Después de 7 derrotas consecutivas, por fin ha llegado el momento. El San Pablo Inmobiliaria Burgos se ha impuesto al Monbús Obradoiro (86-77) en un intenso partido correspondiente a la jornada número 25 de la Endesa ACB. La balsámica victoria supone cortar una racha que se ha prolongado tantos partidos como se llevaban de la segunda vuelta. En un partido muy intenso y siempre abierto, los locales han sabido aprovechar mejor sus oportunidades y han cerrado el partido con un triple de Corey Fisher con 80 segundos en el marcador. Victoria importantísima que pone coto a la remontada de los equipos que estaban por debajo en la clasificación del Miraflores y que ponían en duda el futuro del conjunto de Diego Epifanio en la ACB.
Partido muy intenso y luchado en todas las acciones. Los azules se jugaban muchísimo y es algo que se notó desde el primer momento. Durante buena parte de la primera mitad, el Obradoiro llevó la iniciativa del partido y amenazaba con romper el partido de la mano de Albert Sàbat. Sin embargo, el San Pablo supo contener a los pupilos de Moncho Fernández y le daba la vuelta al partido tras el descanso. Desde ese instante, los burgaleses estuvieron cerca de sentenciar el choque en varias fases del mismo, pero los gallegos se aferraron a él con uñas y dientes y a punto estuvieron de llevarse la victoria del Coliseum burgalés. Al final, victoria clave de los locales en su lucha por mantener la categoría que hace que el Monbús Obradoiro no pueda, de momento, olvidarse de los puestos que dan acceso a la Adecco LEB Oro.
Foto: @Jarcha |
LA CRÓNICA
La segunda unidad al rescate
El inicio del partido fue típico. Ambos conjuntos se tanteaban e imponían su frescura en ataque. El intercambio duraba poco, ya que el Obradoiro se entonaba en defensa y Sàbat (6 puntos) y Bendzius (5 tantos) ponían distancia en el marcador y obligaban a Epi a pedir un tiempo muerto para que la racha no fuera a mayores (6-13 min 6). El técnico burgalés rotaba a sus pupilos, y con la segunda unidad en pista retomaba el pulso al partido. Con Deon Thompson fuera con 2 faltas personales, los jugadores de banquillo cerraban la canasta y en ataque estaban más acertados con una mejor dirección de balón. Con un triple sobre la bocina, Jenkins ponía el 17 iguales a final del cuarto.
Huskic devuelve al equipo al partido
Pronto aprendieron la lección los gallegos. En un inicio fulgurante devolvían los 7 puntos de renta de la mano de un imperial Pustovyi. El ucranio demostraba por qué es uno de los mejores pívots del campeonato y se imponía en ataque y en defensa poniendo tapones a todo el que se acercase a sus dominios. Al él, se unía Radovic. Moncho Fernández veía los problemas en la zona burgalesa y jugaba con sus 2 pívots causando estragos al San Pablo. Con el 22-29 mediado el cuarto, Epifanio llamaba a los suyos para cambiar la dinámica.
El Miraflores defendía en zona para frenar la sangría interior, pero según se acercaban a canasta, la defensa cambiaba a individual, desconcertando a los jugadores del equipo de Santiago de Compostela. A ello se unía la entrada en pista de Huskic, que imponía su juego a ambos lados de la cancha. Por mucho que el preparador de Obradoiro lo intentaba, no era capaz de revertir el juego burgalés. Parecía que el San Pablo rompía le partido, pero Sàbat aparecía con un arreón final para mantener a los suyos vivos al paso por vestuarios. (36-37).
Fisher desatado
La dinámica de los inmobiliarios al final del segundo acto estaba siendo muy buena y se mantuvo con la reanudación. El conjunto burgalés circulaba el balón de manera notable y abría una brecha en el electrónico (48-44 min 24). Moncho Fernández intentaba revertir la situación, pero Pustoviy y Llovet cometían 3 faltas personales y se quedaban en el banco.
Corey Fisher emergía, y a base de triples y penetraciones imposibles distanciaba al San Pablo. La exhibición del base del Bronx estuvo a punto de partir el partido apoyado en Deon Thompson y Sebas Sáiz. Ante la situación, Monbús tiró de aleros altos para minar a los burgaleses y cargar de faltas a Cancar y Martínez. Al final los gallegos se mantenían vivos en el partido de milagro (63-57).
Saber aprovechar las ventajas
El cuarto final no empezó como el entrenador visitante quería, y en menos de 1 minuto tiraba de Pustoviy y Llovet a pesar de sus faltas. Sin embargo Deon Thompson seguía a su aire y apoyado en una magnífica dirección de Schreiner ponía con asiduidad la diferencia en la decena de puntos (74-64 min 35). Pero el partido no estaba sentenciado ni mucho menos. Cancar y Martínez eran descalificados por faltas y Obradoiro supo aprovechar el agujero. En un abrir y cerrar de ojos, los gallegos enjugaban la diferencia (74-72 min 37) apoyados en el juego total de Bendzius, claramente superior a su par en defensa.
Comenzaba un nuevo partido, y la entrada en el parquet de Álex López cambiaba el panorama. El balón de los burgaleses volvía a fliur en ataque apoyándose en un juego más alegre al contar con exteriores más móviles en la cancha. El San Pablo imponía su juego y un robo del escolta canario provocaba un contragolpe con el que Corey Fisher cerraba el partido con un triple a falta de 80 segundos (83-72). De ahí al final del partido el marcador se movió simplemente para poner el definitivo 86-77 que daba la victoria a los locales.
ESTADÍSTICAS Y VÍDEO
LAS CLAVES
- Fisher + Schreiner: a principio de temporada la pareja de bases burgalesa era discutida por casi todo el mundo. El americano no se mostraba como ese anotador capaz de romper partidos, y el austríaco estaba muy desacertado moviendo el balón, su virtud. Sin embargo, ambos jugadores han revertido esa situación. Fisher ya es ese jugador desequilibrante que se suponía. Rompe defensas sin compasión y sus números han aumentado considerablemente. Solo le falta algo más de regularidad. Schreiner por su parte se está destapando como un gran director de juego. Sabe darle al partido el ritmo que requiere, y la defensa burgalesa mejora muchísimos enteros con él en pista. Lástima que no esté entonado cuando debe mirar a canasta.
Ante el Obradoiro ambos se combinaron para darle al equipo lo que necesitaba en cada momento. Fisher fue el ejecutor tras el descanso, y con 22 puntos fue una pesadilla para la defensa gallega. Schreiner mientras tanto, puso la pausa al partido en el segundo cuarto y casi consigue romper el partido buscando a sus compañeros en el cuarto período. Si juntamos sus 2 partidos en un sólo jugador, sería el partido perfecto.
- Matt Thomas no comparece en el Coliseum: el mejor anotador de la temporada del Monbús Obradoiro pasó de puntillas por Burgos. Sus 15,5 puntos de promedio bajaron considerablemente a orillas del Arlanzón. Álex López hizo un trabajo inmenso y dejó al escolta americano en, atención, ¡¡¡¡0 puntos!!!!.
- ¿Por qué no salió Sàbat?: el que fuera base del Tizona (ovacionado por el público al inicio del partido) se estaba saliendo en su vuelta a Burgos. Una muy buena primera parte se estaba viendo refrendada en el tercer cuarto. Antes de los 10 minutos finales, llevaba 17 puntos anotados. Incomprensiblemente Moncho Fernández se olvidó por completo de su mejor hombre del partido y puso en pista a un desacertado Pepe Pozas e incluso al escolta David Navarro en su posición, totalizando 0 minutos en el período definitivo. ¿Ataque de entrenador?.
- Protagonistas por cuartos: Sàbat en el primero, Pustovyi y Huskic en el segundo. Fisher tras el descanso y Thompson y Bendzius al final. Cada uno de estos jugadores fue el mejor del momento en el partido. Ambos equipos se apoyaron en figuras individuales que monopolizaron el juego de sus equipos y marcaron el devenir del encuentro. En un partido tan igualado estos jugadores tiraron de orgullo, galones y calidad para intentar llevar a su equipo a la victoria.
- Lucha en la pintura: el duelo de esta mañana en las zonas ha sido muy bonito. Por parte visitante, Pustovyi ha impuesto su ley. El mejor taponador de la ACB ha sido clave sobre todo en la primera parte, cambiando el juego burgalés. A su lado han estado un muy combativo Nacho Llovet (sería un jugador todavía más grande si a ese carácter se le sumara algo más de calidad) y Radovic, sabiendo aprovechar sus minutos y los espacios de sus compañeros.
Por parte burgalesa, gran derroche de fuerza e intensidad de Sebas Sáiz, combativo hasta el fin y sin arrugarse un ápice frente a Pustovyi. Huskic impuso su gran calidad en el segundo cuarto y Deon Thompson brilló tras el descanso ofreciendo un repertorio muy completo de lo que es un pívot total, capaz de sumar sea cual sea la situación y sin importar qué jugador está delante.
- Esperpento arbitral: todo comenzó con una falta técnica más que rigurosa favorable al San Pablo. Tras la acción intentaron compensar al Obradoiro influidos por las presiones de parte gallega, lógicas y que hacen todos los equipos al trío arbitral. El problema es que los colegiados no supieron parar. La segunda parte se convirtió en un despropósito de tales magnitudes que ambos equipos se vieron claramente perjudicados por los árbitros. Técnicas, antideportivas, faltas en ataque, repeticiones de tiros libres, pasos inexistentes, .... Demencial. Que los encargados de clarificar las disputas del juego estén tan desacertados no favorece precisamente al espectáculo.
EL MVP
Álex López y Corey Fisher: ambos jugadores se lo merecen. El americano destacó con 22 puntos y 3 asistencias para 19 de valoración. El escolta por su parte no destacó por sus números (4 puntos 2 rebotes y 2 asistencias) sino más bien por una defensa excelsa que dejó en 0 puntos al mejor anotador del Monbús Obradoiro. A esto hay que sumarle la calma y fluidez que dio al ataque del San Pablo en los minutos finales del partido.
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