambió, ya que en la Penya la primera opción en ataque era un desatado Laprovittola que acabó como máximo anotador y MVP de la competición.


En contra del americano está el aspecto físico, ya que apenas mide 188cm, muy poco para su posición. En defensa sufre mucho por este aspecto y por la típica desidia de los jugadores americanos de su corte a las labores en cancha propia. Esperemos que no pase otra vez, pero su salida de Tenerife a escasos días para la Copa del Rey tuvo mucha miga. Tras lesionarse, el americano perdió su sitio en el equipo y al recuperarse, su técnico, Txus Vidorreta, le relegó a un segundo plano mientras recuperaba el tono físico y ante la buena dinámica del grupo. Thad no lo entendió así, y se negó a entrenar hasta que no recuperara la importancia que tuvo antes de la lesión. Al Canarias no le tembló el pulso y despidió al jugador, que tras este incidente encontró acomodo en Badalona.

Miqui Salvó, versatilidad al servicio del grupo

Desde San Sebastián viene otro de las nuevas incorporaciones azules. Se trata del alero catalán Miqui Salvó, un "3" alto (205 cm) que destaca por un buen lanzamiento lejano y por ser un jugador sacrificado por el bien de su equipo. En el Delteco GBC alternaba las posiciones de "3" y de "4", pero parece que en Burgos, salvo problemas de lesiones o momentos puntuales, actuará lejos del aro.

El fichaje del de Vilanova i la Geltrú responde a varias razones. Por un lado, es un jugador que abre el campo y tiene buena mano desde lejos. Por su corpulencia puede defender a aleros altos e incluso a interiores que no sean demasiado fuertes. Además, es un jugador joven (24 años) y en progresión que no pondrá problemas aunque sus minutos en cancha sean escasos. Por último, pero no menos importante, su pasaporte español le da un plus en un año donde por cuestiones reglamentarias el Miraflores debe contar con al menos 5 jugadores nacionales.

Jean-Pierre Tokoto, el músculo

Uno de los fichajes más importantes del verano del San Pablo. J.P. Tokoto es un jugador diferente a lo que el conjunto azul ha tenido en los últimos años. El nuevo jugador burgalés viene de una excelsa campaña en las filas del israelí Hapoel Eliat donde destacó como ala-pívot con unos excelentes 13,6 puntos y 7,6 rebotes. Se trata de un alero muy físico e intenso en la pista, que destaca en labores de intendencia, como el rebote, la defensa o la intimidación. El americano de Rockford cuenta con un físico imponente que le ayuda a ser muy productivo tanto en ataque como en defensa. Su usuario en Twitter (@AirPierreTokoto) es toda una declaración de intenciones.


Sus mayores lagunas vienen en el aspecto ofensivo. El americano fía la mayoría de su juego al físico, y si en frente tiene a un jugador de su mismo corte (Eyenga de Fuenlabrada, Okoye de Unicaja o Dawson en el Joventut por poner algunos ejemplos) que le equipare el aspecto físico, su producción ofensiva se reduce. Su lanzamiento exterior es una faceta que necesita una evidente mejora y algo que le limita, ya que los rivales lo saben y le flotan en defensa. Con sus defectos y virtudes recuerda mucho al añorado Marcus Vinicius, un clásico en los partidos en el Plantío del Autocid.


Earl Clark, la calidad contrastada

El fichaje de campanillas del San Pablo. El americano viene con la vitola de 276 partidos en la NBA en equipos como Los Ángeles Lakers, donde coincidió con Pau Gasol y un par de campañas a buen nivel en Euroliga. Se trata de un jugador muy versátil. Con sus 208 cm de altura puede actuar de ala-pívot e incluso de pívot, aunque por su manejo del balón y su velocidad de desplazamiento bien puede también actuar de alero. En defensa, el ex del Budocnost es un jugador muy difícil de superar gracias a su conjunto de habilidades, y en ataque destaca jugando siempre de cara al aro, ya sea lanzando de 3 puntos o rompiendo a su defensor y penetrando a canasta.


El principal problema y el que lleva arrastrando toda su carrera es la actitud. Clark es un jugador frío, apático y que transmite muy poco. No es capaz de ponerse al equipo en las espaldas y muchas veces parece deambular por la pista sin importarle mucho lo que ocurra en ella. Como decía Andrés Montes, es del grupo "Se dejaba llevar". Si consigue centrarse y mantiene una mínima actitud en la pista, el americano es un gran fichaje para el San Pablo y puede darle un plus esta temporada.

Javier Rivero, la última pieza

Con el cubano se ha dado un caso curioso. El Miraflores se hacía con los servicios del interior caribeño el año pasado, cediéndolo al Boca Juniors argentino. Tras una campaña muy destacada (18.1 ppp y 5.2 rpp), el conjunto de Burgos decidió repescarle, pero sin un destino cierto. El San Pablo ha intentado encontrarle un sitio  en un equipo europeo, pero ninguno de los destinos acababa de convencer. Así, Jasiel se convertirá en el 12º jugador de la plantilla azul de cara a esta campaña.


Con Rivero el San Pablo incorpora a un jugador con un físico tremendo que puede alternar ambas posiciones de la pintura. Su punto fuerte es el ataque, con buenos movimientos al poste ayudados por un gran físico para jugar al baloncesto en las cercanías del aro. Sin embargo, la defensa no parece ser una de sus virtudes y el número de rebotes por partido de la campaña pasada no invitan a pensar en él como un gran reboteador. Para ser un jugador productivo, deberá mejorar su lanzamiento de cara al aro ahora que le tocará luchar con jugadores más fuertes en el apartado físico.

El fichaje de Rivero llega con un pequeño hándicap: al ser cubano de nacimiento, hoy en día ocupa plaza de extracomunitario. Actualmente el San Pablo cuenta con otros 2 jugadores con esa condición (Clark y Tokoto). En ACB solo pueden jugar 2 extracomunitarios (en la BCL solo está limitado un número mínimo de 5 nacionales) por lo que Peñarroya no podrá contar con 1 de estos 3 jugadores, obligando al técnico a hacer convocatorias. La esperanza azul es que Cuba finalmente entre en el acuerdo Cotonou (acuerdo internacional entre la UE, África, Caribe y Pacífico) lo que le permitiría jugar en ACB sin ocupar plaza extra.




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