domingo, 1 de marzo de 2020

Valencia Basket vuelve a pasar por encima del Miraflores.

Derrota dura y sin paliativos del Miraflores en su visita a la Fuente de San Luis. El San Pablo Burgos se vio superado por completo (95-66) por un Valencia Basket que ante la poca resistencia de los visitantes jugó a medio gas. Con este resultado y otros acaecidos en la 22ª jornada de la Endesa ACB, el conjunto que dirige desde el banquillo Joan Peñarroya se aleja un poco del sueño de los playoff, con el peligro de verse en tierra de nadie. Eso sí, la distancia con el descenso sigue siendo amplia y la salvación virtual que suelen dar las 12 victorias está a la vuelta de la esquina.


El San Pablo apenas opuso resistencia durante 10 minutos. En el 2º cuarto, Valencia Basket rompía el partido de la mano de un inconmensurable Quino Colom en la dirección y con Dubljevic mandando en ambas zonas. Tras el descanso, el conjunto azul se disipó y fue incapaz de hacer frente a un Valencia Basket que ante la desidia de los burgaleses se dedicó a darse un plácido paseo por la pista mientras el marcador ofrecía ventajas de entre 20 y 30 puntos. Mal partido del Miraflores y un golpe moral muy duro apenas 4 días antes del primer partido de octavos de la BCL.

LA CRÓNICA

A cada cual peor (15-16)

De inicio el partido no pintaba muy bien. El San Pablo comandaba el marcador a pesar de su mala puntería desde el triple. Valencia Basket saltaba a pista sin un base y el juego de los de Ponsarnau se resentía (9-9 min 5).

En esas el Miraflores dio un paso al frente. Un parcial de 0-7 ponía le partido de cara para los visitantes, pero Valencia sacó entonces a su artillería. La salida a pista de Colom y Dubljevic cambiaba el partido y al final del cuarto la ventaja del San Pablo se redujo hasta el 15-16.

Colom y Dubljevic rompen el partido (28-15)

El partido siguió con la inercia con la que había acabado el primer cuarto. Colom se ponía a los mandos del partido y con un juego mucho más fluido, las canastas del Valencia Basket empezaban a entrar. Fitipaldo era el único jugador de azul que oponía cierta resistencia, pero el partido era de los naranjas y obligaba a Peñarroya a pedir tiempo muerto para intentar cambiar la dinámica (31-25 min 14).

Valencia empezó a encontrar más dificultades para anotar, en gran parte por el cansancio de sus jugadores. Sin embargo, el San Pablo no estaba acertado en ataque, y de poco servía. Al final del periodo, Doornekamp campó a sus anchas por el parquet defendido por Benite, claramente inferior al holandés en el cuerpo a cuerpo. Al paso por los vestuarios, el marcador era de 43-31, con un Miraflores que tenía que cambiar muchas cosas para ser competitivo.

El San Pablo desaparece por completo (52-35)

El cambio tras el paso por vestuarios debía ser inmediato, pero no llegó. El mismo quinteto del Valencia Basket que no pudo con el Miraflores en el inicio del partido empezaba como un tiro y rompía el choque. Los triples de Tobey, la dirección de Abalde y la poca dureza de los jugadores del San Pablo terminaron por rematar el partido. El Valencia jugaba a medio gas y superaba la veintena de puntos de ventaja sin hacer mucho esfuerzo (59-41 min 30).

Quedaban 10 minutos de la basura, y Peñarroya no se lo pensó. Primó el conservadurismo y sacó a pista a los menos habituales para intentar probar cosas y evitar lesiones. De hecho, Benite y Lima no salieron a pista en el último cuarto y los minutos de Clark (de nuevo desdibujado en pista) o McFadden se redujeron lo máximo posible. Valencia seguía a lo suyo y hasta los defenestrados como Brock Motum hacían su agosto en pista y aprovechaban la oportunidad para lucirse un poco. Tras rondar los 30 puntos de ventaja para los de naranja, el partido acabó con 95-66 en el marcador, en un partido para olvidar de un San Pablo muy inferior a un Valencia Basket que jugó a medio gas.




LAS CLAVES

- Sin excusas: ya hablábamos en la previa que el partido no le venía muy bien al Miraflores. Un parón de 21 días de competición es mucho tiempo y además se enfrentaban a un equipo rodado en las fechas recientes. Por si fuera poco, a la vuelta de la esquina está el partido de ida de los octavos de final de la BCL. 

Pero no valen las excusas. El partido del Miraflores fue muy malo. Valencia Basket jugó a medio gas y venció casi de 30 puntos. La falta de actitud, empezando por el banquillo, fue desesperante sobre todo viendo lo que se estaba perpetrando en el parquet. Posiblemente el peor partido del año, más por las malas sensaciones que desprendió el equipo que por el partido en sí. 

- Sin referentes: ninguno de los jugadores del San Pablo tiró del equipo. Clark, el llamado para estos menesteres por su sueldo, volvió a ser ese jugador que maquilla sus estadísticas sin hacer nada de peso en pista. Tras sus buenas ventanas FIBA con Georgia, McFadden volvió a mostrar su irregularidad con otro partido para el olvido.

Fitipaldo fue de lo poco salvable del equipo. Tiró del equipo en el 2º cuarto cuando el Valencia Basket se empezaba a ir en el marcador, y tomó las riendas en anotación viendo que sus compañeros no estaban acertados. Tras el descanso se contagió de la apatía general, pero ya había dejado una buena impresión en pista. Otro de los que se salva de la quema es Benite, que si bien no estuvo en los momentos clave, se mostró siempre incisivo y a pesar de no tener su día luchó como  casi siempre. Ambos fueron con 13 y 11 puntos respectivamente los únicos jugadores del San Pablo que tuvieron dobles figuras en anotación. 

- Peñarroya no dio con la tecla: el técnico catalán lo intentó, pero desde el principio se le vio desubicado. Varió las rotaciones habituales, no tuvo paciencia con los jugadores en pista y en los minutos finales tiró el partido. Ningún quinteto le convencía y los jugadores no estaban cómodos ya que no coincidían el tiempo suficiente con sus compañeros como para tener un patrón de juego

- Valencia Basket, un paseo muy plácido: pocos se podían imaginar en Valencia que el partido iba a ser tan cómodo. Exceptuando el primer cuarto, el partido fue un paseo para los taronjas. Después del descanso directamente se dieron un homenaje jugando claramente por debajo de sus capacidades. No hizo falta sudar más, ya que el Miraflores no opuso resistencia alguna.

Con este resultado, el Valencia Basket se convierte en una pesadilla para el Miraflores. En la ida vencieron en el Coliseum por 31 puntos de diferencia (62-93) y con el + 29 de esta jornada, el conjunto de Jaume Ponsarnau cierra un +60 en el basketaverage particular entre ambos conjuntos.

- Trabajo en el vestuario: tras una derrota tan dura, es clave recuperar el aspecto anímico. El Miraflores tiene a la vuelta de la esquina varios partidos clave en la temporada, y va a resultar vital que una derrota tan dura no hunda anímicamente a los jugadores. Mucho trabajo psicológico para el cuerpo técnico de cara al partido en Cerdeña del próximo miércoles.


EL MVP

Foto: acb.com
Quino Colom: no fue el más valorado ni el mejor anotador del partido, pero su irrupción en las postrimerías del primer cuarto cambió el partido. Cuando 10 minutos después se sentó en el banquillo dejando a su equipo 10 puntos arriba en el marcador y con un parcial de 26-13 con él en el parquet. Al final, el base español acabó el partido con 6 y 4 asistencias en 15 minutos, unos números que no dan valor a la influencia del base en el partido.

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