El San Pablo da la cara en Tenerife (91-78).

Derrota de un buen Hereda San Pablo Burgos en el Fernando Martín frente al Lenovo Tenerife (91-78). Tras 3 cuartos siempre a remolque de los insulares, el conjunto de Paco Olmos se puso por encima en el marcador dentro del último parcial. Ahí, los errores arbitrales sacaron de partido a los castellanos, que no supieron rehacerse y se salieron por completo del partido. Semana complicada, pues las victorias de Urbas Fuenlabrada y MoraBanc Andorra  vuelven a meter en puestos de descenso a los burgaleses, que todavía deberán luchar mucho si quieren mantener su puesto en la Endesa ACB.

Gran partido en los primeros 32 minutos. Lenovo Tenerife llevó siempre la iniciativa en el marcador merced a una gran salida. Nunca cejó en su empeño el conjunto azul, que pese a los errores defensivos, en el otro lado había el suficiente acierto para mantenerse vivos. En los últimos 8 minutos desconectó el San Pablo, claramente perjudicado en un par de acciones por los árbitros, pero que no pueden justificar el 24-3 de parcial que llegaron a acumular entre el minuto 32 y el 39 de partido.

LA CRÓNICA

Falla la defensa al triple (25-20)

Comenzó enchufado el Lenovo Tenerife. Shermadini provocaba 2 faltas de Nnoko y a base de triples liberados se empezaba a destacar en el marcador. Se mantenía vivo el San Pablo, que se aprovechaba de una defensa permisiva de los locales (15-10 min 5).

Seguía el festival desde el perímetro, con Salin desatado hasta que llegaron las rotaciones. Tenerife bajaba algo el ritmo, y Renfroe lo aprovechaba para mantener con vida a los de Burgos (25-20 min 10).

Mucho Tenerife, pero hay partido (24-22)

Cambiaba el panorama con un Gamble que se conocía los aros tinerfeños y se imponía claramente a Guerra. El San Pablo estaba más cerca en el marcador, pero volvía el acierto de 3 puntos (36-27 min 13) obligando a Olmos a aparar el partido.

Reaccionaba el Miraflores, que con un 0-7 se metía en partido. Vidorreta no quería sorpresas, y la vuelta de Huertas y Shermadini provocaba otro tirón aurinegro que 8 puntos de Benite impedían que fuera a mayores. Al paso por vestuarios, 49-42 en el marcador y la sensación de que Tenerife no acababa de rematar un partido que llevaba de cara.

Espadas en todo lo alto (18-21)

Saltó más centrado el Miraflores tras el descanso. Mucho más metidos en defensa, los triples de los locales no eran tan liberados, y con un 0-6 de parcial se metían de lleno en partido. Reaccionó sin embargo Lenovo, que de la mano de Doornekamp devolvían un 7-0 que dejaba todo como estaba (56-48 min 25).

Vidorreta puso de su parte al jugar sin un '5' puro, lo que dejó que Gamble hiciera a su gusto. Se le unió Dani Díez, que a base de triples y rebotes ofensivos cerró la diferencia en el marcador. Al final de los primeros 30 minutos, 67-63 en el marcador y la sensación de que el San Pablo estaba muy vivo.

Remontada y desconexión (24-15)

De salida se obró el milagro. Un 0-4 de inicio dejó la igualdad en el marcador en apenas 1 minuto de cuarto. Poco después era Gamble el que ponía por delante por primera vez a los de Paco Olmos (67-69 min 32). Y aparecieron los árbitros. Pitaron 3 jugadas dudosas a favor de los tinerfeños, lo que desquició a los visitantes. El remate fue una técnica a Rabaseda por protestar, que entre unas cosas y otras sacaron de partido a los burgaleses.

La desconexión era total, sin ideas en ataque y perdidos en defensa. No tuvo que hacer mucho el Lenovo Tenerife, que ante un rival con la cabeza en otra parte, simplemente se dedicó a buscar canastas fáciles. El parcial se fue hasta un escandaloso 24-3, matando el partido. Al final, 91-78 en el marcador, demasiado premio para un Lenovo Tenerife que vivió en sus propias carnes lo que es capaz de hacer este nuevo Hereda San Pablo Burgos, mucho más equipo que hace 40 días.

LAS CLAVES

- Los árbitros, mal: no se les puede poner otro apelativo. No es que dejaran demasiado contacto, no estuvieran finos con los bloqueos o con las faltas personales. El problema fue que el criterio no era uniforme. Lo que unas veces era falta, a la siguiente no lo era. Así, los más perdidos fueron los jugadores burgaleses, que no supieron subir el listón físico al nivel de los canariones y sufrieron más.

Mención aparte lo del minuto 32. Tras remontar el partido, entraron en escena los de naranja. Pitaron 3 acciones seguidas mal en contra de los burgaleses, rematada con una técnica (bastante justa) a Rabaseda por protestar desde el banquillo. Ahí se desconcentró el San Pablo, por más que Olmos intentara meter en partido a los suyos. Fallo clave de concentración que propició un 24-3 de parcial que mató el choque.

- Buena imagen pese a todo: el resultado final engaña y bastante. Los 13 puntos de diferencia no son ni mucho menos la diferencia que hubo entre ambos equipos en la matinal del domingo. Hubo un partido mucho más igualado, con alternativas por ambos bandos y sobre todo un juego de ataque vistoso, con ambos equipos encontrando relativamente fácil a los tiradores y muchas alternativas de juego. 

La derrota está a una distancia sideral de la que se produjo en el Coliseum. En el coso burgalés, Lenovo Tenerife venció tras aplastar durante 30 minutos a los castellanos. Al final, los de Vidorreta se dejaron llevar y casi tienen que pedir la hora, pero nunca vieron temer su victoria. Como dato curioso, el 91-78 de este partido es mayor diferencia que el 73-81 de la ida, con sensaciones diametralmente opuestas en ambos partidos pese a ser mayor la diferencia en el electrónico de esta jornada.

- Muy buenos 32 minutos: hasta que llegaron los árbitros y el equipo se perdió, hubo un muy buen partido. Desde el inicio se desmarcó Lenovo Tenerife, y a duras penas se mantenía vivo el San Pablo. Pese al gran acierto de los de Vidorreta en el triple gracias a la pobre defensa burgalesa en el perímetro, el Miraflores no le perdió nunca la cara al partido. Tras aguantar 20 minutos, en la reanudación intentó dar la vuelta al marcador hasta que lo consiguió con el 67-69. Después llegó todo el lío arbitral, pero esa es otra historia.

EL MVP

Joan Sastre: parece que no estuvo en pista, pero su importancia en el juego fue decisiva. En defensa supo cerrar los tiros de los exteriores burgaleses, y en ataque se aprovechó de las facilidades que pusieron en muchas fases los jugadores castellanos. Sin hacer ruido, se marchó a los vestuarios con 14 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración y un +21 de Lenovo Tenerife con él en pista.