Victoria del San Pablo Burgos en Cerdeña ante el Dinamo Sassari (81-84). El conjunto burgalés venció un disputado partido que se decidió por la exhibición sin paliativos de Vítor Benite. El escolta burgalés se fue hasta los 30 puntos y fue el guía del conjunto de Joan Peñarroya. Con este resultado, el Miraflores tiene ante sí una oportunidad de oro de llegar a los cuartos de final de la Basketball Champions League si la semana que viene se vuelve a alzar con la victoria en el Coliseum.
Partido de extremos. Tras un primer cuarto igualado en el que el San Pablo estuvo a punto de romper el encuentro, en el segundo acto el equipo castellano conseguía distanciarse en el marcador por casi 20 puntos. Tras el descanso, apareció otro Sassari en pista y en apenas 5 minutos todo el trabajo burgalés se vino abajo. En el acto final, el Miraflores supo estar mejor en los momentos finales y remató una importante victoria que le puede dar el pase a la siguiente ronda. Con el resultado obtenido en Sácer, el San Pablo se convierte en el único equipo que en los octavos de la BCL ha roto el factor campo.
LA CRÓNICA
Benite contra el mundo (23-26)
El partido empezó de cara para el San Pablo. Tras un intercambio inicial, el Miraflores imponía su juego con mucho acierto desde el perímetro. Benite era una pesadilla para la defensa sarda y con 5 minutos jugados, Pozzecco perdía tiempo muerto para evitar que el partido se le escapara (6-16 min 5).
La reacción local fue inmediata, con un 8-0 de parcial comandado por Vitali. El partido entraba en una fase de intercambio de canastas con un Benite (14 puntos en el cuarto) que resultaba imparable para la defensa local. Al final del cuarto, el 23-26 del marcador dejaba el partido abierto.
Sassari desaparece (13-25)
Con Benite en el banquillo, el encuentro cambió de tercio. Las canastas no llegaban con tanta facilidad y parecía que Sassari conseguía cerrar su aro (30-33 min 15).
La entrada de Benite volvía a cambiar el partido. Su sola presencia en pista hacía que la defensa italiana se descolocara al tener que tener especial atención al brasileño. La canasta de Sassari se abría mientras que el San Pablo conseguía colapsar la zona sarda frenando su principal fuente de anotación. El partido se abría hasta el 36-51 del descanso, con un Sassari desubicado en el campo y un Miraflores que estaba como en casa.
San Pablo desaparece (32-17)
El Miraflores tenía ante sí una opción única de romper el partido, y los 5 puntos de inicio de Benite abrían más brecha. Pero el conjunto de Pozzecco había cambiado su actitud. Ajustó la defensa para evitar los triples morados y cortaron las líneas de pase, cortocircuitando el ataque visitante (53-59 min 25).
Sassari seguía a lo suyo, y hasta la vuelta de Benite (¡Quién si no!) el Miraflores no respondió. El equipo de Peñarroya volvía a ser competitivo y conseguía que el partido llegara abierto como un libro a un último cuarto que iba a ser decisivo (68-68 min 30).
El Miraflores juega mejor sus bazas (13-16)
Llegaban los minutos decisivos, y el San Pablo comenzó más enchufado. Pese a las 5ª falta de Lima, el Miraflores empezó más centrado el cuarto, y consiguió abrir brecha en el electrónico. Sassari se desperezaba y conseguía que el partido no se escapara (74-79 min 35).
Al Miraflores le entró vértigo, y el aro se hacía pequeño. Sassari no estaba mucho mejor, pero poco a poco apretaba el marcador. Peñarroya y Pozzecco dejaban jugar sorprendentemente (ningún tiempo muerto en el último período) y el partido se avalanzaba a toda prisa al minuto decisivo con 80-82 en el marcador.
El Miraflroes regalaba un balón clave al no ponerlo en juego en los pertinente 5 segundos, y Pierre se iba a la línea de personal tras una falta de Salvó. Sólo anotaba uno el canadiense, dejando un ataque vital al San Pablo. Bassas marraba el triple, pero aparecía providencial Clark para rematar el partido con un palmeo providencial. Pierre falló el triple que hubiera llevado el partido a la prórroga y dejaba el partido en un 81-84 que deja al Miraflores con muchas opciones de pasar a los cuartos de final de la BCL.
LAS CLAVES
- Benite: impresionante el partido del escolta brasileño. Lideró en todo momento el juego azul y condicionó con su simple estancia en pista el juego de Sassari. Su noche de cara al aro fue casi impecable, con un destacado 7/10 en triples. Siempre que estuvo en pista fue un peligro constante y sólo cuando Pierre le defendía el equipo italiano podía respirar.
- La defensa de Sassari: para bien y para mal. En una primera parte para olvidar por parte de los italianos, el San Pablo vio con muchísima claridad el aro visitante. La defensa en zona era especialmente ventajosa para el Miraflores, que no desaprovechó el regalo y consiguió una gran ventaja.
Tras el paso por vestuarios la cosa cambió. La defensa italiana empezó a hacer cambios en los bloqueos para evitar los triples, y consiguieron frenar la sangría de puntos en contra. Además, supieron cortar las líneas de pase y el resultado fue que en 5 minutos habían tirado al traste todo el esfuerzo del Miraflores en la primera mitad.
- Los porcentajes de tiro: sencillamente impresionantes. El Miraflores acabó con un 62% en lanzamientos de 2 puntos (15/24) y un destacado 37,8% (14/37) en triples. A pesar de que durante muchos minutos el San Pablo no anotó canasta, el hecho de deberse a pérdidas de balón y no a lanzamientos fallados permitió que la estadística luzca con unos buenos guarismos. Incluso en los tiros libres (92,3% con una serie de 12/13) tuvieron un buen porcentaje, en gran parte porque Lima no acudió a la línea de personal.
- San Pablo anula a Pierre: el gran motor del juego de ataque italiano no estuvo fino. Salvó y Clark consiguieron minimizar el impacto de la gran referencia del Dinamo Sassari. Respondió en defensa y rebote (11 capturas), pero no tuvo su día de cara al aro, con un 2/10 en tiros de campo incluyendo 0/4 en triples. Esperemos que la semana que viene ande igual de desacertado.
EL MVP
Vítor Benite: monumental exhibición del escolta italobrasileño del Miraflores. Cerró el partido con 30 puntos (70% en triples) 4 rebotes y 3 asistencias para 32 de valoración. Más allá de los números, su sola presencia en pista condicionaba a los jugadores de Sassari, abriendo más huecos para que sus compañeros anotaran.
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