Dolorosa derrota del San Pablo Burgos frente al Tecnyconta Zaragoza en el Coliseum (79-93). Los hombre de Diego Epifanio sucumbieron estrepitosamente dando una muy mala imagen ante un rival directo en la lucha por la salvación. Por parte aragonesa, un nuevo triunfo que deja al equipo en una muy buena situación en la Endesa ACB, con 2 victorias de 3 partidos y ante rivales directos en la lucha por evitar la LEB Oro.
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| ACBPhoto: M.González |
Semana para la reflexión en Burgos. La victoria ante Kirolbet Baskonia supuso un subidón para todos, equipo, club y afición; pero contribuyó a que se perdiera el norte. El objetivo del San Pablo Burgos es la salvación, y todo lo que se obtenga de más (Copa del Rey clasificación para competiciones europeas, Playoff, ...) sería un bonito broche a dicha salvación. La historia del deporte está llena de equipos con aspiraciones que pierden el norte de su verdadero objetivo y acaban descendiendo de categoría. Que pregunten, por ejemplo, en Lugo, donde el Breogán pasó de intentar luchar por el Playoff en la 1ª vuelta para descender a LEB en la 2ª. Sí, han vuelto a ACB, pero les ha costado nada más y nada menos que 12 años.
LA CRÓNICA
Un cuarto partido en 2 (17-16)
Comenzó el partido de cara para el San Pablo. Fitipaldo ponía orden en el juego y se divertía surtiendo a sus compañeros. Con un reparto de puntos muy coral, el Miraflores abría una pequeña brecha en el marcador que obligaba a Porfi Fisac a parar el partido (13-9 min 5).
McCalebb se ponía a los mandos de la nave maña y el partido daba un giro de 180º. Tecnyconta Zaragoza bajó al barro y propuso un partido mucho más trabado. San Pablo no encontraba la forma de cambiar el ritmo de juego y la pareja Nacho Martín - Justiz empezaba a campar a sus anchas por la zona. El cambio de tendencia dejaba el marcador en 17-16 al término de los primeros 10 minutos.
Se consolida la tendencia (15-26)
Tras el paso por los banquillos empezó la verdadera pesadilla para el Coliseum. La tendencia del final del cuarto anterior se consolidaba, y el Miraflores pasaba a ser un juguete en manos de los maños. El equipo visitante ponía más intensidad en ambos lados de la pista y los hombres de Epi se perdían al no ser capaces de igualar ese nivel. Poco a poco, entre Justiz, Seibutis y con un excelso McCalebb a los mandos, el conjunto de la ribera del Ebro se marchaba en el marcador.
Al final del cuarto, un ataque de orgullo de Slava Kravtsov y la salida a pista de un certísimo Álex Barrera (8 puntos sin fallo), maquillaban un poco el resultado (23-42).
Continúa la pesadilla
Lo peor, sin embargo, estaba por llegar. A la salida de los vestuarios, el San Pablo parecía que se lo tomaba más en serio. En los primeros minutos reducían un poco la diferencia, pero pronto el Tecnyconta se ponía manos a la obra. En 10 minutos esperpénticos, el Miraflores era un juguete en las manos del equipo de la capital aragonesa. Con mucha más intensidad y acierto que los locales, el equipo de Fisac se marchaba sin remedio en el marcador ante la inoperancia del bando local (48-65).
Maquillando el resultado (31-28)
El inicio del cuarto fue más de lo mismo. Los locales seguían sin saber por dónde les daba el aire y el Tecnyconta Zaragoza seguía a lo suyo. La paliza tenía tintes de ser histórica, pero al final del cuarto los maños se relajaron, momento que aprovechó Cancar para clavar 8 puntos consecutivos y despertar a su equipo. Tras un tiempo muerto, los jugadores azules saltaron a la pista a comerse el partido. 35 minutos tarde, eso sí. Kravtsov, Thompson y Fitipaldo, el mejor de los azules todo el partido, salían agresivos e intentando "comerse" a sus rivales. Tan buena fue la reacción, que a falta de 37 segundos Zaragoza, que había estado 23 tantos arriba en el minuto 35, sólo tenía 8 de renta. En el horizonte, dejar una marcador lo más ajustado posible pensando en el basketaverage. Sin embargo, en esos 37 segundos volvió a aparecer el San Pablo del resto del partido dejando el marcador en un justo 79-93.
LAS CLAVES
- Diferencia de intensidad: fue algo más que evidente durante todo el partido. Los jugadores de Porfi Fisac jugaron a otro nivel. En ambos lados de la cancha, los maños iban mejor a por el rebote, defendían con más ahínco y le ponían más ganas.
- Fisac le vuelve a ganar la partida a Epi: ya ocurrió la campaña pasada con el vallisoletano en las filas del Delteco GBC. En su nueva visita al Coliseum, Fisac se volvió a llevar el gato al agua de forma abultada. Esta vez volvimos a ver al Epi inmóvil al que le cuesta cambiar su forma de jugar cuando el rival te está superando. Para descargo del entrenador burgalés, cabe destacar que por más que cambió a sus jugadores ninguno dio la talla ni se conviertió en la solución al desaguisado.
- El San Pablo tira 30 minutos: los 5 primeros minutos del partido fueron del San Pablo. El conjunto de Epi llevaba el ritmo del partido y la iniciativa en el marcador. Los siguientes 30 minutos fueron del Tecnyconta Zaragoza, que apalizó sin piedad a los locales. Pero en los 5 minutos finales, el Miraflores tiró de orgullo y apunto estuvo de darle la vuelta al marcador, con sus jugadores jugando con intensidad y mirando al aro sin complejos. Si esta actitud hubiera durado todo el partido, otro gallo habría cantado, pero no, los partidos de baloncesto no se ganan jugando únicamente 10 minutos.
- Lección de McCalebb: magistral partido del americano. Fue salir al campo, mediado el primer cuarto, y cambiar el partido. Se impuso a Fitipaldo y Jaramaz y el partido bailó al son que propuso el #4 zaragozano.
Para muestra un botón: el arreón final del San Pablo, cuando se llegó a poner a 8 de diferencia, fue sin McCalebb en pista. Entró en los 37 segundos finales y dio tiempo para que el Tecnyconta Zaragoza pusiera 6 puntos más de diferencia en el marcador.
- El basketaverage: la derrota de este sábado es dolorosa por varios motivos. Al partido perdido en sí hay que sumar que los 14 puntos de diferencia hacen muy difícil recuperar el basketaverage con los maños. Además, un rival directo suma en una jornada en la que el San Pablo se va de vacío. Por lo tanto, casi podemos hablar de doble derrota en esta jornada.
EL MVP
Bo McCalebb: lección de baloncesto del americano. A sus 33 años y tras varias lesiones, su físico no está para hacer las exhibiciones de antaño, cuando jugaba en Partizán o Montepaschi Siena. Sin embargo en el Coliseum demostró que tiene más baloncesto en su dedo meñique que el 90% de los bases que hoy juegan en Europa. 12 puntos 3 rebotes y 6 asistencias y la sensación de que el partido se jugó tal y como él quiso.
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