martes, 30 de marzo de 2021

Clemmons decide el partido (77-75).

Y al final salió Cruz. Derrota del Hereda San Pablo Burgos en su 'visita' a la pista del Igokea (77-75). El conjunto burgalés no pudo certificar su pase a la final de la Basketball Champions League tras un final de infarto en el que decidió una bandeja de Clemmons. El conjunto castellano tuvo en su mano empatar el partido, pero Rivero no consiguió anotar 2 tiros libres con apenas 1,7 segundos que hubieran llevado el partido a la prórroga. Derrota que hace que el próximo partido de los burgaleses, el próximo jueves ante el mismo Igokea, sea definitorio para saber qué equipo pasa a la 'final 8' de la BCL.



Igokea fue mejor en el encuentro. Tras un primer acto en el que el Hereda San Pablo impuso su juego, los bosnios jugaron a su ritmo, armados en una defensa muy fuerte en el perímetro que impidió el acierto burgalés. Sin embargo, y aunque lideraban el partido, no consiguieron despegarse en el marcador, y en apenas 20 segundos, el Miraflores fue capaz de remontar un  partido que parecía muerto al ir los de Burgos 5 abajo en el minuto final. Borrón y cuenta nueva y choque vital el próximo jueves, en el que ambos conjuntos se juegan la vida.


LA CRÓNICA

Igualdad, pero el Miraflores está mejor plantado (16-21).

Renfroe marcó la pauta de inicio. El americano movía el partido a su antojo, mientras a Igokea le costaba entrar en faena. La iniciativa iba cambiado entre un equipo y otro, mostrando la igualdad del encuentro (10-9 min 5).

Atic daba las primeras ventajas a Igokea, pero se cargaba de faltas y enfilaba el banquillo. Sakho saltaba a pista y siguiendo su tendencia se hacía el dueño de la zona, devolviendo la iniciativa a los de Burgos. Benite y McFadden empezaron a ver aro desde la línea de 3 puntos y los balcánicos bastante tenían con mantenerse vivos en el partido al final del cuarto (16-21 min 10).

Igokea se pone serio en defensa (20-12).

Desde el primer momento se vio a un Igokea mucho más centrado en defensa. Los de Bajic se aplicaban en canasta propia, permitiendo al Hereda San Pablo anotar únicamentre mediante acciones individuales. El ritmo bajaba ostensiblemente, y se veía a los 'locales' mucho más cómodos sobre el parquet (26-25 min 15).

El partido se iba decantando poco a poco del lado balcánico. Al Miraflores le costaba horrores anotar, y sólo la conexión Renfroe-Kravic permitía sumar puntos a los del Arlanzón. Por contra, Igokea jugaba mucho más cómodo, corriendo en ataque gracias a una defensa casi perfecta. Al filo del descanso, las canastas de Josilo y Clemmons permitieron a los de Laktashi irse al vestuario líderes en el marcador merced al 36-33 en el electrónico.

Mejor San Pablo, Igokea aguanta (21-20).

Del túnel de vestuarios saltó más intenso el Hereda San Pablo. Un 0-6 de inicio devolvía a los de Burgos el control del marcador, obligando a Bajic a parar el encuentro. Igokea despertaba, y se aprovechaba de que la intensidad de los burgaleses hacía que se cargaran de faltas personales (47-49 min 25).

Las individualidades mandaban en el partido, con Jovanovic haciendo sangre de un Sakho que volvía a las andadas. El partido se igualaba, con canastas de un lado y de otro que hacían que el marcador no se distanciara a favor de ningún equipo. En los minutos finales, y sin Renfroe en pista, el Miraflores se atascaba un poco en ataque y permitía un marcador de 57-53 favorable a Igokea. 

Final de infarto (20-22).

Las canastas empezaron volando de un aro a otro, hasta que el Miraflores se impuso. Una canasta de Rivero y un triple de McFadden llevaban al marcador a un empate (60-60) con 8 minutos por delante. Ambos equipos se ponían el mono de trabajo, y las defensas subieron su intensidad. Cada canasta costaba oro conseguirla, pero el Hereda San Pablo se empeñó en dar vida a los bosnios cediendo rebotes de ataque.

Tras un tiempo muerto de Bajic, Igokea se iba en el marcador. Clemmons y Carmichael lideraron un 8-2 de parcial ante un cansado Miraflores que casi sentenciaba el partido. El conjunto de Peñarroya no encontraba soluciones, hasta que Renfroe consiguió ir a la línea de tiros libres con 73-68 y 27 segundos por jugarse. Falló el segundo, pero Rivero lograba un rebote providencial con el que lograba un 2+1 que cambiaba la cara al encuentro.

El Miraflores se lo creyó, y a los 2 tiros libres de Clemmons respondió McFadden con un triple imposible que puso el 75-75 en el marcador con 9 segundos por jugarse. Le tocaba a Igokea, que con Clemmons lograba ponerse por delante en el marcador tras una bandeja. Sólo quedaban 1,7 segundos, pero Rivero recibió debajo de la zona una falta muy inocente de Gray. El cubano iba a la línea de tiros libres a empatar el encuentro, pero falló el primero y tiró a fallar el segundo, acabando el partido. Igokea fue mejor y se llevó una victoria que a punto estuvo de 'robar' en los últimos instantes un Hereda San Pablo que demostró que le sobra fe.




LAS CLAVES

- La moneda salió cruz: no pudo ser. Después de remontar de manera milagrosa 5 puntos dentro del último minuto, simplemente salió cruz. Ni los tiros libres, ni el triple anterior o la canasta del segundo cuarto de la que todos nos acordamos. Simplemente no era el día y no hubo suerte. Otro día saldrá cara.

- Clemmons decide el partido: el americano se puso a su equipo por montera en el cuarto final. Fue el faro que guio a su equipo en los minutos decisivos, e hizo los 6 puntos finales de su equipo, entre ellos las 2 penetraciones que impidieron la remontada burgalesa que hizo con una frialdad pasmosa. Jugador decisivo y que ha mantenido con vida a su equipo en la competición europea.

El americano remató el trabajo de su equipo, que contó con un Atic más polifacético que nunca (6 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias), los 10 puntos de Gray y la sorpresa de Pot, que destacó con 9 puntos y 7 asistencias, liderando la segunda unidad bosnia.

- Los tiros libres: no los de Rivero. Poco se le puede reprochar al cubano, que con su 2+1 dio esperanzas a un partido casi muerto. Sin embargo, cabe pensar qué hubiera pasado en el partido si el equipo burgalés hubiera metido alguno de los 10 (12/22) tiros libres que desperdició. 

Aparte de los lanzamientos desde la línea de 4,60, el Miraflores no tuvo su día. La defensa de Igokea supo muy bien dónde atacar, y dejó a uno de los equipos que mejor tira de 3 de Europa en un 18.5% (5/27) en tiros de 3 puntos. Y eso contando el triple casi imposible de McFadden.

- Extraño Coliseum, con el emblema de Igokea en el centro: partido extraño por las circunstancias. El Coliseum, con publicidad bosnia en las vallas y con el emblema de Igokea en el centro, pero con los patrocinadores del Hereda San Pablo Burgos en el resto de los sitios, incluidas las pancartas de las peñas en el fondo. Todo muy extraño, como el desenlace del partido.



EL MVP

Anthony Clemmons: gran cuarto final del americano. El base de Igokea fue clave en la victoria bonsia, encestando los últimos 6 puntos de su equipo y cogiendo sin miedo la responsabilidad en los minutos finales. Al final del partido, 20 puntos para 18 de valoración.



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