jueves, 10 de febrero de 2022

A por la Intercontinental.

Paréntesis en el curso baloncestístico del Hereda San Pablo Burgos. Con una situación más que comprometida en la Endesa ACB, el conjunto de Paco Olmos hace un parón en su calendario para jugar la Copa Intercontinental de la FIBA. Los burgaleses debutan en la semifinal del viernes ante el campeón de África, el Zamalek egipcio, el anfitrión de la competición (viernes 11 de febrero 19:00h Teledeporte/DAZN, Radio Arlanzón 98.6fm, burgosdeporte.com y burgosconecta.com). El San Pablo defiende el título logrado la temporada pasada ante la Asociación Atlética Quimsa, en una 'Final Four' que completan por el otro lado del cuadro el Flamengo brasileño y los Lakeland Magic, vencedores la pasada campaña de G-League, la liga filial de la NBA.


Mucho cuidado con los egipcios. Son un equipo de un país sin apenas tradición en el baloncesto, pero han llegado con ganas. Juegan en casa, no tienen nada que perder y a base de talonario han conseguido cerrar un equipo bastante apañado cargado de americanos expertos en meter puntos por cualquier lugar del mundo. Paco Olmos por su parte va a contar por primera vez con toda la plantilla a su disposición, con Benite recuperado del Coronavirus y con el debut con la zamarra azul de Tarik  Phillip.


ZAMALEK

Los de las pirámides han tirado la casa por la ventana para esta cita. Son locales y quieren hacer un buen papel. La base son jugadores egipcios que no son nada del otro mundo pero son mejores de lo que la gente se piensa y americanos curtidos en mil batallas especialistas en meter puntos. Todo ello bajo las órdenes de Will Voigt, un estadounidense de origen teutón que en la actualidad compagina su cargo en el Zamalek con la selección de baloncesto de Angola.

La plantilla

Desde el timón, un jugador con pasado ACB como el dominicano Edgar Sosa, un base con muchos puntos en las manos y con tendencia al individualismo. Fue compañero de equipo de Renfroe en Valladolid hace casi 10 años. Le da descanso el americano McKinney, un escolta metido en el cuerpo de un base con buena mirilla de cara a canasta. Juega muchos minutos como escolta. Completa la rotación Ahmed Abdellatef, un base de futuro que no es de esperar que cuente con muchos minutos.

En el perímetro está una de las últimas incorporaciones del equipo, el ex Gran Canaria y Murcia D.J. Strawberry, un escolta muy físico, irregular en el tiro pero con buena mano el día que está acertado. A su lado Eslam Mohammed, veterano escolta local que no anda sobrado de técnica pero que sabe cuál es su lugar y acepta un rol secundario en el equipo.

Cerca del aro está la mejor línea de los africanos. Empezando por el ex NBA Ike Diogu, todo un veterano (38 años) que sigue sumando puntos cerca del aro y esporádicamente desde el perímetro. A su lado la perla del baloncesto egipcio, Anas Mahmoud, un poste duro, y resolutivo bajo canasta con formación en la NCAA. La rotación la hacen Moustafa Elmekawi y Ahmed Azab, postes toscos y con poca técnica, pero que saben muy bien cuál es su trabajo y que lo hacen a la perfección.

Cómo juegan

2 equipos diferenciados. Por fuera, Zamalek se entrega a la inspiración de sus americanos. Por galones, Sosa es la primera arma, y Strawberry y McKinney están a rebufo de lo que genere el dominicano. En las cercanías del aro, Diogu lleva la voz cantante y es la primera opción, dejando que Mahmoud se gane sus tiros a base de rebotes. 

El egipcio es un equipo bueno en defensa en su liga, pero no le va a valer en la Intercontinental. El grupo de americanos exteriores no se destaca por su defensa precisamente, y el San Pablo no debería tener problemas para anotar muchos puntos.



LAS CLAVES

- Presión: para ambos equipos. Zamalek es el equipo local y ha hecho un desembolso económico muy fuerte para este torneo. Es cierto que si pierde no pasa nada, entraría dentro de la lógica, pero tampoco pueden permitirse no dar la cara en el partido. Además, van a contar con el público a su favor, pero también en una semifinal es una presión añadida.

Por su parte el San Pablo tiene encima muchas cosas. La temporada no está siendo la esperada ni mucho menos y este torneo se ve como una oportunidad de cambiar la dinámica. Además, es una Copa en la que el equipo europeo siempre es el favorito y en el que en contadas ocasiones se ha dado una sorpresa dentro del baloncesto moderno.

- El día tonto: cuidado con los americanos de Zamalek. Si tienen un día de esos en los que el aro parece una piscina olímpica, pueden meter muchos puntos. Los Sosa o Strawberry son jugadores con buena mano aunque irregulares. Muy atentos en defensa a éstos, pues si empiezan entonados, es muy complicado ponerles freno.

- Oportunidad para limpiar la cabeza y volver a ser el San Pablo: buen torneo para que el equipo de Paco Olmos limpie la cabeza y se quite de encima malas rachas y complejos. Es una oportunidad muy buena de volver a saborear la victoria (1 solo partido ganado en 2022 y sin vencer en ACB desde noviembre) y de que los jugadores cojan una confianza que a las claras les está faltando. Y a ver si se estrena el entrenador valenciano en el banquillo castellano, que ya es hora.

- El paso de los minutos: Zamalek tiene un plantilla bastante apañada para ser un equipo africano. Sin embargo, tiene un pequeño problema con el pasaporte de sus americanos. McKinney tiene ya 30 años, Sosa y Strawberry rondan los 35 y Diogu se va a los 38. Es sólo un  partido, pero el paso de los minutos les puede hacer mucho daño. Además Voigt no cuenta con una plantilla amplia, por lo que son jugadores que van a pasar muchos minutos en pista. Si el choque se alarga o es muy físico, pueden llegar con la lengua fuera.

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