domingo, 11 de abril de 2021

El Miraflores confirma su crisis en Fuenlabrada (89-83).

Se confirmaron los peores augurios. El Hereda San Pablo Burgos volvió a ofrecer una pobre imagen en el Fernando Martín y cosechó una dura derrota (89-83) frente a un Urbas Fuenlabrada que fue mejor pero que también hizo un mal partido. La superioridad fuenlabreña en el rebote y un mejor desempeño desde la línea de 3 dejaron en bandeja una victoria que vale oro puro para un Urbas Fuenlabrada inmerso en la lucha por no descender de la Endesa ACB. Los mejores del partido, el brasileño Meindl y Marc García, los faros en ataque de los de Raventós.



Una vez más, el conjunto castellano jugó un mal partido. Más allá de la derrota, lo que de verdad preocupa es la imagen que ha dejado el equipo en estos días. Perder contra el Barça entra dentro de la normalidad. Contra Lenovo Tenerife también, aunque lo que no cuadraron fueron las formas. Contra el Urbas Fuenlabrada, ni las formas ni la derrota en sí son justificables. El equipo parece que ha dejado de luchar cada balón, y algunos jugadores antes muy participativos, parece que hacen la guerra por su cuenta.


LA CRÓNICA

Partido trabado (20-19).

Desde el primer momento se vio que el partido no iba a ser bonito. Urbas Fuenlabrada proponía una defensa muy fuerte, y el Hereda San Pablo entraba al trapo. Al 5-0 de inicio de los locales, respondía el Miraflores con un 0-7 liderado por McFadden, que con 2 triples ponía por encima al conjunto burgalés (7-10 min 5).

Reaccionó Fuenlabrada con la entrada de Eyenga. El congoleño se ponía al equipo a las espaldas, y con su defensa y su arrojo en ataque daba la vuelta al partido, con un 11-1 de parcial demoledor. Al filo del fin del cuarto, un 2+1 de Sakho dejaba el marcador en un ajustado 20-19.

Fuenla es menos malo (13-11).

En el segundo acto, Urbas Fuenlabrada salió a por todas. A base de triples, el equipo de Raventós se destacaba en el marcador, con un San Pablo que apenas se mantenía a remolque en el partido (31-25 min 15).

El choque entraba en una fase muy fea, con multitud de errores en el lanzamiento, tiros mal seleccionados y juego trabado. Kravic acercaba a los visitantes e el marcador, aunque los madrileños se rehacían y volvían a destacarse gracias al rebote ofensivo. Al final de los primeros 20 minutos, muy poco baloncesto y 33-30 en el electrónico.

Marc García abre el marcador (22-18).

De inicio, el partido todavía empeoraba. Samar cometía su 5ª falta personal en el minuto 22, y Urbas Fuenlabrada anotaba gracias a los rebotes ofensivos que no luchaba el Miraflores. Kravic era el único de los visitantes que oponía resistencia, ayudado a ratos por McFadden (41-39 min 25).

Y aparecieron los triples. 1 de Eyenga y 2 de un desatado Marc García rompían el electrónico y daban ventajas claras a los locales. Sin embargo, no llegaban nunca a la línea psicológica de los 10 puntos. Rivero ponía anotación por parte de los de Peñarroya, que no podían impedir un triple sobre la bocina de Novak que dejaba el marcador en un preocupante 55-48 con 10 minutos por jugarse.

Adiós defensas (34-35).

Llegaron los momentos decisivos, y todavía cabía la reacción de los jugadores del Hereda San Pablo Burgos. No fue así. Urbas Fuenlabrada llevaba siempre la iniciativa en el juego, y aunque no lograban destacarse demasiado en gran parte gracias a la aciaga tarde de Trimble, la ventaja no se reducía. Más bien aumentaba. Poco a poco, sin hacer demasiado ruido, los locales sumaban más puntos que sus rivales. Los triples de García y Novak, y los rebotes de ataque de Meindl cercenaban cualquier intento de remontada del Miraflores (70-60 min 36).

Lo intentaba el San Pablo, pero a base de acciones individuales. Renfroe hacía la guerra por su cuenta y McFadden se obcecaba con el lanzamiento de 3 sin demasiado acierto. Desaparecían las defensas de la pista, y ambos equipos anotaban muy fácil y práctico, sin buscar grandes jugadas. El choque se iba más allá de los 10 puntos (78-66 min 38), y entonces tuvo el Hereda San Pablo un pequeño arreón de orgullo. Tarde, pues Urbas Fuenlabrada no especuló con el resultado y certificó su victoria por 89-83, un resultado que puede darles la salvación y que deja al Miraflores casi sin opciones de ser cabeza de serie en los Playoff.




LAS CLAVES

- Melo Trimble, perfecto termómetro del momento del Hereda San Pablo: el partido del base del Urbas Fuenlabrada es fiel reflejo de lo que pasó en la pista. El americano llegó al partido como máximo anotador de la Endesa ACB con 18,7 puntos por partido. No tuvo su día, y terminó el choque con 6 puntos, todo ellos desde la línea de tiro libre y 4 de ellos con el partido casi sentenciado.

Si el máximo anotador de la competición, dentro de un equipo de la parte baja, no tiene su día y apenas anota tiros; recibir 89 puntos es una auténtica barbaridad. Con Trimble un poco acertado acercándose a sus guarismos, Fuenlabrada hubiera rebasado la línea de los 100 puntos con facilidad.

- El rebote ofensivo: fue una sangría. Urbas Fuenlabrada jugó un mal partido con muchísimos fallos en el lanzamiento. Trimble (0/7 en tiros de campo), Novak (2/6 en triples) o incluso Meindl (1/6 de 3 puntos) fallaron una cantidad muy alta de lanzamientos. Si Urbas Fuenlabrada pudo irse en el marcador, fue por los rebotes ofensivos. Los de Raventós se fueron al vestuario con nada menos que 19 rebotes de ataque, con Meindl (6) y Chema González (7) como jugadores más destacados. Como dato, el Hereda San Pablo logró 25 rebotes en el total del partido, sólo 6 más de los que concedió en ataque.

- García tira del equipo en los momentos decisivos: el escolta del Urbas Fuenlabrada apareció en el momento justo. Mediado el tercer cuarto, con el partido bloqueado por las defensas, García tiró de galones y a base de triples rompió el marcador, aprovechando el inicio del último cuarto para llevar las ventajas a cotas cercanas a los 10 puntos. Abrió el partido y supo aprovechare el mal choque de los de Burgos, algo que su conjunto casi desperdicia.

- Pocos referentes en el Miraflores: Benite tuvo una noche aciaga, Cook no fue ni la sombra de lo que suele ser y Renfroe hizo la guerra por su cuenta. Respondieron Rivero y McFadden, con el americano desbocado en el lanzamiento  pero poco acertado (4/12 en triples). 

Mención aparte para Kravic. El serbio aportó mucho al partido, y durante muchas fases parecía la única luz en el equipo azul. Incomprensiblemente, Peñarroya se olvidó del center en los minutos finales. El técnico catalán no le pasa una a su pívot, y aunque esta vez hiciera más falta que nunca, no volvió a saltar a pista. A destacar también el rosco en minutos de Salash y Barrera, jugadores intensos y que podrían haber aportado algo diferente al partido, pero que no saltaron a pista.


EL MVP

Leo Meindl: gran partido del brasileño, que con actuaciones como ésta se está ganando un contrato en un club que juegue competición europea. Terminó el partido en el Fernando Martín con 20 puntos, 11 rebotes (6 en ataque) para 27 de valoración.

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