miércoles, 3 de noviembre de 2021

Fin de la mala racha a base de triples (92-80).

Balsámica victoria del Hereda San Pablo burgos en el Coliseum ante el Ewe Baskets Oldenburg (92-80). El conjunto de Zan Tabak se impuso gracias a un tercer cuarto muy bueno en el que al contragolpe y desde la línea de 3 puntos desarboló al conjunto teutón. Con este resultado, el equipo azul se pone líder del grupo H de la Basketball Champions League y clarifica un poco su pase a la siguiente fase de la competición a la espera de las 2 próximas jornadas en las que ejercerá de visitante.



No fue un partido cómodo. Antes del descanso ambos equipos jugaron un choque igualado, pero en el que Oldenburg parecía estar más cómodo. Después del descanso, el Miraflores rompió el partido en el tercero para controlar sin demasiados apuros en el último cuarto. Buen encuentro de McGee, individualista como siempre pero muy acertado de cara al aro y de Braimoth, muy contundente en el aro contrario. Victoria que pone fin a 4 derrotas consecutivas y que da un balón de oxígeno muy grande a Zan Tabak.

LA CRÓNICA

Igualdad (24-24)

El partido comenzó un poco frío. Oldenburg encontró un buen hueco bajo la canasta burgalesa para sumar puntos fáciles. Nikolic era el que daba réplica por parte local, que sufría con las 2 faltas personales de Benite y Braimoth antes del ecuador del cuarto (12-12 min 5).

Los alemanes olían la sangre, y abrían cierta brecha con las canastas de Clark y Odiase bajo el desprotegido aro burgalés. No se iba Oldenburg, que tras un mal final de cuarto recibía un 5-0 final de parcial con un buen Renfroe para dejar el electrónico en empate a 24 tantos tras los 10 primeros minutos.

Oldenburg casi se escapa (16-18)

Ambos equipos iban a lo suyo. El San Pablo anotaba con fluidez desde el arco de 3 puntos mientras que los de Germania lo hacía a placer en la pintura. Sin embargo, las diferencias en el marcador seguían siendo inexistentes (32-32) al ecuador del cuarto.

Heideger seguía sumando desde el tiro libre, y debajo de canasta seguía habiendo un hueco enorme que usaban los jugadores amarillos. El Miraflores se mantenía como buenamente podía en partido. Un triple sobre la bocina de Salash, maquillaba el marcador dejándolo en 40-42 al paso por los vestuarios.

San Pablo aplasta a su rival (33-17)

De los vestuarios salió un partido un poco tenso, hasta que llegó el caos. La defensa burgalesa se hacía fuerte y daba pie al contragolpe. Las ventajas pasaban al lado burgalés, con Rabaseda, McGee o Braimoth viendo el aro con facilidad (58-49 min 25) con un 25-8 de parcial.

Por mucho que lo intentaron los teutones, el Miraflores estaba imparable. La ventaja se iba por encima de los 10 puntos. El aro seguía siendo una piscina olímpica para los tiradores burgaleses, que hacían un daño tremendo a Ewe Oldenburg. Tras 10 de los mejores minutos de la temporada, el partido estaba en 73-59 y casi sentenciado.

Control sin sudar demasiado (19-21)

Lo intentaron los visitantes. Subieron mucho la presión en defensa y en ataque buscaron el aro de forma mucho más práctica. De la mano de la impecable dirección de Hundt, la ventaja estaba siempre a punto de bajar de los 10 puntos de diferencia. No llegó a tal punto, ya que 4 puntos seguidos de Benite, devolvían una ventaja mucho más cómoda al ecuador del período (84-70 min 35).

No daba para mucho más el partido, salvo por la lucha por el basketaverage. A pesar de que Oldenburg llegó a bajar la diferencia de los 2 dígitos, el equipo local supo moverse bien en los instantes finales y cerró el marcador en un buen 92-80, con una renta más que jugosa para imponerse a los alemanes en el global del grupo




LAS CLAVES

- Defensa y contragolpe: el tercer cuarto fue casi un clínic de lo que debería ser el juego de los de Tabak. Durante  minutos, los castellanos defendieron muy bien y consiguieron como regalo ataques fáciles que acabaron casi siempre en canasta. Esperemos que sea una pauta a seguir y no se quede en un oasis dentro del juego caótico y poco efectivo que venía realizando el equipo.

- Los triples: fue uno de esos días en os que el aro se ve como una piscina olímpica. El Hereda San Pablo terminó con un 15/37 en triples. El reparto de los aciertos fue bastante grupal, tan solo destacando sobre el resto las 4 canastas de 11 intentos de 3 de Tyrus McGee, acertado pero demasiado individualista como casi siempre.

Oldenburg fue precisamente lo contrario. Los teutones se marcharon a casa con un mal 4/17 en triples. El mayor exponente de la aciaga noche germana desde el arco fue el 1/7 de Heideger, sobre el papel el mejor triplista de los de Drijencic.

- El listón arbitral: el trío de jueces del partido volvió loco a los jugadores teutones y con razón. Los árbitros favorecieron claramente al San Pablo. El listón fue muy permisivo con la defensa burgalesa y desesperó a los de Drijencic. Breuning se llevó una técnica por protestar tras una evidente falta recibida no sancionada y el cabreo final de Heideger al verse expulsado por una falta mucho más suave de las que a él no le pitaban a favor son ejemplos de lo que llegaron a desquiciar a los árbitros a los de amarillo.

- Salash se asienta: por segundo partido consecutivo el bielorruso tuvo minutos reales en el partido, no los de la basura. Saltó a la pista como sustituto de Braimoth y cumplió con creces, con 6 puntos antes del descanso. Viendo el rendimiento que está teniendo, chirría mucho más el ostracismo al que se ha visto sometido casi hasta noviembre por parte de su entrenador.


EL MVP

Suleiman Braimoth: parece que la competencia le ha espoleado. Tras un partido casi en blanco ante Joventut, el nigeriano se revolvió y Oldenburg pagó los platos rotos. Terminó el partido con 16 puntos, 6 rebotes y 21 de valoración sin ningún fallo en el lanzamiento a canasta

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