sábado, 9 de enero de 2021

El San Pablo fue el menos malo en Sevilla (76-85).

Un Hereda San Pablo Burgos sin brillo se llevó la victoria del Municipal de San Pablo sevillano al vencer por 76-85 al Coosur Real Betis en el partido que daba por concluida la primera vuelta de la Endesa ACB. El equipo que entrena Joan Peñarroya se escapó en una gran primera mitad que dio paso a una reanudación desastrosa en la que casi tiran por la borda 18 puntos de ventaja. Le salvó a los burgaleses que los locales hicieran un partido aún peor, sobrepasados de inicio e incapaces de anotar canasta alguna durante 6 minutos en el último cuarto. Destacaron en la victoria Kravic y Horton, los sostenes del Miraflores en el último cuarto y el buen despliegue esta vez también anotador de Xavi Rabaseda.


Partido feo. Tras 16 minutos apabullantes, el Hereda San Pablo se olvidó de jugar al baloncesto y casi tira por la borda la victoria. Después del descanso, el equipo desconectó por completo y se mostró incapaz de volver a enchufarse. La base de la victoria burgalesa fue que los de Joan Plaza no defendieron nada en la primera parte y cuando volvieron al partido se olvidaron de cómo atacar, dejando que el equipo de Burgos, jugando sin ritmo, les sacara del partido. Encuentro para el olvido en el que lo mejor, sin ningún tipo de duda, fue el resultado.


LA CRÓNICA

Festival en ataque (19-32).

No dejaba lugar a la especulación el Hereda San Pablo. Desde el inicio los de Peñarroya estuvieron muy inspirados en ataque, con un Renfroe renacido. Coosur Real Betis capeaba el temporal como podía, con las canastas de Ndoye en la zona (13-15 min 5).

Las rotaciones le daban más aire al Miraflores. Sin Ndoye, el Betis se perdía en pista y la ventaja azul aumentaba, con un destacado (por fin) Max Salash. La distancia se disparaba (13-25 min 7), y aunque Plaza intentaba parar el partido, los de Peñarroya seguían aplastando a los hispalenses. Al final del cuarto, la renta se disparaba hasta el 19-32, con un Hereda San Pablo muy inspirado desde el triple (6/8) y un Betis sin defensa. 

Coosur Betis se escapa vivo (24-23).

Lo intentaron de inicio los locales. Randle se ponía el mono de trabajo y anotaba con solvencia, pero no era suficiente. El Miraflores, sin hacer nada del otro mundo, mantenía a raya el electrónico muy acertado desde la línea de 3 puntos. El partido se le escapaba a Joan Plaza, que no podía más que volver a pedir tiempo muerto (28-44 min 15).

Se escapaba aún más el conjunto azul, hasta un exagerado 31-49, máxima del partido. Los de Peñarroya se relajaron un poco, también porque mantener el ritmo en ataque era muy complicado. Con la vuelta de Ndoye, los hispalenses volvieron a a encontrar un hueco enorme bajo la canasta burgalesa, y sin hacer nada del otro mundo consiguieron un 43-55 en el marcador al descanso. Mucha desventaja en un partido normal, pero muy vivos en el partido viendo cómo habían transcurrido los primeros 16 minutos del encuentro.

Se apagan las luces del Miraflores (19-7).

De los vestuarios emergió un partido diametralmente diferente. Coosur Real Betis puso un punto más en defensa, tampoco mucho, y bajó la diferencia de los 10 puntos (48-55 min 22). La empanada del Hereda San Pablo era total, más que nada porque el Betis remontaba sin acierto en los lanzamientos y fallando hasta 4 tiros libres en los primeros instantes. Tan sólo Salash mantenía al equipo burgalés al ecuador del cuarto, con un 55-60 en el marcador. 

Peñarroya frenó el partido en el ecuador del cuarto, pero la charla no surtió efecto. El equipo castellano seguía completamente fuera del partido, y sólo se salvó de la quema porque el equipo hispalense no estaba tampoco especialmente entonado, con Feldeine y Campbell muy fallones a pesar de que veían algo de canasta. Al final de este tortuoso cuarto, empate a 62 en lo alto, tras un imposible triple de Randle sobre la bocina desde su línea de 3 puntos.

Kravic y Horton al rescate

No podía empezar peor el cuarto. Peñarroya se llevaba su técnica de rigor en el cambio de cuarto y el Coosur Real Betis se ponía por delante en el marcador sin consumir ni un segundo. El Hereda San Pablo seguía completamente fuera de partido, y sólo Horton parecía estar mentalmente en la pista sevillana. Los triples de Borg y la superioridad en el rebote daban una ventaja clara a los locales por primera vez en todo el partido (70-66 min 33).

El partido parecía que estaba de cara para los verdiblancos, pero se contagiaron de la apatía burgalesa y se frenaron en seco. A Horton se le unía Kravic, que tiraba del equipo anotando con facilidad en la canasta sevillana. Entre ambos, supieron sacar adelante los ataques, sin brillantez alguna, pero con mucha efectividad. Además, conseguían cerrar la zona burgalesa, aunque permitiendo mucho rebote en ataque. El partido se iba agotando, y parecía que ningún equipo quería ganar. A falta de 90 segundos para el final, y con un parcial increíble de 1-12 en 6 minutos de juego, el Miraflores ganaba por 71-78 y parecía enfilar la victoria. 

No se rendía el equipo de Joan Plaza, que con un triple de Kay llevaba emoción al marcador. No fue mucho más allá la andanada, y el partido murió en al línea de tiros libres. Al final, 5 puntos de Rabaseda en 10 segundos dejaron el marcador en un muy engañoso 76-85, marcador alto en un partido de baloncesto para el olvido por parte de ambos equipos.




LAS CLAVES

Ganó el menos malo: sencillamente horrible el partido que perpetraron ambos equipos. Tras 16 minutos en los que el Hereda San Pablo avasalló al Real Betis, el conjunto burgalés se relajó. Sobre todo tras el descanso, el equipo azul se desconectó por completo del partido y firmó uno de sus peores cuartos de su andanza en ACB con sólo 7 puntos a favor. Al final, Horton y Kravic tiraron algo del equipo y permitieron llevarse la victoria del Municipal de San Pablo.

El Coosur Real Betis tuvo un partido incluso peor. Joan Plaza asistió desesperado desde la banda a la nula defensa de su equipo en la primera mitad, en al que recibió la friolera de 55 puntos. Tras el descanso mejoró algo atrás, aunque más bien se aprovechó del bajón del Miraflores. Ya en el último cuarto, 6 minutos en los que anotó un único tiro libre le dejaron sin partido, un choque que perdieron por sus propios errores al no saber aprovechar a una de las peores versiones del rival.

- Horton y Kravic: fueron de largo los mejores del Miraflores en los minutos decisivos. Horton parecía el único jugador en pista que estaba centrado en el partido durante muchas fases. Defendió a la perfección, asistió en ataque y cuando hizo falta remató en al canasta verdiblanca. Terminó con unos números no muy destacados (11 puntos y 5 rebotes), pero lucieron mucho más sus intangibles. 

Por su parte, Kravic salió al rescate del equipo. Cuando los exteriores se mostraron impotentes para llevar el peso del ataque burgalés, apareció el pívot serbio, anotando y haciendo mucho daño a la defensa del Coosur Real Betis. Además, fue clave en al escapada de los primeros minutos, sin los que el Miraflores hubiera naufragado visto su deficiente rendimiento tras el descanso.

- Noche y día: el partido del Hereda San Pablo Burgos tiene 2 versiones claras y opuestas. En los primeros 16 minutos apabulló al Coosur Real Betis, siendo imparable en ataque, con un juego inabordable para la defensa verdiblanca. Se relajaron un poco al final del 2º cuarto para firmar después una segunda parte para el olvido. Le salvó la incompetencia bética, incapaz de anotar ninguna canasta durante 6 minutos en el último cuarto. 

- Sin referentes habituales: partido extraño. Los jugadores que normalmente son las referencias de ambos equipos no tuvieron su noche. Por el San Pablo, se echó mucho de menos la aportación de Benite y McFadden, negados de cara a canasta, y de Cook, especialmente apagado repartiendo juego a pesar de lo que dicen las estadísticas. Renfroe brilló al inicio, pero tras el descanso sencillamente no se le vio.

Por pare andaluza, no lucieron T.J. Campbell ni James Feldeine, normalmente los máximos anotadores del equipo de Joan Plaza. Por contra, destacaron Randle y Ndoye, que hizo uso y abuso del ya habitual hueco debajo de la canasta del Miraflores.


EL MVP

Dejan Kravic: providencial el partido del poste serbio del Hereda San Pablo. Lució en la primera parte, y tras un tercer cuarto oscuro (como el de todo el equipo), resurgió tras el descanso para ser el faro en ataque de los hombres de Joan Peñarroya. Terminó el encuentro con 23 puntos, 8 rebotes y 32 de valoración. 


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