jueves, 29 de marzo de 2018

Monbús Obradoiro: la sorpresa que se va deshinchando.

Vuelve la Endesa ACB al Coliseum de Burgos. En la matinal del domingo 1 de abril, a las 12:30 horas, el San Pablo Inmobiliaria Burgos recibe a los gallegos del Monbús Obradoiro de Santiago de Compostela. El partido de la jornada número 25 se antoja clave en la lucha por el descenso para los burgaleses. Tras un mal partido en Madrid frente al Movistar Estudiantes, el Miraflores debe poner toda la carne en el asador para tratar de revertir la mala racha de victorias y empezar a poner de manera definitiva distancia con los equipos que marcan el descenso a LEB Oro.

Semana tranquila para los burgaleses. Tras un tiempo con continuos sobresaltos en forma de lesiones, refuerzos o bajas por motivos externos al baloncesto, Epi y su cuerpo técnico han podido trabajar con tranquilidad durante toda la semana. Más allá del punto de vista físico o de qué rival se avecina, el principal foco de atención ha sido el mental. Tras la dura derrota hace 15 días ante el F.C. Barcelona Lassa y la mala imagen en la abultada derrota frente al Movistar Estudiantes, los jugadores deben levantarse y demostrar que el equipo que acabó la primera vuelta de manera brillante todavía está ahí. 

Por parte del Monbús Obradoiro, el partido del domingo es una oportunidad de alejarse de manera definitiva del descenso. Tras un inicio de temporada fulgurante, el conjunto gallego se fue deshaciendo como un azucarillo, quedándose incluso sin Copa del Rey tras arrancar la temporada con 7 victorias y 2 derrotas. Ahora, el plantel de Moncho Fernández se encuentra en la zona media de la tabla alejado del descenso pero con los puestos de post-temporada lejos. Si el equipo coge una buena racha, que esperemos no empiece en Burgos, puede plantearse la lucha por el playoff; pero no deben dormirse en los laureles porque una sucesión de derrotas podrían acercarles peligrosamente a la zona caliente de la clasificación, a pesar de las 5 victorias de diferencia con el descenso.


REMEMBER






LA PLANTILLA

BASES

En esta posición nos reencontramos a un histórico del baloncesto en Burgos. Albert Sábat, 2 ascensos con el Tizona, sigue siendo ese correcto director de juego aplicado en defensa y con un tiro de larga distancia muy peligroso. En su debe, el apartado físico y un juego un tanto previsible. El contrapunto es Pepe Pozas, un base 100% director que está haciendo un muy buen año, pero al que le cuesta mirar el aro .


ESCOLTAS/ALEROS

Nos encontramos aquí con una de las revelaciones de la temporada. En su primera experiencia profesional, el americano Matt Thomas está siendo el termómetro del equipo. El escolta, el típico "raza blanca tirador" que diría Andrés Montes, fue capital en el inicio de campaña y el bajón del equipo coincidió con una leve bajada de sus prestaciones. Si está mal, el equipo lo nota muchísimo. Le da descanso David Navarro, un escolta de baja estatura (186 cm) que a base de trabajo y defensa se ha asentado en la ACB.

Para la posición de alero, Moncho Fernández cuenta con 2 jugadores extranjeros de características parecidas. El lituano Eimantas Bendzius es un "3" muy completo que hace de todo en pista. Suma muchos intangibles y es el guardián perfecto de Thomas. Mucho trabajo sucio en pista pero con hueco para su lucimiento personal (10 ppp y 4rpp). Le acompaña Martins Laksa, un  letón que está jugando a la sombra de su compañero. Jugador también muy completo pero al que todavía le falta dar un puntito más para competir en la ACB.


ALA-PÍVOTS/PÍVOTS

La gran referencia en la zona es Artem Pustovyi, un interminable pívot ucraniano que además de hacer buenos números marca mucho el juego. Es un jugador muy fuerte en defensa, máximo taponador de la competición (2.3 por partido), y un gran reboteador. En ataque se limita a producir en la zona, pero una vez recibe el balón es muy difícil de parar. La pareja de baile del  ucranio es el americano Ben Simmons, un "4" abierto y muy móvil que juega mucho de cara a canasta. Su juego se complementa a la perfección con Pustovyi.


Para dar descanso a ambos jugadores, están Nemanja Radovic, un interior fuerte y rocoso pero con cierta tendencia  a alejarse de la zona; y Nacho Llovet, un ala-pívot muy versátil que destaca por su férrea defensa y por no dar un solo balón por perdido.


LAS CLAVES


- El termómetro Thomas: el alero americano es el fiel reflejo del equipo. Mediada la primera vuelta, tuvo un pequeño bajón de juego y el Obradoiro dejó de ganar. Últimamente ha retomado el pulso y el equipo lo ha notado. Por lo tanto, conseguir frenar al exterior "gallego" es una de las claves para limitar las opciones en ataque de los visitantes.

- Desconectar a Pustovyi: el ucraniano está haciendo una gran campaña. Más allá de los números, también buenos, su presencia en pista condiciona el juego contrario: los atacantes no se atreven a anotar bandejas en la zona, en ataque es un foco a tener en cuenta, cambia muchas situaciones de juego, ... Lo que haga en defensa no está en la mano del San Pablo, pero sería un gran avance conseguir aislar a Pustovyi en ataque. Con ello, el Obra perdería opciones en ataque y sería un equipo mucho más predecible solamente con Thomas como punta de lanza en ataque.


- La baja de Corbacho: el alero malorquín, el hombre que se ha olvidado de tirar de 2 puntos, estaba volviendo por sus fueros tras una etapa marcada por las lesiones. Con él en pista, el juego de ataque gallego no se centraba tanto en Thomas, lo que beneficiaba las opciones de sus compañeros y generaba muchos espacios a Pustovyi. Pero la desgracia se ha cernido otra vez sobre el alero, que está lesionado. Dura baja para Mocho Fernández.

- Recuperar sensaciones: tras la dolorosa derrota con el Barça Lassa y al mala imagen frente al Estudiantes, el San Pablo debe venirse arriba y luchar por una salvación que está en la palma de su mano. La ventaja con el Betis se ha esfumado, pero lo peor del calendario ya ha pasado y es la hora de volver a la senda de la victoria.

- Ánimo de revancha: el partido de la primera vuelta marcó el mejor momento del año para el Obradoiro y el peor para el San Pablo. En un primer cuarto arrollador, el Obra deshizo por completo a un Miraflores incapaz de plantar cara en pista y que en apenas 10 minutos se despidió del partido. Tras este encuentro, Monbús empezó a desinflarse poco a poco, primero en juego luego en victorias, y sirvió de acicate para los burgaleses, que desde ese día dieron un cambio radical que les ha llevado a luchar en pista contra cualquier equipo.


BONUS

- Joventut: tras dedicar el otro día una entrada a la crisis del Joventut no se ha vuelto a escribir nada por una sencilla razón: no ha pasado nada. Se evitó la disolución del equipo  (99% de votos en contra), pero a la directiva la jugada les salió bien a medias. Esperaban forzar al Ayuntamiento de Badalona a que les dieran parte del dinero acordado, pero solo les dieron la mitad de lo deberían recibir por la Fundación Badalona Capital Europea del Bàsquet supeditado a la obtención de un aval bancario. La realidad es que el Joventut va a tener complicado, por no decir imposible, conseguir ese respaldo financiero teniendo en cuenta las deudas que arrastra. Además, si lo consiguieran, esos 375.000€ sólo podrían dedicarse a las categorías inferiores, así que nada de sueldos, traslados u otros menesteres del equipo ACB. El Consistorio de Badalona ha advertido al club que para recibir el resto de las subvenciones pactadas debe justificar los gastos de la FBCEB de los ejercicios 2015 y 2016.

En resumen, la vida sigue igual. La situación del club es la misma que arrastra desde el inicio del año 2018 y visto lo visto no parece que vaya a cambiar demasiado en las próximas fechas. A final de temporada, cuando se vea la verdadera situación del club, sí que deberían tomarse decisiones más trascendentes.

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