La calidad blaugrana se impone al final (69-83).

Durante 36 minutos, estuvo ahí. El Barça de Jasikevicius asaltó el Coliseum para doblegar a un peleón Hereda San Pablo Burgos (69-83). Los catalanes impusieron su defensa y su mayor calidad en los minutos finales. Destacó en la victoria el poste turco Sertac Sanli, determinante en ataque y defensa, y la dirección y los puntos de Jokubaitis. Con este resultado, el conjunto catalán sigue en la cabeza de la clasificación de la Endesa ACB y los de Burgos esperarán a partidos más proclives para abandonar los puestos peligrosos de la clasificación. 

Lección de orgullo castellana. Aguantó cerca en la primera mitad, y cuando en el tercero parecía que se iban los de 'Saras', un arreón de Benite y McGee comandados por un excepcional Nikolic en la dirección pusieron contra las cuerdas al actual campeón de la Endesa ACB. Al final,  en los instantes finales se impuso la defensa blaugrana y su calidad para clarificar la victoria. En apenas 1 semana parece increíble lo que ha cambiado el conjunto burgalés simplemente con el cambio de entrenador.

LA CRÓNICA

Partido de defensas (16-21)

Pronto se vio que las defensas se iban a adueñar del encuentro. El Barça se encontraba muy cómodo con ello, y comandaba un marcador en el que el San Pablo se mantenía a base de triples esporádicos (6-9 min 5).

Mejoró un poco el Miraflores hasta que llegaron las rotaciones. Los cambios le sentaron mejor a los de Jasikevicius, que de la mano de un inspirado Jokubaitis y del trabajo de Sanli mantenían a raya a los del Coliseum. Al final de los primeros 10 minutos, ventaja culé por 16-21.

Sanli se hace con el partido (17-18)

Comenzaron ambos equipos devolviendo los golpes del otro. Las canastas se sucedían, pero apenas había cambios en el marcador, pese a que Jokubaitis seguía de dulce (26-31 min 15).

Sanli empezó a hacer suyo el partido. El poste turco estaba imponente, y abusaba de la menor presencia física de Kravic. Parecía romper el partido para los de Barcelona, pero un correcto San Pablo se mantenía gracias a su acierto y a la mala puntería de los blaugrana, que llevaban 2/13 en triples al descanso. Al paso por vestuarios, 33-39 en el electrónico. 

Reacción a tiempo (20-22)

Saltó el Barça a por el partido. Kuric y Laprovittola rompían el marcador a base de triples y parecían romper el encuentro (33-45 min 21). Pero emergió el mejor Miraflores. De la mano del de casi siempre, Benite, el partido seguía vivo en el minuto 25 con 40-51 en el marcador.

Pero no se quedaba ahí la cosa. Nikolic se hacía con el partido, y mandaba en el juego a su antojo. A su calor, Benite y un enrachado McGee hacían muchísimo daño a los catalanes, que sin embargo aguantaban el envite. Tras los primeros 30 minutos de partido, 55-59 y todo por decidirse en el cuarto final.

La calidad manda (14-24)

Llegaban lo momentos decisivos y se encogieron las muñecas. Costaba horrores anotar, y no ayudó la 4ª falta de Benite y el descanso obligado de McGee. Sanli empezaba a anotar triples cual escolta y la diferencia no era definitiva, pero se iba abriendo (58-67 min 34)

Había que decidir el partido y 'Saras' se dejó de experimentos. Sacó toda la dinamita a pista (Jokubaitis, Kuric, Hayes, Mirotic y Sanli) para matar el partido. Y vaya si lo hicieron. La defensa cerró a cal y canto su aro y en ataque eran capaces de sumar gracias a su superioridad cerca de canasta. Así, el partido se moría con rentas superiores a los 10 puntos. Al final del partido, 69-83 en el electrónico, una ventaja demasiado amplia para el Barça visto lo que hizo en cancha, pero justa para un Hereda San Pablo que nunca estuvo por delante en el marcador.

LAS CLAVES

- Sanli y Jokubaitis: ambos jugadores fueron los factores inesperados de los de Jasikevicius. Jokubaitis confirmó sus buenas sensaciones en los últimos partidos. Sin Calathes disfrutó de muchos minutos, y supo hacer daño a la defensa burgalesa desde al media distacia. En defensa, se lo puso muy complicado a los de Burgos, liderando los cortes de pase, una constante durante todo el partido.

Primer gran partido de Sanli con la zamarra del Barça. El poste turco no estaba teniendo un buen inicio de campaña, pero en el Coliseum se resarció. Comandó el partido, haciendo mucho daño a Kravic en el apartado físico y dominando el rebote. Gamble le salió más respondón, pero el otomano siempre tenía una contestación en al siguiente jugada que demostraba que hoy era el mejor interior en pista. Por si fuera poco, cimentó la escapada final catalana con 2 triples sin oposición que acabaron por derrumbar la defensa local. 

- Nikolic, imperial en la dirección: sin lucir ni un ápice en las estadísticas pero estando claramente ahí. El esloveno, como ya hiciera en Alemania el pasado miércoles, dirigió al equipo con maestría pero sin sumar estadísticamente. No estuvo en pista, pero todo a su alrededor fluía y permitió que Benite y McGee se lucieran de cara al aro. Fue vital en el tercer cuarto, cuando el Miraflores se opuso a su destino y plantó cara a un Barça que parecía que había roto el partido. 

- Mucha dosificación de minutos: Jasikevicius movió constantemente el banquillo. El Barça llegaba de jugar 2 partidos entre semana, y las bajas no ayudaban. El conjunto blaugrana se presentó en el Coliseum sin 2 piezas clave como Calathes y Higgins, y Oriola por ejemplo se vistió de corto, pero unas molestias le impidieron saltar a la pista. Así las cosas, y sin parón FIBA en Euroliga, el técnico del conjunto catalán movió muchísimo el banquillo intentando no sobrecargar a sus jugadores. 

- La gran defensa del Barça: vital en la victoria culé. los visitantes tuvieron un día aciago desde la larga distancia (6/23 en triples) y vivieron de su defensa. La presión sobre las líneas de pase fue asfixiante y provocó  muchas pérdidas en el conjunto castellano. Mención especial para Jokubaitis, un dolor de cabeza para el jugador que subía el balón y Nigel Hayes, que pese a irse para casa con 0 puntos, fue un jugador insustituible gracias a su impecable defensa y a su ayuda en el rebote.

EL MVP

Sertac Sanli: gran partido del poste otomano del Barça. Se impuso siempre en la pintura, y al final del partido además sentenció la victoria culé con 2 triples frontales. Al final, terminó con 19 puntos y 11 rebotes para 29 de valoración.