El San Pablo Burgos afronta su primera salida dentro de la Basketball Champions League. El conjunto de Joan Peñarroya viaja hasta la ciudad turca de Bandirma para hacer frente al Teksüt Bandirma (martes 29 de octubre 18:00h, DAZN) . El conjunto burgalés llega a Turquía líder de grupo con 2 victorias y ninguna derrota con la intención de seguir con su buena racha en la competición europea.
Partido complicado para el Miraflores. El conjunto turco cuenta con 2 derrotas en su casillero, pero frente a rivales complicados. En la 1ª jornada recibió al Hapoel Jerusalén para después viajar hasta alemania para enfrentarse al RASTA Vechta, los otros colíderes del grupo junto al Burgos. En ambos encuentros, el resultado fue muy igualado, perdiendo por 4 y 3 puntos respectivamente. Por lo tanto, mucho cuidado con el equipo turco, que si bien no está muy bien clasificado, el calendario no está de su parte y el partido frente al San Pablo es una nueva muestra de ello.
TEKSÜT BANDIRMA
El conjunto a las órdenes de Hakan Demir tiene un equipo con una configuración muy clara: un buen quinteto de americanos para liderar el juego y a partir de ahí jóvenes promesas turcas con ganas de comerse el mundo. La mayoría de los jugadores autóctonos tiene alrededor de 20 años (23 como mucho) y suplen su falta de experiencia con mucha garra y ganas de jugar al baloncesto.
La plantilla
En la posición de base, la gran fuente de puntos del equipo, Jamie Smith. El americano cumple de sobra con el canon de americano con muchas dotes para el ataque pero con poca visión de juego y defensa. Su relevo es el joven Shemus Hazer, un jugador que está sorprendiendo muy positivamente y se está ganando minutos con su buen juego. Buen anotador aunque con más visión de juego que Smith. Alterna las posiciones de base y escolta.
La rotación del perímetro empieza con Tyler Kalinoski, un buen tirador que anda con la mirilla bastante desviada últimamente. A su lado Omar Prewitt, un alero alto con muy buena mano desde lejos pero que también anota desde posiciones interiores. Ante el bajo rendimiento de Kalinoski, ha tomado las riendas del equipo. La rotación ya es cosa de los jugadores locales. El joven Erkan Yilmaz, que aporta buenos minutos de rotación aunque le cuesta ser productivo en ataque. Junto a él, el capitán Öncel, otro jugador que cumple los minutos que está en pista.
El juego interior empieza por Ian Hummer, un "4" bajito (201 cm) pero que sabe hacer muy bien su trabajo. No se prodiga mucho en ataque y no hace grandes números, pero suma muchos intangibles a su juego. Es el jugador que más minutos pasa en pista. A su lado, Emanuel Terry, una auténtica bestia en el apartado físico. Jugador muy de zona, destaca con canastas bajo el aro y un buen puñado de rebotes. La rotación empieza con otra promesa del baloncesto turco, Alperen Sengun, un jugador muy alto al que le falta presencia física en la pintura, pero que tiene muy buenos movimientos al poste. A su lado, el adolescente (¡16 años!) Furkan Haltali, un jugador muy prometedor que cumple con sus minutos en pista sin complicarse mucho. Completa al nómina de interiores Semir Kabaca, un ala-pívot con mano desde el exterior.
Cómo juega
Todo al lanzamiento exterior. De la nómina de americanos (Smith, Kalinoski, Prewitt, Hummer y Terry) sólo el último no lanza de 3 puntos. Además, los jugadores de banquillo no son mancos en esas lides. Prewitt juega minutos de ala-pívot y abre muchos espacios además de utilizar su velocidad para anotar desde cerca.
En defensa es un equipo muy solidario. Los baloncestistas locales se dejan la piel en el campo y suben muchos enteros en zona propia a pesar de su juventud e inexperiencia.
LAS CLAVES
- Bandirma, rotación corta: la rotación del conjunto turco se puede resumir muy fácilmente. Los americanos rozan los 30 minutos por partido, con Hazer jugando una buena ración de minutos alternando las posiciones de base y escolta. En la zona, la rotación la hacen entre Sengun y Haltali, por lo que la rotación efectiva es de sólo 8 jugadores. Un partido duro en el apartado físico o con un ritmo muy alto podría pasarle factura al conjunto turco.
- Falta de experiencia: el que fuera subcampeón de la competición hace apenas 3 años, antiguo participante de la Euroliga y campeón de la competitiva liga turca de baloncesto (TBL) en 2017, ha sufrido cambios de calado el pasado verano. Banvit dejó de patrocinar el equipo (era más bien un mecenas que ponía el dinero que hiciera falta dentro de sus posibilidades) y el nivel de la plantilla ha bajado. Con menos dinero, el conjunto turco ha apostado por americanos contrastados y cantera.
Con esta configuración, ninguno de los jugadores de rotación tiene mucha experiencia y algunos ni siquiera llegan a la veintena de años. La falta de experiencia y la acumulación de minutos de sus americanos pueden hacerles mucho daño en los momentos clave del partido. Bien haría el San Pablo en aprovechar los minutos de rotación del equipo turco para romper el partido.
- El viaje: la salida a Bandirma es una de las más complicadas de la fase de grupos. Es la 2ª en kilómetros (Jerusalén está más lejos) y además hay que sumarle un factor importante. La ciudad turca no tiene un aeropuerto al uso ya que utilizan una base militar con esos efectos. Si no se consigue un vuelo directo (un chárter que debe salir muy caro), la alternativa es hacer escala en Estambul y 3 horas de viaje por las carreteras turcas. Sea cual sea la fórmula del viaje, son un mínimo de 7 horas de viaje entre unas cosas y otras.
Es la primera salida de la BCL y servirá de termómetro. El San Pablo verá lo que realmente afectan los viajes. Las victorias fuera de casa escasean en la competición y entre equipos de potenciales similares, jugar o no en casa suele decantar la balanza.
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