domingo, 10 de octubre de 2021

Victoria con suspense en el Fernando Martín (91-96).

Trabajada victoria del Hereda San Pablo Burgos, tercera en la presente Endesa ACB, en su visita al Fernando Martín del Urbas Fuenlabrada (91-96). Los de Zan Tabak se repusieron a un inicio complicado y a base de defensa sentenciaron el encuentro en los cuartos centrales del partido. Sin embargo, un bajón en los minutos finales a punto estuvo de costarle una victoria que tenían sentenciada en el minuto 33 de partido. Gran partido de los ala-pívots del equipo, con un Dani Díez clave en la escapada visitante y un Braimoth que siempre supo tirar del equipo en los momentos más complicados.

El choque vino marcado por el show arbitral. El trío que se supone que debe impartir justicia en el choque estuvo especialmente desacertado. Expulsaron a Raventós y a su ayudante, el ex jugador Salva Guardia, tras las protestas que derivaron de un clarísimo error en contra de Urbas Fuenlabrada. Condicionaron gravemente el partido e incluso señalaron a la grada haciendo constar en el acta la actitud de la misma. Un día más protagonistas cuando su trabajo siempre debería ser pasar lo más inadvertido posible.

LA CRÓNICA

Manda Fuenlabrada (23-17).

El inicio fue de locos. En un partido sin defensas, Urbas Fuenlabrada se encontraba como pez en el agua. Los triples de Emegano permitieron abrir una brecha que Braimoth se esforzaba por cerrar (13-8 min 5).

Las rotaciones no cambiaron el panorama, con el juego interior de los locales, Alexander y el adolescente Bagayoko, abusando de un especialmente desnortado Zack. La iniciativa era de los de Raventós, pero un triple postrero de McGee dejaba el electrónico en un ajustado 23-17 tras los primeros 10 minutos de encuentro.

Dani Díez cambia el partido (14-25).

Desde el primer momento se vio que el partido había cambiado. Hereda San Pablo se ponía las pilas en defensa, cerrando a cal y canto su aro. A Fuenlabrada le costaba incluso llegar a tirar a canasta, consumiendo en varias ocasiones los 24 segundos de ataque. El parical era demoledor, con un Dani Díez especialmente inspirado desde la larga distancia y en el rebote. Tras 5 minutos del 2º cuarto, y con una racha asombrosa de 0-14, el electrónico marcaba 23-31.

Empezó a despertar el conjunto local. Peor no lo podían hacer, así que la mejoría de Alexander debajo de los tableros supuso un salvavidas para los locales. McGee y Kravic se alternaban para sofocar la rebelión madrileña, aunque la aparición final de Meindl dejaba el marcador en un abierto 37-42 al descanso.

Bochornoso show arbitral (20-24).

Comenzó el cuarto como acabó el choque en la primera mitad. Hereda San Pablo estaba mucho mejor en pista, y de la mano de Kravic y Braimoth la ventaja se iba abriendo sin prisa pero sin pausa llegando a superar la decena de puntos (44-53 min 25).

Y llegó el Show. Con un Raventós ya caliente, los árbitros pasaron por alto una más que evidente falta de Braimoth sobre Bagayoko, pitando precisamente infracción del maliense de 15 años. El banquillo local estallaba, y el segundo técnico de los de Fuenlabrada, Salva Guardia, acababa en la grada tras lanzar su chaqueta a la pista en forma de protesta. No acabó ahí la cosa, ya que Raventós acabó fuera también por una segunda técnica e incluso dejaron constancia en el acta de una queja al público del Fernando Martín por algo que oyeron desde la grada.

El lío era monumental, y sirvió para espolear a los locales. Aupados por un pabellón entregado, el conjunto local revivía con un 8-0 de parcial. Meindl y Rabaseda se enzarzaban en una lucha tremenda, pero el Hereda San Pablo aguantaba. Al final del cuarto, un triple de Dani Diez dejaba el marcador en 57-66 con 10 minutos por jugarse.

Máxima y desconexión (34-30).

Llegaba el cuarto decisivo, y el Miraflores quería acabar rápido el partido. Otro triple de Díez y una canasta de Benite ponían mucha más tierra de por medio. Fuenlabrada estaba completamente fuera de partido, y la brecha llegaba al +18 (61-79) en el minuto 33. 

El partido parecía completamente sentenciado, pero los de Madrid no habían dicho su última palabra. Despertaba el cañonero Sean Armand, inédito hasta ese momento, que con un 7-0 de parcial él solito, hacía bajar las diferencia de 10 puntos. Un triple de Rabaseda devolvía la barrera psicológica a los de Tabak (70-81 min 35), pero la inercia era favorable a los locales. 

Poco a poco, Urbas Fuenlabrada iba limando diferencias, siempre coqueteando con los 10 de diferencia pero amenazando con acercarse mucho más a nada que se despistara el Miraflores. Y tanto va el cántaro a la fuente, que a falta de 100 segundos para el final, un mate de Alexander dejaba el partido en 86-93. Se jugaba otro encuentro, y reaccionó al fin el bloque de Tabak. El Miraflores devolvía toda canasta fuenlabreña, haciendo que Urbas no se pudiera permitir fallar. Cuando lo hicieron apareció Braimoth para poner el 91-96 definitivo en el marcador, sellando una trabajada victoria que a punto estuvo de tirar el conjunto burgalés en los minutos finales.



LAS CLAVES

- Los árbitros, impresentables: otra vez los árbitros presentándose como protagonistas del partido. Empezaron compensando faltas a un lado y a otro, pero en el tercer cuarto se cubrieron de gloria. No es normal que tras un flagrante error del trío arbitral se machaque de esa forma a un equipo. Braimoth le hizo un falta clara a Bagayoko que encima los de naranja acabaron pitándole al maliense. Normal que explotara el banquillo local, en un choque que veían que podían ganar y en el que estaban ahí al lado.

El castigo al Urbas Fuenlabrada fue muy desproporcionado. De un golpe perdió a sus principales referentes en el banquillo, tuvo 3 tiros libres en contra y perdieron una posesión que era suya. El golpe pudo ser de 6 puntos más en contra de haber anotado los 3 puntos desde la línea de 4,60 y un triple en la jugada siguiente.

Todo esto no excluye que las expulsiones fueran justas. Salva Guardia sobrerreaccionó, tal vez intentando tapar las protestas de un Raventós que ya llevaba una técnica. No sirvió de mucho, y el catalán acabó justamente en la grada. Y no son las expulsiones en sí el problema, si no el motivo que las provoca. Por último, la mención al público en el acta es de traca. Todo pabellón en el que el equipo local pierde acaba protestando a los árbitros. Puede ser que esta vez las palabras fueran especialmente gruesas o incluso amenazantes, pero es lo de siempre. Esto se lo pitan al Fuenlabrada, en campos de equipos mayores no se atreven a hacerlo.

- Al Miraflores le falta gasolina en los finales de partido: exceptuando el partido contra el Besiktas, en el que un impresionante Benite remató el partido, lo cierto es que al Hereda San Pablo se le hacen largos los partidos. Frente a Madrid y Breogán supusieron derrotas, y contra Zaragoza, Andorra y Fuenlabrada pusieron en riesgo rentas de casi 20 puntos en unos minutos finales horribles. El ritmo de los de Tabak en defensa es asfixiante, y el equipo parece que todavía no está al nivel físico que ese tipo de juego reclama.

- Con defensa, sí: Los cuartos centrales del partido remataron el marcador. En esos 2 períodos el Miraflores se impuso claramente a Urbas Fuenlabrada. El partido giró en torno a la defensa, y de ir 6 puntos por debajo, acabaron en el minuto 33 de partido ganando por 18 (38-62 de parcial entre el minuto 10 y el 33 de partido).

Sin embargo, primer y último cuarto fueron de Fuenlabrada. Con ataques desbocados y sin defensas, los locales estuvieron mucho más a gusto en el partido e incluso pusieron en un brete una victoria que en el minuto 33 parecía imposible que se escapara. En los 17 minutos en los que Urbas Fuenlabrada impuso su juego, el parcial acumulado fue de 53-34.

- Zack debe reaccionar: muy mal partido del poste americano. Es cierto que estuvo presente en la remontada del 2º cuarto, pero no puso mucho de su parte. El pívot se vio completamente superado por Basalla Bagayoko, un jugador de 15 años de edad. Pasan los partidos, y pese a destellos concretos, parece que el ex jugador del Petkim turco no acaba de adaptarse al baloncesto español. La exigencia física es mucho mayor, y sólo cuando es notablemente superior en el apartado físico es capaz de imponer su juego. Y eso en la Endesa ACB es muy complicado, pues los interiores rocosos abundan en todas las plantillas.  



EL MVP

Dani Díez: gran inicio de campaña del jugador del Hereda San Pablo. El alero madrileño firmó un gran encuentro, siendo clave a la hora de romper el marcador en el 2º cuarto y sentenciarlo definitivamente en el arranque del 4º. Terminó el partido con 13 puntos, 5 rebotes, 14 de valoración y un +15 del San Pablo con él en pista. Todo ello en poco más de 15 minutos en pista.


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