sábado, 19 de octubre de 2019

Merecida derrota en Andorra (87-74).

A la 8ª fue la vencida. El la 5ª jornada de la Endesa ACB el San Pablo Burgos cayó frente al MoraBanc Andorra (87-74) en un partido en el que los castellanos siempre fueron a remolque. El conjunto de Joan Peñarroya aguantó los envites de los andorranos hasta el descanso para después sucumbir de forma inapelable. Gran partido por parte del conjunto pirenaico de Moussa Diagne, durante los 40 minutos muy superior a los interiores burgaleses. 


No fue el día del Miraflores. MoraBanc Andorra es un equipo diametralmente opuesto al castellano, y en su feudo impusieron su ley. El San Pablo aguantó la primera parte gracias al despliegue de Lima y Clark, pero tras el descanso se diluyó como un azucarillo. El juego exterior no existió en Andorra y el conjunto inmobiliario fue incapaz de encontrar una fuente que le diera puntos con fluidez a lo largo de los 40 minutos de partido.

LA CRÓNICA

Lima al rescate ( 19-16)

No empezó bien el partido el conjunto castellano. El juego interior andorrano se imponía y para rematar la faena el juego exterior no funcionaba. (12-4 min 6).

Peñarroya se veía obligado a parar la sangría y encontraba a Lima como remedio. El brasileño se encontraba una zona más clara sin Diagne ni Sy, y lo aprovechaba para meter al San Pablo en el partido. Un triple sobre la bocina de Senglin dejaba el marcador en el 19-16 de final de cuarto.

Clark en el segundo cuarto (20-22)

El partido seguía siendo feo y con un juego muy poco fluído. La lucha debajo de los aros era encarnizada y cada balón se peleaba como si fuera el último. Con Diagne en pista el conjunto pirenaico se hacía con el control del partido, anulando por su lado Masenatz a McFadden. A falta de 4 minutos para el final del cuarto, MoraBanc Andorra conseguía la máxima del partido (34-26) momento en el Peñarroya llamaba a filas a los suyos.

Tras el tiempo muerto, el partido, como ya ocurriera en el primer cuarto, cambió.  Clark se ponía al equipo a las espaldas y la distancia desapareció muy rápido con un 0-8 de parcial. De ahí al final del cuarto, mucha lucha bajo los aros hasta el 39-38 que lucía le marcador al decanso.

EL Miraflores se queda en los vestuarios (27-14)

A la salida de los vestuarios, el partido empezaba como los cuartos anteriores. Diagne saltaba a pista encendido y era imparable para los pívots burgaleses. El rebote era andorrano y con 48-41 en el marcador y sólo 3 minutos jugados, Peñarroya pedía un tiempo muerto antes de que se le fuera el partido.

De poco sirvió, ya que a la actuación de Diagne se le sumaba Todorovic desde el exterior (53-43 min 25). El partido se embarraba entonces en un sin fin de faltas y tiros libre que dejaban sin ritmo al San Pablo. La ventaja no hacía más que aumentar gracias a la falta de puntería azul desde el tiro libre (66-52 min 30).

Minutos de la basura (21-22)

Había un pequeño rayo de esperanza. Una reacción temprana del San Pablo podía hacer vivir un cuarto por le menos disputado, pero no era el día de los de Peñarroya. Tyson Pérez empezaba el cuarto como si de Kevin Garnett se tratara, y la diferencia se disparaba rondando la veintena de puntos (78-60 min 35).

El partido estaba sentenciado, con un Miraflores desencajado y un Andorra que se sabía ganador. La típica relajación del equipo que va por delante permitió al San Pablo a ponerse a 10 puntos de diferencia, pero Hannah salió para poner orden y dar un final de partido tranquilo a su equipo, que venció por 87-74 con todo merecimiento.




LAS CLAVES

- Diagne-Sy superiores: la pareja interior titular del MoraBanc Andorra fue muy superior a sus pares burgaleses. Si Lima y Clark mantuvieron al San Pablo en partido, lo hacían en los minutos en los que la dupla titular local estaba en el banquillo.

Tras el descanso la dinámica cambió, y no para bien del Miraaflores. Llovet y Pérez, hasta el momento muy desacertados, subieron de nivel y se impusieron al juego interior del San Pablo en los minutos que estuvieron en pista. De ahí en gran parte que la distancia se disparar, pues el conjunto burgalés no tuvo el desahogo que encontró en la primera mitad.

- Juego exterior desconectado por completo: el otro gran acierto de Ibón Navarro fue el desconectar el juego exterior burgalés. Tokoto fue el mejor, maquillando sus números en el último cuarto tras 3 períodos desaparecido. McFadden directamente ni existió, muy bien controlado por la defensa andorrana, y en defensa fue un coladero (como casi siempre) solo que esta vez no lo arregló en ataque con sus puntos. Benite como siempre estuvo voluntarioso, pero no era el día. 

Matessanz y Walker fueron una pesadilla para todos los exteriores burgaleses y esperemos que el resto de equipos no hayan tomado nota de cómo frenar la principal fuente de puntos del San Pablo.

- La tortura de los tiros libres: lo ha sido durante toda la temporada. Ya frente UCAM Murcia el equipo cerró el partido con un 40% de acierto desde el 4,60, pero lo arregló a base de triples. Frente al MoraBanc Andorra la sangría fue parecida (47%, 9/19) y no ayudó en absoluto en el partido. 

Especialmente sangrante es esta estadística en los pívots. Lima y Huskic están empeñados en que llevarles a la línea de personal sea una estrategia de defensa perfecta. En toda la competición, el serbio promedia un escueto 55%, pero peor lo tiene el brasileño, que se queda en un 40% impropio de un profesional del baloncesto.

- El rebote: 47 a 29. El MoraBanca Andorra cogió 18 rebotes más que el San Pablo, una barbaridad. El partido fue muy trabado debajo de los aros, y ahí estuvo gran parte de la diferencia en el marcador. Diagne y Pérez se fueron a casa con 5 rebotes ofensivos cada uno, pero Lima casi él sólo lo compensa con sus 6 capturas en ataque, todas las que consiguió en el principado.

El problema vino en los rebotes en defensa, donde el Andorra demostró cerrar mucho mejor su canasta consiguiendo 30 capturas por 16 del San Pablo.


EL MVP


Moussa Diagne: el pívot senegalés del MoraBanc Andorra se salió en el partido frente al San Pablo. Dominó a su antojo la zona y dominó el juego de un partido que siempre se movió a su ritmo. Al final, 19 puntos y 13 rebotes para 28 de valoración. 



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