Derrota del San Pablo Burgos en el Coliseum ante uno de los mejores Valencia Basket (77-87) de lo que llevamos de Endesa ACB. El conjunto de Jaume Ponsarnau cimentó su victoria en un muy buen 2º cuarto y en una defensa con mucha intensidad, algo a lo que el San Pablo no pudo llegar en todo el encuentro.
Derrota lógica pero no por ello menos dura. Los resultados del resto de la jornada no han acompañado y la diferencia con los puestos de descenso se ha visto reducida, dejando el margen en 1 solo encuentro. La situación es la lógica a estas alturas de la temporada, puesto que por plantilla y presupuesto al San Pablo le corresponde luchar por evitar el descenso hasta casi el último suspiro de la temporada. Eso sí, viendo oportunidades que se han escapado sobre todo en jornadas recientes, habrá que ver si esas derrotas inesperadas no se acaban echando en falta cuando la temporada esté llegando a su fin.
Por parte taronja, una nueva victoria que le acerca poco a poco a su objetivo de clasificarse para la Copa del Rey, competición que ha llegado a estar seriamente en duda debido al irregular devenir del equipo de la ciudad del Turia. Pese a la bajas de su mejor hombre (Dubljevic) y de un jugador capital como Fernando San Emeterio, el conjunto valencianista hizo un partido muy serio sabiendo aprovechar sus virtudes en cada momento y asfixiando al Miraflores con una defensa muy intensa.
LA CRÓNICA
Inicio esperanzador (21-18)
Tras unos primeros ataques llenos de fallos e imprecisiones en el tiro, ambos equipos empezaron a jugar su baloncesto lideraros por Sam Van Rossom y Vlatko Cancar (8-9 min 5). Fitipaldo ponía ritmo al partido, y la entrada de Barrera y Huskic dejaban las primeras ventajas del cuadro local (15-11 min 7).
Valencia Basket no era capaz de rehacerse, pero la entrada de Matt Thomas y Doornekamp le daban un nuevo aire al equipo, que al final del cuarto era capaz de capear el temporal de juego azul (21-18).
Valencia Basket pone una marcha más (16-26)
Ponsarnau vio que a campo abierto lo iba a tener crudo, así que cambió el equipo. Sacó a pista un quinteto mucho más intenso y físico, y el partido cambiaba de bando. Con Guillem Vives al mando de las operaciones, el conjunto naranja encontraba la espalda de los defensores burgaleses bajo el aro con suma facilidad, obligando a Epi a parar el encuentro (25-29 min 14).
La solución del técnico burgalés fue defender en zona, pero la jugada salió desastrosa. Valencia Basket seguía anotando con extrema facilidad, y el ataque del San Pablo se estrellaba una y otra vez contra el muro "taronja". Will Thomas empezaba a hacer mucho daño en la pintura, aunque un buen arreón ofensivo de Onjen Jaramaz mantenía al Miraflores vivo de milagro en el partido (37-44).
Frazier al rescate (14-20)
El paso por los vestuarios no le sentó demasiado buen al San Pablo. La brecha que se había visto en antes del intermedio se agrandó, y en apenas 3 minutos el partido se le escurría de las manos a los locales (39-52 min 23).
Tras un tiempo muerto, el Miraflores volvía enrabietado a pista, y un buen tirón ofensivo de Branden Frazier bien secundado por Thompson, devolvía la ilusión al Coliseum (49-55 min 25). Ponsarnau frenaba el partido y Valencia subía un punto su intensidad defensiva, maniatando el ataque burgalés. Will Thomas se hacía grande en ataque y llevaba a su equipo a final del cuarto con una ventaja cómoda (51-64).
La dura realidad (26-23)
El inicio del cuarto no deparó muchas sorpresas en el marcador, pero poco a poco un buen Jaramaz, anotando con mucha facilidad, se apoyaba de nuevo en Thompson para poner nervioso al banquillo naranja (63-70 min 34).
El partido se ponía al rojo, sobre todo tras un robo con canasta de Jaramaz que reducía la brecha en el marcador (67-72 min 36); pero un 1-8 de parcial con triples de Doornekamp y Van Rossom decantaban el partido de manera definitiva del lado visitante. Al final, un justo 77-87 a tenor de lo mostrado en pista.
LAS CLAVES
- Intensidad defensiva: en el comienzo del 2º cuarto, el Valencia Basket subió la intensidad de su defensa. El conjunto mediterráneo es mucho más físico que el burgalés, y se aprovecharon de ello. Con Vives. Thomas, Abalde, Doornekamp y Labeyrie en pista, el conjunto naranja hizo y deshizo a su antojo tanto en ataque como en defensa. Para cuando reaccionó el San Pablo, el partido se había escapado y Ponsarnau y los suyos no lo soltaron.
- La dirección de Guillem Vives: resultó clave en el momento en que Valencia Basket le dio la vuelta al marcador. El canterano de la Penya lideró una muy buena defensa atrás y en ataque fue capaz de encontrar huecos a las espaldas de los pívots locales realizando un auténtico destrozo en el conjunto local. Un partido de esos en los que un jugador resulta clave pero en el que las estadísticas (solo 7 de valoración) no lo recogen.
- Duelo Thomas - Thompson: la gran atracción de la noche. Ambos jugadores vivieron un verano en el que las decisiones de uno (Thomas) acabaron decidiendo el destino del otro (Thompson). En la pista del Coliseum ambos se dejaron la piel, yendo al choque sin pudor y demostrando por qué son los líderes de sus equipos. Al final el jugador naranja se llevó el gato al agua, tanto en su duelo particular como en el marcador final.
- Abalde las mata callando: partido muy completo del alero de Valencia Basket. Parecía que no estaba en el campo, pero el partido del gallego fue muy completo. Secó en defensa a sus pares y en ataque sirvió de desatascador de su equipo, anotando de todas las formas posibles. En ocasiones incluso, llevó el tiempo del partido y ejerció momentáneamente de base. Al final unos buenos 10 puntos, 6 rebotes para 13 de valoración.
- Barrera adelanta a Radoncic: el catalán lo llevaba pidiendo a gritos desde el principio de la temporada, y parece que empieza a ver su trabajo recompensado. Frente a Valencia, Barrera adelantó al montenegrino en la rotación y vio aumentados sus minutos en pista. Lo aprovechó con unos buenos 8 puntos. Toque de atención para Radoncic. No acaba de demostrar todo el potencial que se le supone y parece que su adaptación al equipo está costando más de lo esperado. Esperemos que estos 0 minutos le espoleen y veamos por fin su mejor versión.
- El lío arbitral: de traca. Esta temporada, los equipos tienen derecho a pedir que el árbitro acuda al vídeo para rearbitrar una jugada concreta. Si el reclamante acierta, vuelve a contar con la opción de acudir a vídeo, si falla, la pierde. Pues bien, en el partido frente a Valencia Basket, Epi tuvo que pedirlo 3 veces, y las 3 dieron la razón al bando local.
3 situaciones que demuestran varias cosas, como que el San Pablo todavía no cuenta con el respeto arbitral que tiene Valencia Basket (entre otros) y que, como se canta el la grada, pitar en ACB es muy fácil para ellos.
EL MVP
Will Thomas: sin Dubljevic todas las miradas estaban puestas en él, y el americano no decepcionó. 24 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias para 35 de valoración.
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