domingo, 6 de octubre de 2019

Sufrida victoria en Badalona (74-82)

Lo mejor del partido, sin duda, fue el resultado. El San Pablo Burgos se impuso en la pista del Joventut de Badalona (74-82) en un partido para el olvido que se decantó hacia el equipo que menos deméritos hizo en el último y decisivo cuarto. Con este resultado, ambos conjuntos siguen encaramados en su posición en la tabla de la Endesa ACB, con el Miraflores en cabeza y la Penya cada vez más sola hundida en el fondo de la clasificación.


Estos partidos también hay que ganarlos. El San Pablo comenzó bien el partido, pero pronto empezó a pagar el cansancio y los desajustes en defensa. Fallando tiros francos y sin una idea clara de juego, el conjunto de Joan Peñarroya ofreció su peor cara en lo que llevamos de temporada. Los problemas de faltas en la primera parte, con Tokoto apenas jugando 10 minutos en todo el choque, tampoco ayudaron. El problema para el Joventut es que ellos estuvieron aún peor. El conjunto de Carles Durán jugó un partido aceptable hasta el último cuarto, cuando inexplicablemente se le apagaron las luces. Mucho debe mejorar el conjunto verdinegro si no quiere tener problemas para mantener la categoría.

LA CRÓNICA

San Pablo va a lo suyo (19-23)

En los primeros compases, el partido tenía claro sabor visitante. Los triples le entraban al conjunto castellano y Lima hacía daño por dentro (9-13 min 5).

El Miraflores hacía un roto al partido y parecía que se iba sin remedio, pero en defensa empezaban a hacer demasiadas faltas (Tokoto se fue al banco con 2 faltas personales). De ello se aprovechó la Penya, que se agarró al salvavidas que le arrojó el San Pablo y se mantuvo a duras penas en el partido. Al final del cuarto, el electrónico dejaba un abierto 19-23.

Reacción local (18-15)

La iniciativa del partido era de los hombres de Peñarroya, pero pronto iba a cambiar la tendencia. El San Pablo empezaba a fallar lanzamientos fáciles y el Joventut no desaprovechaba la ocasión. 2 triples de Dimitrijevic cambiaban el signo del partido al ecuador del cuarto (32-29 min 15).

Tokoto parecía ser el revulsivo, pero el americano no tenía su día y hacía la 3ª falta personal de su cuanta particular al poco de entrar a la cancha. En el momento más difícil, aparecieron Clark y McFadden para intentar arreglar el roto que estaba suponiendo el cuarto. Su juego y el lógico bajón de los locales, propiciaron que al descanso el electrónico siguiera abierto (37-38).

La Penya se pone seria (26-17)

El paso por los vestuarios le sentó especialmente bien a los de Carles Durán. Ambos equipos seguían muy fallones en ataque, con tiros abiertos que no eran capaces de convertir, y dejando múltiples huecos en defensa. El partido seguía igualado mediado el cuarto (49-48) y sin un claro dominador.

Pasado el ecuador del período, Joventut cambió de cara. Prepelic, mucho mejor en este cuarto, puso los cimientos de una reacción verrdinegra. Zisis controlaba el tempo del partido y se apoyaba en Omic, que jugaba completamente libre en las inmediaciones del aro del San Pablo. El equipo de Peñarroya estaba completamente grogui, y no era capaz de reaccionar. Al final del período, el marcador se le escapaba al cuadro burgalés (63-55) parecía que de manera definitiva.

Apagón local (11-27)

Tras los visto en los primeros 30 minutos, el partido parecía ser más favorable al Joventut, pero nadie se esperaba el último cuarto de los locales. Las luces se apagaron por completo para los de Carles Durán. El San Pablo logró evitar que los locales se acercaran a la pintura, pero aún así conseguían lanzamientos completamente liberados que la Penya era incapaz de anotar. Sin hacer nada del otro mundo, el Miraflores iba cual hormiguita sumando puntos con un destacado Earl Clark. Así, el choque estaba igualado a los 35 minutos de partido (65-65) tras 2 tiros libres de Prepelic que eran las primeras canastas del Joventut en todo el cuarto.

Los jugadores de Peñarroya no desaprovecharon el regalo, y afrontaron un nuevo partido de 5 minutos con un cambio de mentalidad. 2 triples de McFadden y una canasta de Clark parecía que rompían el partido, pero Prepelic y Birgander esta vez sí estaban acertados y dejaban el marcador en un ajustado 74-75 con 59 segundos en el marcador.  Con la iniciativa en el marcador para el San Pablo, la Penya volvía a fallar lanzamientos fáciles y hacían faltas sin parar para intentar que no corriera el tiempo. Así, el partido se convirtió en un carrusel de tiros libres para apuntalar la victoria azul por 74-82, un resultado sin duda muy amplio para el poco baloncesto que se vio en el Olímpico de Badalona.



LAS CLAVES


- Los triples: el partido del San Pablo tuvo 2 momentos brilantes. Concretamente, los primeros 5 y los útimos 5 minutos. En ellos, el conjunto del Arlanzón se mostró acertado con el lanzamiento lejano. El partido acabó con un 39% de acierto en triples, pero si excluimos los 2 últimos intentos acertados de McFadden y el 5/7 del primer cuarto, tenemos que el San Pablo jugó más de 30 minutos en los que hizo un pobrísimo 2/14 en lanzamientos de 3 puntos.

Sin duda, el cansancio tuvo mucho que ver en esta estadística. Muchos de esos lanzamiento eran librados y francos para anotar, pero la mirilla estaba ayer desviada. Una semana de "descanso" antes de empezar con la rutina de ACB-BCL vendrá muy bien al grupo.

- Las faltas: el listón arbitral estuvo muy bajo en el Olímpic de Badalona. El trío arbitral tuvo el silbato muy a mano y cada pequeño contacto era sancionado. Así, el San Pablo se metió en problemas con las faltas personales muy pronto. Tokoto, clave en el engranaje defensivo de Peñarroya, se fue al banquillo en el primer cuarto con 2 faltas y con 3 al poco de saltar a pista en el segundo. Así, solo pudo jugar 10 minutos en todo el partido, cuando suele ser de los que más minutos está en pista. 

Pero no solo fue el alero americano. Clark, Basas y Benite se fueron al descanso con menos minutos de lo habitual y con 2 faltas personales en su haber, algo que condicionó su defensa a lo largo de todo el partido.


- Clark- McFadden desatados: en los momentos más difíciles del partido, ambos americanos resultaron claves para el Miraflores. McFadden volvió a recordar a ese killer que tanto necesita cualquier equipo. Con el partido atascado en el último cuarto, se sacó 2 triples de la manga claves para amarrar la victoria en el partido. Al final acabó con 18 puntos vitales para ganar el encuentro.

Por su parte, Clark sí que reclamó el puesto de líder del equipo en Badalona. Cuando peor lo tenían los visitantes, el ala-pívot sacaba a relucir su impresionante talento para el baloncesto para mantener al conjunto azul en partido. Triples, canastas al poste, penetraciones imposibles, rebotes en defensa, .... El americano dio una muestra perfecta de sus virtudes en Badalona.

- Apagón total del Joventut: con el partido de cara y con la primera victoria casi en el bolsillo, el Joventut se pegó un tiro en el pie al inicio del último cuarto. 5 minutos estuvieron sin anotar los hombres de Durán, tirando por la borda los 8 puntos de ventaja que consiguieron en el tercer cuarto. Al conjunto local parece ser que le entró miedo a ganar porque, si bien es cierto que la defensa azul mejoró algo, el San Pablo no hizo nada especialmente destacable ni en ataque ni en defensa para merecer una remontada tan plácida.


EL MVP

Foto: acb.com

Earl Clark
: 20 puntos, 12 rebotes, 2 asistencias y 3 tapones para 30 de valoración. Gran partido del americano, que si sigue con actuaciones de este calibre va a refrendar todo lo bueno que se le presupone por calidad técnica.

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