martes, 21 de enero de 2020

AEK Atenas: oportunidad de oro para encarrilar la clasificación.

Con sólo 3 jornadas por jugarse, el grupo B de la Basketball Champions League hecha humo. Actualmente, hasta 7 equipos cuentan con opciones reales de clasificarse para la siguiente ronda, con 3 plazas en juego toda vez que parece que el Hapoel pasará salvo descalabro. Esta jornada, el Coliseum de Burgos va a vivir un duelo en el que se van a dilucidar muchas de las opciones de los 2 contendientes. El San Pablo Burgos recibe a un AEK de Atenas que llega a orillas del Arlanzón en crisis y con una clasificación que se le ha complicado muchísimo tras sus 2 derrotas en las jornadas precedentes frente al Pau Orthez y el Giants Antwerp, los colistas del grupo. Opción de oro para el Miraflores, que en estas 3 últimas jornadas deberá hacer frente a los 2 líderes de la competición y al 4º clasificado, un RASTA Vechta que está empatado a victorias con el conjunto burgalés pero con un encuentro más.


Partido que puede aclarar mucho el panorama del grupo. De vencer, el AEK se asegurará su presencia en la siguiente fase. Tendría el average favorable con el San Pablo, al que sacaría 2 victorias con 2 partidos por delante. La derrota del RASTA Vechta en Bandirma hace que aún sin ganar pero manteniendo el average, se podría dar por clasificado al equipo griego. El San Pablo tiene ante sí una oportunidad de oro. Si gana, entraría de lleno en la lucha por el 2º puesto del grupo y quién sabe si por el primero si se impone la semana que viene en Jerusalén. Eso sí, de perder se metería en un lío tremendo, con un triple empate con Vechta y Bandirma tras los resultados de este martes. Y gracias, ya que el Anwil Wloclawek ha sorprendido perdiendo en Amberes y se queda a una victoria de alemanes y turcos. 


AEK ATENAS


El equipo que dirige Ilias Papatheodorou es un equipo hecho para rendir desde el primer momento. Aglutinan una buena ración de jugadores locales aguerridos y trabajadores con una pléyade de veteranos y contrastados jugadores de nivel Euroliga. Hasta este 2020 se había mostrado como un bloque granítico, pero el cambio de año no le ha sentado demasiado bien. Además, el CSKA Moscú ha pescado en sus filas sacando del equipo a Howard Sant-Roos, una baja capital ya que era un jugador muy completo que aportaba muchísimo al equipo. Para hacer olvidar la baja, Jerai Grant y el ex Joventut Nikos Zisis.

La plantilla

Como bases, el conjunto ateniense cuenta con perfiles variados. Por un lado los anotadores Kendrick Ray y Mario Chalmers, con muchos puntos en las manos pero alocados dirigiendo el juego. Como contrapunto, Zisis y Gkikas, bases helenos que son grandes directores de juego. Completa la rotación Toliopoulos, un jugador cumplidor que apenas juega, menos ahora con Zisis en el roster.

La línea exterior la encabeza la leyenda del baloncesto europeo Keith Langford. El americano es un veterano con nivel de Euroliga que hace y deshace a su antojo en la BCL. 2º máximo anotador de la competición y motor del equipo. Si entra en racha, imparable. Como aleros, 3 jugadores diferentes. Vlado Jankovic (ex Andorra con Peñarroya) pone la polivalencia. Capaz de todo, es un jugador que siempre parece que rinde por debajo de sus posibilidades. A su lado Lynos Chysikopoulos, un jugador muy sacrificado y que da mucha consistencia al equipo. Por último, todo un clásico en Europa, Jonas Maciulis, un jugador de equipo muy peligroso desde las esquinas en el triple y cerca del aro por su corpulencia.

El juego interior empieza con el local Charis Giannopoulos, un ala-pívot muy completo, capaz de anotar desde cualquier posición. Es muy duro en defensa. La terna de pívots la encabeza Marcus Slaughter, un jugador muy poco dotado en ataque pero determinante defendiendo y reboteando. Le acompaña el local Mavrokefalidis, un jugador ya venido a mensos por sus problemas físicos. Muy grande, pero muy lento. Por último, uno de los nuevos, Jerai Gant, un pívot muy movil y dominante debajo de canasta.

Cómo juega

El equipo de Ilias Papatheodorou juega un baloncesto lento. El equipo ateniense agota las posesiones, jugando lento en transición y con paciencia para buscar al jugador mejor colocado. Si no lo logran, balones a los jugones (Langford, Ray, Chalmers o Maciulis), para que destasquen la jugada a base de calidad individual.

En defensa, los atenienses son uno de los equipos más complicados de superar. El juego interior está repleto de grandes defensores y el perímetro también cuenta con grandes "stoppers". Eso sí, los americanos (de nuevo Langford, Ray o Chalmers) son un agujero que intentan compensar sus compañeros. Mucho cuidado si coinciden en pista los Gkikas, Maciulis, Crysikopolulos, Giannopoulos o Salughter, un equipo muy complicado de sobrepasar.

En cuanto a su rotación, el equipo ateniense tiene varios ajustes. Chalmers salta mucho a pista de escolta para dar descanso a Langford. Así mismo, Slaughter y Grant alternan indistintamente las posiciones de "4" y "5" según le convenga al equipo.




LAS CLAVES

- Lucha de estilos opuestos: como ya se vio en el partido de ida, el San Pablo y el AEK juegan al mismo deporte de una manera muy distinta. El Miraflores busca el juego rápido y alegre, mientras los helenos hacen una de las mayores demostraciones de basket-control, durmiendo la pelota y apurando las posesiones.

En la ida el partido se jugó al ritmo del AEK y los atenienses salieron vencedores. Si esta vez, en el Coliseum, el conjunto azul consigue imponer su juego, tendrá mucho ganado.

Langford: tal vez el jugador más decisivo de la Basketball Champions League. El americano está demostrando que todavía podría tener sitio en Euroliga. Sin embargo, parece que ha echado raíces en Grecia y el AEK era la mejor opción tras salir del Panathinaikos. El escolta americano es un anotador compulsivo. tienen multitud de recursos y es prácticamente imparable cuando entra en racha. El San Pablo necesita una buena defensa sobre él para intentar minimizar su impacto en el partido. eso o esperar que no tenga un buen día, algo que no ha ocurrido hasta ahora en las jornadas precedentes.

- El basketaverage: viendo lo apretado que se está poniendo del grupo, va a resultar vital que, en caso de victoria del Miraflores, se recupere el average con el rival. En Atenas, el AEK se impuso por 8 puntos (74-66) y vendría muy bien enjugar esa desventaja. Si se consigue, el San Pablo automáticamente se pondría por delante de los griegos en la clasificación, beneficiándose de cualquier empate al final de la fase de grupos.

- Benite, McFadden y Clark, a tirar de galones: son, con permiso de otros como Fitipaldo, Bassas o Lima; la clave del San Pablo. Si McFadden y Benite están acertados, el conjunto de Joan Peñarroya, que siempre anda buscando el triple, tiene todas las papeletas de vencer. Muy pocos partidos en los que no haya acertado alguno de ellos ha vencido este año el equipo inmobiliario. Llegan al partido en un momento no del todo lúcido, con el americano muy irregular y el brasileño un poco menos decisivo en lo que va de 2020.

Llegan los momentos clave de la temporada y para eso están los líderes del equipo. Debería sumarse asimismo Clark, el llamado a  liderar el equipo pero que últimamente está en esa fase de hacer números sin tener peso específico en el equipo. La mejor versión de ellos va a ser necesaria para vencer y encarrilar la clasificación para octavos de final.



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