jueves, 17 de febrero de 2022

Marc García obra el milagro (104-97).

A falta de baloncesto, fe. Enorme victoria del Hereda San Pablo Burgos en el Coliseum ante Surne Bilbao Basket (104-97) tras 2 prórrogas. En un choque que en el minuto 32 el conjunto castellano tenía totalmente perdido, las ganas y el arrojo de Benite, Gamble, Dani Díez y sobre todo un Marc García tocado por una varita devolvieron el sabor de la victoria en la Endesa ACB al coso burgalés por primera vez desde el ¡¡2 de octubre!!. Tras una remontada épica en el último cuarto del partido, y un triple de 9 metros de Marc García en la primera prórroga, en el segundo tiempo añadido el Miraflores no dio lugar a la duda e incluso recuperó el basketaverage a los de Álex Mumbrú.



No fue un buen partido de baloncesto. El San Pablo estuvo más intenso que en partidos previos, pero no le daba para ganar. En el minuto 32 el marcador era 59-74, con todo prácticamente perdido. Ahí apareció Marc García, que se puso el equipo a las espaldas. El español se apoyó en un Gamble que se impuso bajo los aros y Benite, siempre tirando del carro por mucho que no volvió a tener el día desde la línea de 3 puntos. En la prórroga resultaron vitales los triples de Dani Díez, pero tanto o más que los jugadores azules, el horroroso 11/26 en tiros libres de los jugadores de Surne Bilbao Basket, con un desesperado Ángel Delgado (0/6) liderando la sangría.


LA CRÓNICA

Intercambio de canastas (20-20)

Comenzó inspirado el Bilbao Basket. La defensa burgalesa adolecía de intensidad e Inglis encontraba un hueco enorme bajo la canasta castellana. Reaccionaba al ecuador del cuarto el San Pablo merced a jugadas de 3 puntos de Phillip y Renfroe (14-13 min 5).

Las rotaciones frenaban el ritmo frenético que llevaba el choque, y solo las acciones individuales de Benite y Hakanson lograban romper las defensas. Tras los primeros 10 minutos, la igualdad era la nota dominante con el 20-20 del electrónico.

Bilbao ajusta su defensa (17-24)

Volvía el partido mucho más intenso. Surne Bilbao ajustaba su defensa e impedía que los locales anotaran con fluidez. En el otro lado, Ángel Delgado se imponía en la zona y daba las primeras ventajas a los hombres de negro (25-29 min 14) obligando a Olmos a pedir tiempo muerto.

Benite, pese a no estar acertado desde el perímetro, se ponía al equipo a las espaldas. No lograba remontar, ya que despertaba por los vizcaínos Goudelock, imparable para la defensa burgalesa. Los tiros libres le servían al Miraflores, que tras 20 minutos se iba a los vestuarios con 37-44 en el marcador.

Vuelta a los viejos errores (20-25)

Y de nuevo, falta alarmante de intensidad. De inicio, Bilbao Basket rompía la barrera de los 10 puntos de diferencia, e incluso se acercaba a la de 20. Para cuando quiso reaccionar el Hereda San Pablo, el partido se le había ido (44-58 min 25).

Una defensa en zona y mucha más intensidad permitieron al conjunto azul por lo menos no seguir perdiendo por más puntos. Pero así no se arreglaba la situación. Bilbao estaba muy cómodo en pista, anotando a base de paciencia y con su canasta más o menos controlada. Un triple de Benite sobre la bocina dejaba el marcador en 57-69.

La fe obra el milagro (24-12)

No arrancó el cuarto de la forma esperada. No había reacción alguna y el Surne Bilbao Basket se acomodaba aún más en el marcador (59-74 min 32).

Y apareció Marc García. El escolta catalán se ponía el equipo a las espaldas. Un 3+1 levantó a su equipo e hizo que Gamble se contagiara de su espíritu de lucha. Al ecuador del cuarto la ventaja bajaba de 10 puntos (70-78 min 35) y el Coliseum se lo empezaba a creer. Bilbao se perdía en la defensa burgalesa, y la impotencia les hacía cometer faltas infantiles que daban aire a los locales. La remontada era algo muy real, y un mate de Gamble metía aún más en partido a los locales (77-78 min 37).

Llegaban los momentos decisivos y las muñecas se encogieron. Los de Mumbrú no veían aro y naufragaban desde la línea de personal. Una canasta bajo tablero de Gamble dejaba a 2 a los de Burgos, que empataban con un lanzamiento de media distancia de Benite. La tuvo Goudelock, pero su triple salió despedido del aro dejando el partido en 81-81 y abocado a la prórroga.

Otro milagro de Marc García (10-10)

Se suele decir que el que viene remontando es favorito en la prórroga por la inercia, pero no fue así en este caso. Un triple de Dani Díez puso por delante a los del Coliseum, pero fue un espejismo. Surne Bilbao estaba mucho más tranquilo y lo aprovechaba para abrir brecha. Con 3 arriba, y con un Miraflores sin Benite ni Gamble expulsados por acumulación de faltas todo parecía perdido, pero apareció de nuevo Marc García. Con 4 segundos por jugarse, el exterior azul cogió un balón a 9 metros de canasta y no se lo pensó 2 veces. Sin tiempo a que le hicieran falta, lanzó un triple que casi hace que se caiga el coso burgalés y que mandó el partido a una nueva prórroga (91-91 min 45).

Hasta el basketaverage (13-6)

Nueva opción de victoria y esta vez no se escapó. Desde el inicio se vio al San Pablo mucho más metido. Un nuevo triple de Dani Díez ponía por delante a los de Olmos. La inercia del partido era otra, y el Miraflores volaba en pista para asegurar de una vez la tan necesitada victoria. Tanto se destacó el conjunto azul, que en los últimos minutos consiguió remontar incluso el basketaverage, logrando un 104-97 en el marcador que vale el doble en términos nominativos de la clasificación de la Endesa ACB, pero que moralmente tiene un valor infinitamente más grande.





LAS CLAVES

- Intensidad: todo el mundo tiene más que claro a estas alturas que el San Pablo no juega un pimiento. Los de Paco Olmos (y da un poco igual quién sea el inquilino del banquillo) llevan un año aciago. No les sale nada, y no es porque no hayan pasado jugadores y entrenadores este año por el Coliseum. Pero sobre todo lo que escamaba a la afición era la falta de actitud.

Defensas endebles, rebotes que no se luchan... Si no te salen las cosas por el factor que sea, por lo menos hay que intentarlo a base de ganas. Que no te anoten porque bajas los brazos, sino porque son mejores. Hasta el minuto 32 de partido vimos esa versión del equipo, pero con el agua al cuello salió el conjunto luchador que teníamos que haber visto muchas más veces esta campaña. Esperemos que de aquí a final de esta 21/22 siga esta versión del equipo.

- Marc García: temporada muy complicada del catalán en Burgos. De entrada se volvió a ver las caras con Tabak en el banquillo, con el que acabó fatal cuando coincidieron en Fuenlabrada. Unos problemas cardíacos le mantuvieron fuera de la pista en noviembre, y cuando se reincorporó al equipo empezó el carrusel de entrenadores y compañeros que le impidieron (a él y a muchos otros) asentarse y rendir.

Pero esta noche fue diferente. Él solito tiró del equipo cuando ya parecía que el partido estaba perdido. Contagió a sus compañeros de su fe y ganas, y resultó más que vital para la remontada. Su triple dando acceso a la segunda prórroga puede ser uno de esos puntos de inflexión que cambien la dinámica del grupo. Y hace mucha falta que más piezas se unan a los Rabaseda o Benite, jugadores "de casa" cuyo compromiso nunca estuvo en duda por más de que en pista no estuvieran acertados del todo.

- El regalo de Surne Bilbao Basket: no acabó muy contento con el partido Álex Mumbrú. Y con razón. Tuvieron el partido en su mano, y tras 32 minutos en los que fueron netamente superiores, tiraron la victoria varias veces. En los últimos 8 minutos del tiempo reglamentario, los vascos encajaron un parcial de 22-7. En la primera prórroga tuvieron el partido igualmente controlado, pero dejaron que Marc García lanzara un triple (desde 9 metros y cuando nadie lo esperaba, eso sí) que dio paso al segundo tiempo extra. Final amargo a una racha de 7 victorias consecutivas en la que encima perdió el average con los castellanos.


EL MVP

Marc García: Tal vez no hizo los mejores números, pero fue el que tuvo la fe necesaria para seguir luchando en el último cuarto cuando todo parecía perdido. Al final del partido, terminó con 19 puntos y 18 de valoración, con un +20 del San Pablo cuando él estaba en pista.


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