domingo, 24 de noviembre de 2019

Primera victoria en Madrid (75-77).

Lo mejor del partido de la matinal del domingo en el WiZink Center fue sin duda el resultado. El San Pablo Burgos venció al Movistar Estudiantes (75-77) en un mal partido de baloncesto. El equipo que dirige Joan Peñarroya tuvo unos malos porcentajes de acierto de tiro, circunstancia que salvó con una gran cantidad de rebotes ofensivos. Al final, el conjunto burgalés casi tira por la borda el partido, ya que tras 40 minutos por encima en el marcador, Estudiantes tuvo en las manos de Brizuela la oportunidad de mandar el partido a la prórroga, pero la bola no entró.


Victoria importante. Con este resultado, el Miraflores se coloca con un 6-4 en su casillero que le acerca a la lucha por los puestos que dan acceso a la Copa del Rey. En lo deportivo, destacar el debut en la Endesa ACB de Jasiel Rivero. La lesión de Huskic ha provocado que Peñarroya decidiera cambiar la ficha de Tokoto por la de Rivero. Así, el conjunto burgalés contó con 4 interiores puros y no dejó coja la pintura. En el partido, destacar la dirección en el juego de Fitipaldo y la aportación estadística de Clark, Lima y Benite, los jugadores que sostuvieron al Miraflores en diferentes momentos del partido. Por parte del conjunto estudiantil, Brizuela Pressey y Dangubic fueron los más destacados del partido.


LA CRÓNICA

Inicio para olvidar (10-17)

El inicio de partido fue francamente malo. El San Pablo llevaba la iniciativa y sobrevivía a base de rebotes ofensivos, tantos como tiros fallaba. Estudiantes estaba aún peor, y le costaba horrores anotar. Fitipaldo conseguía hilvanar un par de jugadas y ponía un esclarecedor 2-7 en el ecuador del cuarto.

El partido mejoró algo con las rotaciones, a peor no podía ir, y los locales reaccionaban de la mano de Palacios y Dangubic. Benite empezaba a ver aro con facilidad y Rivero hacía mucho daño en la pintura. Una canasta de Dangubic sobre la bocina dejaba el cuarto en 10-17, poca renta para lo mal que había jugado el Movistar Estudiantes. El 0/11 en triples de ambos equipos dejaba bien a las claras el desacierto en el tiro lejano.

Estu no se deja escapar el partido (18-18)

No comenzó bien el 2º cuarto para el Miraflores. Movistar Estudiantes se aplicaba en defensa y mejoraba un poco en ataque. El resultado era un  7-0 de inicio que acababa con la ventaja del conjunto burgalés. Fitipaldo volvía a pista y el partido empezaba a ser un intercambio de canastas entre ambos equipos (22-23 min 15).

La entrada en pista de Clark y de Benite (que anotó el primer triple del San Pablo a los 17 minutos de partido) le dio una nueva vida al ataque burgalés. Burgos seguía obcecado con el triple pero en el otro lado los madrileños no estaban mucho mejor. Al final, un triple de McFadden sobre la bocina dejaba el partido en un raquítico 28-35 al paso por vestuarios.

Brizuela entre en el partido (24-23).

Poco cambió el partido en la reanudación. El San Pablo alcanzaba un +11 en el marcador por la poca puntería del conjunto estudiantil y por su apatía en el rebote. En ese momento, despertaba Brizuela. El máximo anotador estudiantill llevaba 0 puntos, y se puso al equipo en las espaldas anotando y repartiendo juego (39-43 min 25).

La 4ª falta personal frenaba a la "Mamba Vasca", y Benite daba réplica en el otro lado. Todo de cara para el San Pablo, que sin embargo no supo romper definitivamente el partido pese al buen desempeño de Clark acompañando al brasileño en ataque. Una canasta sobre la bocina de Scrubb dejaba el marcador en 52-58 con los últimos 10 minutos pendientes.

Final de infarto (24-20).

El partido no estaba ni mucho menos sentenciado, y el Estudiantes lo demostró de inicio. Un 6-2 de parcial de inicio metía el miedo a la parroquia burgalesa desplazada al WiZink Center, pero Barrera y McFadden tranquilizaban el partido. A falta de 7 minutos Dzikic ponía todo en pista para que no se le escapara el partido, y Brizuela y Kadji salían a pista para revolucionar el partido. El cambio de tendencia pilló despistado al Miraflores, que sin embargo resistió a base de rebotes ofensivos (63-67 min 35).

Benite parecía decantar definitivamente el partido con un triple que ponía el 66-75 con tan sólo 2:50 por jugarse, pero Brizuela estaba en plan superstar. 5 puntos del escolta estudiantil en apenas 30 segundos volvían a meter a su equipo en el partido, más aún cuando Pressey se unió a la fiesta y con un triple ponía el 73-76 en el marcador. No pintaba bien la cosa para el San Pablo, pero el propio Pressey fallaba 2 tiros libres con 24 segundos por delante. McFadden regalaba también un lanzamiento desde la línea de personal, y el base americano del Movistar Estudiantes volvía a resarcirse y clavaba un triple inverosímil con 5,3 segundos por jugarse y 75-76 en el electrónico.

Llegaba el momento de los valientes, y Clark enfilaba la línea de tiros libres fallando un lanzamiento. Con 4 segundos, Movistar Estudiantes se jugaba la última baza de la mano de Brizuela, que por poco no metía canasta y enviaba el partido a la prórroga. Al final, el San Pablo logró una victoria agónica por 75-77 en un partido en el que las sensaciones no fueron las mejores.


LAS CLAVES


- El rebote ofensivo: una losa para el Movistar Estudiantes. El conjunto escolar se dejó coger la friolera de 21 rebotes en ataque. Con un San Pablo muy desacertado en el lanzamiento lejano (7/27 en triples y eso que mejoró ostensiblemente en el último cuarto), Peñarroya y los suyos encontraron una válvula de escape en el rebote que les permitía minimizar los numerosos fallos en el lanzamiento. A destacar el partido en este aspecto de Lima (7 rebotes ofensivos), Clark (6) y Salvó, que ante la baja de Tokoto jugó unos buenos 15 minutos, poco acertado en el lanzamiento pero aportando mucha intensidad en defensa y al rebote.

- A cara o cruz pese a ser netamente superiores: el partido lo pudo mandar a la prórroga Brizuela de haber acertado  con el lanzamiento que cerró el partido. En un choque donde el Movistar Estudiantes fue claramente inferior, dejando vía libre para el rebote ofensivo y cuajando un partido con malos porcentajes de tiro , el Miraflores no supo imponerse. Con un rival de más nivel éste partido lo hubiera perdido el equipo de Peñarroya con un resultado en contra bastante amplio. 

- La 4ª falta personal de Brizuela: bien puede dar las gracias el San Pablo por la acumulación de faltas personales del jugador franquicia del Movistar Estudiantes. Mediado el tercer cuarto, y cuando empezaba a entrar en partido tras una primera mitad en al que no logró anotar, el escolta estrella estudiantil cometía su 4ª falta personal. Desde que abandonó el campo, a falta de 3:30 para el final del cuarto, hasta que volvió a ingresar con 7:26 por jugarse, el Miraflores disfrutó de 7 minutos de paz que a buen seguro hubieran cambiado el sino del partido de haber estado el pista la "Mamba Vasca".

- Rivero por Tokoto: al final se impuso la lógica. Más allá de los rumores sobre una posible salida de Tokoto, lo más sensato era que Rivero ocupara su plaza. San Pablo cuenta con apenas 4 interiores en ACB y la lesión de Huskic deja el juego interior muy corto de efectivos. Así, se impuso la cordura y Peñarroya contó con un 4ª interior y dejó fuera del partido al alero americano, cuyo puesto podía ser cubierto sin problemas por Salvó y Barrera, como así ocurrió en el partido.


EL MVP


Augusto Lima: sin Huskic, el brasileño está dando un golpe encima de la mesa y está cuajando muy buenos partidos. Frente al Movistar Estudiantes hizo un doble-doble de 14 puntos y 14 rebotes, 7 de ellos en ataque. Merced a esos números, valoró 23 tantos en 26 minutos de juego.

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