domingo, 19 de diciembre de 2021

Derrota y mirando peligrosamente a LEB Oro (101-94).

El Hereda San Pablo Burgos se mete en un lío de los buenos. El conjunto de Salva Maldonado fue incapaz de imponerse a un mermado Monbús Obradoiro en el Fontes do Sar (101-94) y puede dormir a final de la jornada en puestos de descenso a LEB Oro. El conjunto castellano no defendió bien su canasta en todo el partido y permitió muchos lanzamientos a los gallegos, que pese a contar con sólo 8 jugadores, se impusieron mandando en el último cuarto. Gran partido de los de Moncho Fernández, sacando petróleo de una situación muy complicada para los suyos



Por parte burgalesa, lo de casi siempre. McGee pecó de individualidad, amasando todos los balones en ataque en los momentos clave. Y en líneas generales estuvo acertado de cara a canasta, pero fue un colador infame en defensa. En los momentos de la verdad, de nuevo apareció ese San Pablo sin ideas y apático, atado a la inspiración individual de sus jugadores. Día aciago en el lanzamiento lejano (5/19) y en el rebote, permitiendo 21 capturas ofensivas de Monbús Obradoiro.


LA CRÓNICA

Obradoiro despierta a base de triples (22-19)

Después del retraso de casi 3 horas por un positivo en las filas gallegas por Covid (Birutis no fue de la partida), el choque comenzó con un muy entonado San Pablo. Kravic hacía y deshacía con Okouo, y permitía las primeras ventajas visitantes. Mediado el cuarto Ellensson entraba en partido, y dejaba el marcador el 9-13 al ecuador del cuarto.

Despertó Obradoiro con los triples de Scrubb y Robertson. Los gallegos se ponían por delante y empezaban a mandar en el marcador, aprovechando los errores infantiles del Hereda San Pablo, que perdía muchos balones. Al final de los primeros 10 minutos, 22-19 en el marcador.

Igualdad (22-24)

La igualdad marcó el inicio del cuarto. Ambos equipos luchaban cada balón, pero también cometían pérdidas infantiles que impedían que ninguno de los 2 se destacara en el marcador. (33-33 min 15).

Despertó el Miraflores de la mano de Renfroe. El base americano se puso a los mandos del partido y propició un 2-10 de parcial que ponía por delante a los castellanos. Poco duró la escapada, ya que bajo la batuta de Hobbs y a base de triples, Obradoiro se volvía a meter en el choque. Tras los primeros 20 minutos de juego, el marcador era un ajustado 44-43

Nueva escapada burgalesa abortada (25-25)

Salió en tromba el equipo gallego. Los de Moncho Fernández salían a por todas y pillaban desprevenidos a los de Burgos. Poco a poco se entonaban los de Maldonado, que se apoyaban en el buen trabajo de Gamble bajo los aros y la aparición de Benite. Precisamente un triple del brasileño ponía el 53-57 en el marcador en el minuto 25 de partido que obligaba a los locales a pedir tiempo muerto.

Parecía que ésta podía ser la definitiva, pero Monbús Obradoiro volvía al partido. Scrubb se ponía al equipo a la espalda y aprovechaba su superioridad física al poste. El choque se volvía a cerrar, acabando el cuarto en un 69-68 que dejaba un partido en el que las defensas estaban de vacaciones pero que auguraba un último cuarto vibrante.

Mal desde el inicio (32-26)

No pudo empezar peor el cuarto para los visitantes. En apenas 45 segundos, el Hereda San Pablo Burgos se metía en bonus, conviviendo con un lastre tremendo durante todo el cuarto. Okouo hacía mucho daño bajo los aros, pero apareció Gamble. El americano se hacía amo y señor de las zonas, y conseguía sacar de partido a mismo Okouo con 5 faltas personales (76-76 min 33).

La igualdad era máxima. El San Pablo era mucho más efectivo y conciso que los gallegos. Gamble asolaba la pintura gallega, pero éstos se mantenían en partido gracias a los tiros libres y a la multitud de rebotes en ataque que cosechaban. Tanto va el cántaro a la fuente, que al final el Miraflores falló 2 ataques y Obradoiro aprovechó para abrir hueco en el marcador gracias a Scrubb (82-78 min 35).

Llegaban los momentos clave, y Gamble seguía a lo suyo. Ellensson se iba de partido al hacerle su quinta falta al poste americano del San Pablo, y dejó la remontada mucho más allanada. Pero el San Pablo cambió el juego. Con la zona gallega hecha pedazos, el conjunto castellano se puso a jugar al McGee sistema. El americano anotaba en canasta gallega, pero naufragaba en defensa con tiros de Filipovity o Robertoson en al cara de americano. El escolta falló el cuarto ataque seguido que se jugaba sin pasar a sus compañeros, y ahí aprovechó Obradoiro para rematar el partido. Al final., quiero y no puedo y un carrusel interminable de tiros libres que dejó el marcador e 101-94 y con el Hereda San Pablo Burgos hundido en los puestos finales de la tabla de la Endesa ACB.





LAS CLAVES

- La defensa y el rebote: por segundo partido consecutivo en la Endesa ACB, el conjunto azul recibió más de 100 puntos. Es más que evidente que la defensa no está funcionando. Maldonado ha empezado a imponer su sello atrás, pero es complicado cambiar los esquemas defensivos del equipo a mitad de temporada y jugando 2 competiciones. Por ahora no está funcionando y parece que son cambios que van a requerir mucho más tiempo, aunque el equipo se está quedando sin ello.

A rebufo de la debilidad defensiva, llega la debilidad en el rebote. Monbús Obradoiro se fue a los vestuarios con 21 rebotes ofensivos. Para poner en contraste la cifra, el Hereda San Pablo recogió defensivamente 22 rebotes en todo el partido, sólo 1 más que los gallegos en ataque. Los de Salva Maldonado concedieron demasiadas segundas oportunidades. Sorprende este dato, pues con Tabak el conjunto castellano era el líder en rebotes de la competición, cerrando muy bien su aro y recibiendo pocos puntos.

- El tiro exterior: 5/19 en triples, un mal 26% fue lo que cosechó desde detrás de la línea de 6,75 el conjunto burgalés. Muy malas cifras, más si tenemos en cuenta que 3 de los 5 los metió McGee. Un equipo que estaba hecho para lanzar mucho y bien desde el perímetro no encuentra la manera de anotar puntos. No ayudan ahora las lesiones, con Benite entre algodones y Díez de baja por molestias musculares, pero este equipo cuenta con jugadores con suficiente calidad para meter muchos más triples.  

- Usar la cabeza: no es normal que un equipo con 8 jugadores disponibles entre bajas previas y bajas en partido te aguante 40 minutos. No es normal tampoco, que logrando expulsar por faltas a los 2 únicos pívots del equipo (Okouo y Ellensson gracias al trabajo de Gamble), el equipo se olvide de meter balones interiores y se ponga a tirar triples. Muchas veces el baloncesto es un deporte en el que hay que usar las piezas con las que se cuenta y las virtudes que se atesoran con cabeza, nada más.

- Otra vez McGee: nuevo día de algunas luces y muchas sombras del americano. Muy individualista, se fue a casa con 24 puntos, muchos de ellos en el cuarto final, y con sólo 14 de valoración pese a meter más de un 50% de sus tiros a canasta. El problema es que el escolta americano va a lo suyo. Metió canastas, sí, pero ni asistió, ni ayudó al rebote y sobre todo, no defendió un pimiento.

En el último cuarto, Maldonado le dio las llaves del castillo y el equipo jugó para él. McGee cogía el balón en defensa, la subía y sin mediar pase o buscarlo siquiera, se la jugaba. Tuvo 3 seguidas que entraron, pero el problema era atrás. El americano no defendió, y las canastas gallegas fueron todas delante de su cara, con triples, penetraciones en las que además regalaba un tiro libre... Y hasta que empezó a fallar en ataque y el partido se acabó con derrota, claro.


EL MVP

Thomas Scrubb: enorme el partido del canadiense con pasaporte británico. Estuvo acertado en defensa, ayudó mucho a su equipo y supo buscarse sus oportunidades bien desde el triple o bien en el poste cuando le defendía un jugador más pequeño. Terminó el partido con 21 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias para 23 de valoración. Números que cosechó en los 40 minutos que estuvo en cancha, no descansando ni un solo segundo del partido ante la multitud de bajas de su equipo.

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