domingo, 27 de enero de 2019

2 tiros libres condenan a un muy buen San Pablo (94-92).

Derrota muy injusta del San Pablo Burgos ante el Valencia Basket (94-92) en un partido en el que un Miraflores mermado por las lesiones plantó cara al 4º presupuesto de la Endesa ACB. El equipo de Diego Epifanio demostró una cara diametralmente diferente a la de la semana pasada y a punto estuvo de dar la campanada en una acongojada Fonteta. El equipo azul se presentó a orillas del Turia con sólo 2 interiores (Huskic y Vega) debido a la baja de última hora de Lima por problemas de espalda. Por contra, el conjunto local volvió a jugar con la plantilla al completo por primera vez en 2 años.



El partido ha servido para que el San Pablo se reconcilie consigo mismo. La imagen ante el Divina Seguros Joventut fue desastrosa y el conjunto necesitaba un partido así. Ni las bajas, ni una plantilla claramente descompensada han servido de excusa ante un equipo que se ha demostrado a sí mismo que cuando quieren y están metidos al 100% en el partido pueden luchar contra cualquier rival. En el plano individual, gran partido de Huskic (otra vez) y de un renacido Vlatko Cancar, que parece que por fin da el paso adelante que se le presuponía a principio de temporada y que no estaba dando.

Poco que destacar por parte valencianista. El equipo de Jaume Ponsarnau jugó un partido malo y falto de tensión. Pudo romper el choque en varias ocasiones, pero en ese momento el conjunto naranja bajaba alarmantemente la intensidad e insuflaba de vida al San Pablo. Partido flojo de los locales, que sin embargo se llevaron la victoria al manejar mejor los instantes finales y por una plantilla mucho más compensada y con mayor calidad que la burgalesa.


LA CRÓNICA

San Pablo sale vivo (29-21)

El conjunto de Epifanio empezaba el partido pensando en las numerosas bajas que tenía, y la premisa era no hacer demasiadas faltas y jugar por el exterior en ataque, para evitar el desgaste de Huskic y Vega. El partido empezó muy lento, con muchas imprecisiones. Mediado el cuarto (13-9 min 5), el Valencia Basket se entonaba en el triple, con Matt Thomas y Tobey destacados y amenazando con romper el partido.

En ese momento, apareció el espíritu del Cid, y el San Pablo empezó a robar rebotes en canasta contraria para mantenerse en el partido como buenamente podía. Si embargo, en defensa Dubljevic y Labeyrie  encontraban la espalda del juego interior burgalés y aumentaban la ventaja hasta el  29-21 de final de cuarto.

Los de azul siguen aguantando (19-27)

Valencia Basket lo tenía en su mano. Al inicio del 2º cuarto, los hombres de Jaume Ponsarnau estaban a un par de canastas de abrir una distancia en el marcador que les permitiría encarar el partido muy tranquilos. Sin embargo, en ataque se atascaron en el triple y en defensa bajaron el nivel, permitiendo un 2-10 de parcial liderado por Álex López y Huskic, obligando al técnico taronja a parar el partido (36-35 min 14).

En ese momento, el San Pablo se lo empezó a creer, y liderados por Huskic y Cancar, con un excelso Fitipaldo generando juego, empezaron a igualar el marcador continuamente metiendo el miedo a la Fonteta. Al final del cuarto, un triple de Frazier llevaba a los jugadores a los vestuarios con un empate a 48 puntos impensable al inicio del partido.

No hay que rendirse (30-26)

Al inicio del cuarto, pasó algo que todo el mundo creía que iba a ser lo más plausible al principio del partido. Valencia Basket salía enchufado, cerrando el rebote muy bien y con la mirilla bien engrasada desde el triple. Matt Thomas estaba enrachado y se convertía en una pesadilla. Por su parte, el San Pablo era incapaz de anotar en juego hasta el triple de Cancar mediado el cuarto que ponía el marcador en un peligroso 65-52.

Parecía que el partido se iba, pero en el baloncesto un  pequeño detalle puede cambiarlo todo. Matt Thomas perdía un balón y le hacía antideportiva a López con 67-57 en el marcador. En apenas 20 segundos, el electrónico pasaba a 67-65 gracias a los tiros libres del propio López, un triple de Cancar y una canasta de Huskic tras un robo a media cancha.

El partido volvía a empezar. Valencia Basket daba otro arreón en el marcador, pero Jaramaz irrumpía para anotar 8 puntos seguidos y dejar el electrónico con un 78-74 al descanso que dejaba el encuentro abierto por completo.

Desenlace de infarto (16-18)

El San Pablo había llegado vivo hasta el último cuarto y no quería desaprovecharlo. Jugando sin interiores (Cancar y Zipser hacían las veces de pívots); el equipo azul iba recortando poco a poco la distancia. Así, un muy destacado Zipser anotaba un triple que ponía por delante al Miraflores por primera vez en el partido (83-85) mediado el cuarto.

El choque cambiaba de dinámica y entraba en una fase de intercambio de canastas. El juego se endurecía y el San Pablo jugaba con la ilusión de dar la campanada. Los locales con el miedo a perder ante un rival de menos calidad y muy mermado en su rotación. La crudeza del partido se llevaba por delante a Cancar a falta de 3 minutos con 5 faltas personales y la resolución del envite empezaba a perfilarse con un triple al contragolpe de Doornekamp que devolvía el liderato a los locales (92-90).

Llegaba el momento decisivo, y el Valencia Basket seguía empeñado en dar vida al San Pablo. 2 tiros libres de Will Thomas parecían sentenciar el partido, pero una canasta de Benite con 26 segundos de juego, y un mal ataque de los taronja, dieron aire al San Pablo. Quedaba una jugada, y Vives le hacía falta al escolta brasileño del Miraflores, que disponía de 2 tiros libres para mandar el partido a la prórroga. Pero ahí, el cansancio y la presión hicieron mella y Benite falló el primer tiro libre dejando el partido en bandeja para un Valencia Basket que no demostró el nivel que su tesorería y plantilla le presuponen (94-92).




LAS CLAVES

- Los malditos tiros libres: con el tiempo casi cumplido (quedaban 0.1 segundos) Benite enfiló la línea de tiros libres para mandar el encuentro a la prórroga. Pero ahí, la muñeca del tirador brasileño se encogió. La presión y el cansancio hicieron acto de presencia de golpe sobre el escolta del San Pablo y la opción de continuar con el partido se escapó dejando en bandeja la victoria al Valencia Básket.

- Lección de orgullo: después de la desastrosa derrota de la semana pasada el bloque de jugadores ha demostrado su dureza y carácter. A las primeras de cambio y con una plantilla muy descompensada y mermada; y ante un rival muy superior sobre el papel surgió el mejor San Pablo. Sabiendo cuáles eran sus defectos y sabiendo sacar partido de sus virtudes, los 10 jugadores con los que contó Epi dieron una demostración de carácter y orgullo impensable 6 días antes.

Ahora comienza una nueva temporada. La lucha por evitar los puestos de descenso está siendo encarnizada y el San Pablo necesita que la versión de este partido en Valencia sea la que impere de aquí a final de temporada.

- Cancar demuestra su buen cartel: tras un verano a un muy buen nivel en las ligas de verano de la NBA, se esperaba una versión decisiva de Cancar. Tal vez las expectativas fueran demasiado altas (no hay que olvidar que el esloveno tiene 21 años) y tras un inicio de campaña aceptable, su juego había entrado en barrena. Sin embargo cuando no se le esperaba y cuando más le necesitaba el equipo, ha vuelto a apareceer ese jugador que se esperaba a principio de temporada. 22 puntos, 8 rebotes y 22 de valoración frente al Valencia Básket. Esperemos que este partido sirva de punto de inflexión y que ésta sea la versión predominante de Cancar de aquí a final de temporada.

- Rafa Martínez máximo anotador del Valencia Basket: con un triple en el primer cuarto del partido, el actual capitán del Valencia Basket se ha convertido en el máximo anotador de la historia del equipo naranja. El catalán ha superado a Brad Branson, y su afición le ha agasajado con una sonora ovación cuando lo ha conseguido.

Por cierto, la canasta que le ha dado tal honor al escolta ha sido su único acierto en todo el partido.

- La irrupción de Jaramaz: mediado el tercer cuarto chirriaba que con sólo 10 jugadores disponibles Jaramaz no hubiera saltado a la cancha. Al ingresar en la pista, el base serbio sorprendió con 8 puntos consecutivos sin fallo que mantuvieron al San Pablo en el partido.

Caso curioso el del base. Con la llegada de Lima y Benite se ha visto relegado en el puesto de base por Álex López y los pocos minutos que pasa en pista lo hace como escolta. Situación extraña, pues parece que Epi ha perdido su confianza en su jugador. Defiende bien al hombre y penetra a canasta con mucha solvencia, pero es cierto que de 3 puntos debe mejorar y parece que no dirige el juego como al técnico burgalés le gustaría. Sin embargo, si sigue con la línea mostrada en Valencia, se estará ganando más minutos en pista.



EL MVP

Matt Thomas y Bojan Dubljevic: no fueron los jugadores con mejor valoración, pero sí los que más influyeron en el resultado del partido. Thomas estuvo a punto de romper el partido tras el descanso y su sola presencia en pista abrió muchos espacios para sus compañeros al condicionar la defensa burgalesa. Dubljevic por su parte fue el ancla del equipo en la zona y minimizó el impacto de Huskic en el partido. Al final, 16 puntos y 6 asistencias para el escolta americano y 17 puntos 5 rebotes y 20 de valoración para el pívot montenegrino.




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