Victoria trabajada del Real Madrid en su visita al Coliseum del San Pablo Inmobiliara Burgos por 95-100. El conjunto de Pablo Laso decantó a su favor un partido mucho más complicado de lo que se presuponía ante un San Pablo peleón que dio la que ha sido, de lejos, su mejor cara de la temporada. El recinto burgalés presentó de nuevo sus mejores galas con 9.200 personas en el graderío que se dejaron la piel para alentar a un equipo que sometió a uno de los mejores equipos de Europa, hasta que en los minutos finales se impuso la calidad de los jugadores merengues.
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| foto: jarcha |
Con este resultado, el Real Madrid sigue en primera posición de la Liga Endesa ACB con un inmaculado 6-0, mientras que los hombres de Diego Epifanio siguen en la parte baja de la tabla con un 0-6 de parcial.
LA CRÓNICA
Así se deben empezar los partidos
Desde un primer momento, se veía que los jugadores del San Pablo tenían ganas. El Madrid salía con el bisoño Radoncic de ala pívot, lo que permitió a Thompson y Huskic campar a sus anchas por la zona madridista. Aún así, los de Laso pegaban un pequeño empujón que les dejaba cuatro puntos arriba, situación bien sofocada por el San Pablo (12-12 min 6) Los jugadores de azul demostraban una intensidad y concentración muy superior a partidos anteriores. El 17-18 que lucía el marcador al final del primer cuarto hicieron desaparecer los fantasmas de un partido como el de Santiago
Irrumpen Schreiner y Sebas Sáiz
Arrancaba el segundo cuarto con un intercambio de canastas por parte de ambos equipos. Los cambios no variaban el panorama del partido, y la igualdad en el marcador seguía siendo la tónica. Sebas Sáiz, por fin con minutos para demostrar su calidad, seguía haciendo daño en la zona, y a él se unió Thomas Schreiner.
El austríaco se subía al equipo a las espaldas con una dirección certera, una buena defensa en las líneas de pase y mirando a canasta con acierto. El Madrid aguantaba (33-33 min 16) hasta que entraron en pista Huskic y Gailius. El bosnio y el lituano siguieron la buena línea del equipo y en los minutos finales del cuarto consiguieron despegarse en el marcador hasta el final 45-39.
El San Pablo se mostró hasta el descanso como un equipo irreconocible para bien. Intenso en ambos lados de la pista, cerrando el rebote en defensa y sabiendo explotar las debilidades del Madrid. Además consiguió que el conjunto de Laso no corriera al contragolpe con fluidez.
El sueño es posible
Salió en tromba el Madrid de vestuarios. En un abrir y cerrar de ojos, los blancos pusieron el 47-47 en el marcador. El partido entró en un intercambio de canastas entre Campazzo y Thompson, hasta que la defensa burgalesa logró frenar al argentino. En el otro lado de la cancha, Deon campaba a sus anchas y desdibujaba a Ayón con un mate en su cara (58-51 min24). Laso paraba el partido y el Madrid volvía a dar un pequeño arreón y se acercaba en el marcador (58-56 min 25) lo que obligaba a Epi a pedir tiempo muerto.
Bajaba el pistón Thompson, pero Huskic pedía su cuota de protagonismo. Con 3 tapones en defensa y comiéndose a Ayón por completo, ponía al Miraflores 63-56. Las faltas sacaban del partido a la pareja interior burgalesa, pero Sebas Sáiz seguía muy intenso y efectivo ante el equipo dueño de sus derechos deportivos y estiraba el marcador hasta rozar la decena de puntos de ventaja (70-61 min 28).
Llegados a este punto, y tras los partidos anteriores, el Coliseum no daba crédito y empezaba a creer que la victoria ante el Real Madrid, esa que parecía imposible 5 días atrás, estaba al alcance de la mano. Los blancos ponían coto a la sangría, y al descanso, el luminoso lucía un esperanzador 73-68.
De lejos, los mejores 10 minutos del San Pablo Inmobiliaria Burgos de la temporada.
Calidad y triples
El Madrid volvió a pista con Doncic, inédito en la segunda parte hasta el minuto 29, a los mandos del transatlántico blanco. El equipo de Laso salía más serio en su juego, ajustando la defensa y certero en ataque. A falta de 6 minutos para el final, el conjunto merengue se ponía por delante por primera vez en muchos minutos (80-82). El San Pablo no se rendía y seguía en el partido hasta que la calidad blanca se impuso.
Primero fue Rudy con un triple que despegaba a los suyos en el marcador (83-87 min 37), y tras un intercambio de canastas, Santi Yusta, gran partido el suyo, sumaba 5 puntos seguidos hasta el 85-91. Poco después era Maciulis el que daba cuenta del aro burgalés desde más allá de la línea de 6,75 poniendo un 87-95 en el marcador que parecía definitivo a falta de 2 minutos para el final. No se rendía el San Pablo, que tenía a tiro conseguir la machada del año en la ACB y tras 4 puntos seguidos obligaba a Laso a parar el partido. De nuevo emergió Rudy, que con un triple sentenciaba el partido en el último minuto. Al final del partido, el luminoso reflejaba un 95-100 con el Coliseum entregado a unos jugadores que se dejaron la piel en la pista pero que no pudieron con la calidad del Real Madrid.
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LAS CLAVES
-Intensidad: por fin el equipo de Epi le puso ganas. Intensos en el rebote, defendiendo bien a pesar de lo abultado del resultado e inteligentes en ataque para aprovechar las debilidades madridistas. Si el San Pablo sigue en esta línea no tardarán en llegar las victorias. ¡Qué hubiera sido de partidos como el de Iberostar Tenerife, Movistar Estudiantes o Monbús Obradoiro con esta intensidad en el juego!
Hasta Epi, ampliamente criticado por sectores de la afición burgalesa por su aparente desidia en los partidos, parecía Mc Enroe protestando al juez de silla en la final de Wimbledon.
- Juego interior: estaba claro que era el punto débil del Madrid. Las bajas, por diferentes motivos, de 3 de los pívots madridistas, hacían que los de Laso solo contaran con dos hombres interiores. Bien lo supo aprovechar el San Pablo, cargando el juego sobre la pintura madridista. El partido de Deon Thompson, Goran Huskic y Sebas Sáiz (éste último por fin con minutos de calidad) fue para enmarcar. Entre los 3 volvieron loco a Gustavo Ayón, que estuvo sobrepasado por sus pares burgaleses todo el encuentro.
Mención especial para Huskic. El día que el bosnio se autoconvenza de que puede jugar de tú a tú con la práctica totalidad de los interiores de la ACB (como hizo con Ayón a lo largo de todo este partido), el San Pablo ganará a un jugador capaz de marcar diferencias en ataque.
-Calidad: hoy en día es la gran diferencia entre merengues y azulones. Los recursos del Madrid son infinitamente superiores a los del equipo de la orilla del Arlanzón y eso decantó el partido en los minutos finales. Los triples de Yusta, Maciulis y Rudy Fernández sentenciaron el duelo en los minutos finales. Cualquiera de estos jugadores sería la referencia absoluta del San Pablo Inmobiliaria. En Madrid apenas llegan a los 20 minutos en pista si es que entran en la convocatoria.
La diferencia de calidad de los equipos marcó la diferencia
- Cansancio: el de ayer en el Coliseum era el cuarto partido en 7 días para el Real Madrid y los jugadores lo notaron. Durante muchos momentos, los blancos adolecieron de cierta intensidad en defensa provocada por la acumulación de minutos. Laso intentó rotar mucho a sus jugadores dosificándolos todo lo que el Miraflores le dejó.
Para muestra un dato: Doncic, ahora mismo la gran estrella blanca, salió del descanso vestido con el chándal del equipo y se sentó al final del banco. Si no hacía falta, no volvía a salir a pista. La realidad fue que faltando un minuto para el final del tercer cuarto, y con el San Pablo coqueteando con los 10 puntos de ventaja, a Laso no le quedó más remedio que tirar de su estrella para finiquitar el partido.
EL MVP
- Facundo Campazzo: el base borícua fue el gran estilete del Real Madrid. Tras el paso por vestuarios el menudo director de juego argentino sostuvo a su equipo en el partido ante la avalancha del San Pablo. Sus puntos en el tercer cuarto mantuvieron a sus compañeros en la pomada, y su dirección en los minutos finales fue clave para conseguir los triples que sentenciaron el encuentro a favor del equipo merengue.
