Importante victoria del Hereda San Pablo Burgos en el Olímpico de Badalona ante el Joventut (78-95). El conjunto de Joan Peñarroya se impuso con una segunda parte sublime tanto en ataque como en defensa, y superó a una Penya que echó de menos a sus referentes en los momentos clave del partido. Con esta victoria, el equipo burgalés apuntala su quinto puesto en la tabla de la Endesa ACB y casi asegura su presencia en la Copa del Rey, aunque para la clasificación matemática tocará esperar a conseguir otra victoria en los 2 partidos que le restan de la primera vuelta.
Tras una primera parte igualada en al que el Joventut comandó el marcador, la defensa tras el descanso del Miraflores decantó la balanza. El trabajo atrás de los Cook, Benite, Rabaseda o Horton; sirvió en bandeja de plata el partido a los intereses castellanos. En el último cuarto remató Jasiel Rivero con una exhibición que le llevó a los 37 de valoración y que le convierten en un firme candidato para el MVP de la jornada.
LA CRÓNICA
Haciendo la goma (22-16)
No arrancó bien el partido el conjunto burgalés. En menos de 1 minuto, Ribas y Bassas ponían por delante al Joventut sin casi empezar el partido. La defensa badalonesa era muy expeditiva, y al Hereda San Pablo le costó entrar en el juego. La mejora atrás de los de Peñarroya, permitió llegar con un partido muy abierto al ecuador del cuarto, con 8-7 en el marcador.
La llegada de las rotaciones le sentó mejor a los locales, que de la mano de las canastas de Morgan volvía a abrir el marcador (16-8, máxima del partido). La entrada de Cook y Benite mejoraba la defensa azul, pero al final del cuarto el marcador era claro para la Penya (22-16).
Joventut resiste (19-21)
Salió en tromba el conjunto burgalés en el segundo cuarto. Cook y Benite llevaban la igualdad al marcador dese la línea de 3 puntos, e incluso daban las primeras ventajas al Miraflores. Se rehízo rápido el Joventut, que de la mano de un inspirado Albert Ventura volvía al liderato en el partido al ecuador del cuarto (30-26 min 15).
El partido estaba muy abierto, y Kravic aprovechaba la bisoñez defensiva de Birgander. El sueco respondía, aprovechando la falta de contundencia atrás del poste del conjunto burgalés. Al final del cuarto, y tras la técnica de rigor de Peñarroya, McFadden contrarrestaba las canastas de Ventura y Dimitrijevic dejando el marcador en 41-37 con una segunda parte muy abierta por delante.
La defensa cambia el partido (18-31)
Cambió por completo el partido tras el descanso. El Joventut salió a pista buscando a Tomic en la pintura, pero la defensa burgalesa se lo ponía difícil. Benite y Cook seguían a lo suyo sumando en ataque y cerrando en defensa a un Joventut en el que Ventura era su única respuesta en ataque (47-50 min 25).
Cambiaba la tendencia del partido, y un triple de Benite culminaba un 2-11 de parcial que obligaba a Carles Durán a parar el partido para que no se le escapara de entre las manos (51-59 min 27). La salida a pista de Dimitrijevic daba otro aire a la Penya, pero no eran capaces de acercarse en el marcador. Al final del cuarto, el 59-68 del electrónico y sobre todo las sensaciones, favorecían al Hereda San Pablo Burgos.
Sin historia (19-27).
Cabía la posibilidad de una reacción del Joventut, pero desde el inicio se vio que no iba a pasar. Rivero saltaba a pista enchufado y conseguía un 0-7 de inicio que Horton llevó a 0-9 en apenas 2 minutos. Los locales se desconectaron por completo el partido, y dejaron al Miraflores campar a sus anchas por el Olímpico de Badalona. Horton culminó la escapada con un triple que puso un más que definitivo 62-83 con 6 minutos todavía por jugar.
El partido estaba completamente roto, y los minutos restantes simplemente sirvieron para que Rivero siguiera aumentando su cuenta particular. Salash volvió a contar con minutos, aunque todavía el bielorruso sigue en su proceso de adaptación. Al final, y tras un triple sobre la bocina de López-Aróstegui, 78-95 para un Hereda San Pablo que aplastó a la Penya tras el descanso (37-58).
LAS CLAVES
- Cook y Benite: americano y brasileño fueron el revulsivo del equipo. Remontaron el partido en el segundo cuarto y en el tercero, fueron claves junto con sus compañeros para romper el partido gracias a su excelsa defensa. En este partido además se salieron en ataque, mostrando su versatilidad y que siempre están a disposición del equipo para hacer lo que mejor le convenga al grupo en cada momento.
- Rabaseda y Horton atrás: apenas lucieron en el apartado estadístico, pero los jugadores del Hereda San Pablo resultaron claves en el partido. Ambos estuvieron en pista al inicio del tercer cuarto, cuando la defensa burgalesa ahogó al Joventut. Sin sumar mucho en ataque, supieron hacer el trabajo sucio y de desgaste que permitió a sus compañeros brillar. Son jugadores que parece que ni están en pista pero que son clave para sacar adelante este tipo de partidos.
- Jasiel se sale de 5: con las 4 faltas de Kravic y el mal partido de Sakho, Peñarroya tuvo que tirar de nuevo del cubano como pívot, y volvió a resultar. Rivero se salió con un 0-7 de incio en el último cuarto, y aprovechó este período final para romper el partido y salirse con unos números estratosféricos. Al final, el cubano se marchó a casa con 25 puntos y 8 rebotes para 37 de valoración. Eso sí, 14 puntos, 4 rebotes y 22 los hizo en el último cuarto, con el Joventut ya rendido.
- La baja de Ribas: justo al final del último cuarto cayó lesionado Pau Ribas. En la primera parte, el escolta verdinegro fue el mejor de su equipo, con 7 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias. No pudo saltar a pista tras el descanso y vio impotente la debacle de su equipo. Viendo la diferencia del rendimiento del Joventut con él en pista y sin él, no es nada descabellado asegurar que sin la lesión del escolta internacional, el resultado del partido habría sido muy distinto.
- Los números, muy esclarecedores: la derrota del Joventut se ve muy a las claras viendo las estadísticas. El equipo de Carles Durán perdió 20 balones (16 de ellos fueron robos del Miraflroes), por 6 del Hereda San Pablo. Además, sus máximos referentes no tuvieron su noche. Dmitrijevic (-14), Tomic (-19) y sobre todo López-Aróstegui (-34 contando el triple sobre la bocina) restaron muchísimo a su equipo, y lejos de tirar del grupo, fueron una losa para su equipo.
EL MVP
Omar Cook: Rivero acabó con muchos mejores números, pero el partido del base fue para enmarcar. Defendió de manera sublime, anotó cuando peor estaba el equipo y cuando otros compañeros entraron en racha anotadora, supo echarse a un lado y pasó a mover el balón para encontrar a sus compañeros. al final, terminó el encuentro con 14 puntos y 4 asistencias para 17 de valoración (4/4 en triples) y otros muchos intangibles que no recogen las estadísticas.
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