viernes, 20 de marzo de 2020

San Pablo Burgos 16/17: el equipo del ascenso

SAN PABLO BURGOS 16/17: EL AÑO DEL ASCENSO

Este año la historia cambió por completo. Con tiempo, el Miraflores pudo armar un equipo muy competitivo que desde el primer momento tuvo como objetivo el ascenso. En los tribunales, el Tizona le ganaba el pulso a la ACB y permitía así el ascenso a la máxima competición del baloncesto sin pagar los 3M€ más IVA del famoso canon. Con Epi a los mandos, el conjunto burgalés terminó 3º la temporada regular tras RETAbet Guipúzcoa y Cafés Candelas Breogán. En un inmaculado playoff, el conjunto azul conseguía el ascenso con un 9-0 en su casillero rematado en un final de infarto en Palencia.

Este año el conjunto azul contó en sus filas con algunos históricos del club, como Barrera, Huskic o Álex López, jugadores muy importantes en los logros recientes. Por el otro lado, otros como Brandon Brine o Percy Gibson, con carreras baloncestísticas muy cortas.

Foto: https://www.bahiasanagustin.es/

Mo Soluade: más bien Morayoninuoluwa Chukwemeka Soluade. El base inglés de raíces africanas se convirtió en una de las claves del ascenso.Aportó mucha defensa y visión de juego, además de puntos cuando hacía falta. Estaba en Burgos  cedido por el Unicaja de Málaga, que se lo llevó directo al primer equipo pese al interés de Epi y del Miraflores por retenerlo en su debut en ACB. El salto fue demasiado grande, y tras fracasar en Málaga y ya desvinculado del club verde, probó suerte en el Legia de Varsovia polaco antes de volver a LEB Oro, donde juega de nuevo bajo las órdenes de Epi en el Breogán de Lugo.
Foto: sanpabloburgos.com

Aegir Steinarsson: el islandés fue uno de los puntales del equipo del ascenso. Al contrario que su compañero Mo, es un base más rápido y eléctrico, con un buen lanzamiento exterior. Tras su buena campaña en Burgos, el base nórdico siguió en Leb Oro en las filas del TAU Castelló, para después volver al Stjarnan su Islandia natal, donde sigue jugando actualmente. Entre medias, el base jugó en la LNB argentina, en el Regatas de Corriente, para volver en septiembre a su club en Islandia.
Foto: sanpabloburgos.com

Brandon Brine: el alero australiano vino a Burgos en su primera experiencia profesional a poner un punto físico al juego exterior del equipo. Jugador muy espectacular, sus mates eran sonados en el Plantío. Su debe el tiro exterior, que sin ser malo del todo era muy irregular. Tras su paso por la ribera del Arlanzón, volvió a su Australia natal, al Southern Tigers, un club dedicado a la promoción del deporte base donde encestó sus primeras canastas. Así, dejó de lado el baloncesto profesional.
Foto: sanpabloburgos.com

Jorge García: todo un mito viviente de la LEB Oro. Tras una gran carrera en Burgos, y tras recuperarse de una rotura de ligamento de su rodilla con 39 años, Jorge García llegó a Burgos para saldar una deuda pendiente tras 3 ascensos frustrados. Jugó su última campaña con el Miraflroes muy mermado físicamente pero aportando al equipo, demostrando que aún sin físico, su conocimiento del juego le permitía ser competitivo en pista. Tras el definitivo salto a la ACB, dejó el deporte con 512 partidos en LEB Oro y nada menos que 8 ascensos a sus espaldas. Desde su retiro, juega en Primera Nacional en Alicante por matar el gusanillo y entrena a equipos de cantera, ambas cosas en el Club Atlético Montemar. Asimismo, se prepara para las oposiciones de profesor de educación física y dirige la Asociación Española de Jugadores de Baloncesto, desde donde asesora sobre todo a los jugadores de las competiciones FEB.

Foto: sanpabloburgos.com

Filip Toncinic: historia de ida y vuelta la del croata y el Miraflores. El pívot fue uno de los puntales del equipo el primer año. Muy bueno debajo de canasta, era la referencia ofensiva de la pintura del San Pablo. Tras el primer año probó suerte en el MoraBanc Andorra de Joan Peñarroya, pero no llegó a debutar en ACB al no convencer en pretemporada al actual técnico del Miraflores.  Salió de España rumbo a Irán pero mediada la temporada, el Miraflores le llamaba para que regresara a Burgos y volvió a hacer las maletas. Tras su segunda etapa pasó por Eslovenia, Irán y Croacia en tan solo una campaña, y la 18/19 se asentó en el KK Hermes Znalitica croata. En 2019 fichaba con la temporada actual iniciada por el Marín Peixe Galego de LEB Oro, dando la espantada en enero. En este mes de marzo, ha vuelto a la categoría, esta vez en el TAU Castelló. Veremos cuanto aguanta. 
Foto: sanpabloburgos.com

Percy Gibson: uno de los fichajes más recordados, para mal, del baloncesto burgalés. El año del ascenso recalaba en Burgos este pívot de 205 cm con unos brazos interminables y con una fortaleza física sorprendente. Pintaba muy bien, pero pronto se le vieron las costuras. El pívot americano no sabía jugar al baloncesto. Así de simple. Sabía botar, colocarse al rebote y cosas básicas, pero era incapaz de hacer una ayuda en defensa o de realizar un bloqueo a tiempo. De ajustarse a un plan defensivo, ni hablamos. Epi tuvo paciencia e intentó integrarle, pero con el tiempo y ante lo poco que cundían sus explicaciones, perdió la paciencia. El broche lo puso la espantada que dio cuando tuvo que volver a su país para renovar el visado y no regresó a Burgos. Después de la huida, fue al  Atlético Argentino de Junin a finalizar esa temporada. Lo intentó la campaña siguiente con el Raiffeisen Flyers austríaco, pero fue despedido al no pasar el reconocimiento médico por baja forma. Y ahí se le pierde la pista al americano.

Foto: El Correo de Burgos



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