miércoles, 30 de septiembre de 2020

El Miraflores aplasta al Hapoel (65-92) y se cita con la historia en semifinales.

El San Pablo Burgos está en las semifinales de la Basketball Champions League. El conjunto burgalés masacró sin contemplaciones al Hapoel Bank Yahav Jerusalen (65-92) en un partido en el que demostró estar en un mejor momento de forma que el equipo israelí. El equipo de Katash afrontaba su primer partido oficial del año y lo notó en exceso, con muchas imprecisiones y con jugadores todavía desconectados de sus compañeros.



No tuvo color el partido. Ya desde el principio, con un 6-0 de parcial sin despeinarse, se vio que el conjunto burgalés estaba mejor plantado en el campo. McFadden, bien secundado por Kravic bajo los aros, rompió el partido en el 2º cuarto, dejando al San Pablo rondando los 20 puntos de ventaja. A partir de ahí, un quiero y no puedo del Hapeol, que solo encontró algo de luz en TaShawn Thomas y en un  voluntarioso Nikos Pappas. Ahora el conjunto burgalés deberá preparar las semifinales, el viernes ante el JDA Dijon, que se diuo otra sorpresa y se deshizo del Turk Telekom Ankara.

LA CRÓNICA


El San Pablo está más engrasado (15-23).

Se notó de inicio qué equipo estaba más rodado. El San Pablo salía mejor a las pista y se ponía delante con un 6-0 de parcial. Hapoel reaccionaba de la mano de Thomas, pero el acierto exterior de Rabaseda, Renfroe y Cook rompían el partido 9-21 min 8).

Katash paraba el partido y su equipo subía sus prestaciones en defensa. Delante, Mitrovic y Pappas tiraban de galones y experiencia y mantenían con vida a su equipo en el partido pese a la amplia ventaja burgalesa (15-23 min 10).


McFadden revienta el partido (17-26).

El segundo acto empezó como acabó el primero. Al San Pablo le costaba atacar y el Hapoel no se acercaba en el marcador pero se mantenía cerca. En ese momento apareció McFadden. El americano tuvo una de sus explosiones en ataque y con 3 triples y un buen par de asistencias rompió el partido en mil pedazos (20-38 min 15).

El partido se le iba de las manos a los israelíes, pero con el oficio de Pappas y Thomas, se mantenían como podían en el marcador. Kravic seguía impecable en ataque y el partido entró en una sucesión de canastas, con Benite entrando en calor, que dejaban el electrónico en un ilusionante 32-49 al descanso. Como dato, los 2 puntos de Philip y los 0 de Hill, los en teoría mejores anotadores del conjunto hebreo.


Quiero y no puedo del Hapoel (16-28).

Mucho tenía que cambiar el Hapoel si quería meterse en el partido. En la reanudación, el choque arrancó frío, con los de Jerusalén poniendo empeño en defensa pero poco acierto en ataque. La defensa burgalesa seguía impecable, y sólo los lanzamientos de tiros libres hacían daño a los de Peñarroya (42-58 min 25).

Y volvió a aparecer McFadden. El americano tuvo otro minuto de oro al que se unió Rabaseda para romper más el partido. El conjunto hebreo bajó los brazos enfrascado en una lucha en la que le ponían corazón pero muy poco baloncesto. Al final del cuarto, el partido estaba prácticamente muerto (48-77 min 30).


Final sin pena ni gloria (17-15)

Poco que rascar en los instantes finales. El partido estaba muerto y aparte de evitar lesiones  sólo quedaba darle forma final al marcador. Los grandes protagonistas del cuarto fueron los árbitros, que redondearon un partido malo con un último cuarto demencial. Técnicas y antideportivas a diestro y siniestro, faltas al mínimo roce entre jugadores,... Un despropósito total. 

Al final del partido, el electrónico terminó con un claro 65-92 que dejó bien a las claras que el San Pablo es un equipo hoy en día mucho más en forma y mucho más conjuntado que el Hapoel Bank Yahav Jerusalén.

LAS CLAVES


- La explosión de McFadden: tremendo el escolta americano del Miraflores en el 2º cuarto. Rompió el partido por completo y dejó el marcador con una ventaja que ya rondó los 20 puntos durante todo el partido. Por si fuera poco, en el 3º lideró otro arreón que dejó la ventaja en 20 puntos casi sin pestañear. Esperemos que siga así de caliente en los próximos partidos.

- Kravic, un martillo pilón bajo el aro. apareció de nuevo la mejor versión del serbio. al descanso ya llevaba 12 puntos sin fallo y 20 de valoración, y al final del partido remató la faena con 18 puntos, 10 rebotes y 28 de valoración. Supo sobreponerse a TaShawn Thomas, evitando el contacto directo y sacando ventaja de su mayor movilidad.

- Hapoel, primer partido del año: era la primera vez que los jugadores del conjunto hebreo se vestían de corto este año y se notó. Mucha pérdida de balón tonta, jugadas mal ejecutadas en ataque, pérdidas tontas, ... Además pagaron la poca adaptación de Hill y Phillip, los llamados a liderar el juego de ataque del perímetro, desaparecidos por completo en la primera mitad del encuentro.

- El listón arbitral: partido horrible de los árbitros. Pusieron desde el inicio el listón muy bajo y sancionaron casi cualquier mínimo roce entre los jugadores. Menos mal que fue un partido limpio, que si no se quedan solos en el campo antes del descanso. 

Por si fuera poco en el último cuarto aumentaros su particular show con un sin fin de faltas sin sentido, varias técnicas y antideportivas incluídas. Esperemos que el nivel arbitral mejore con el paso de los partidos.

- Defensa impecable: gran partido atrás del equipo morado. Las ayudas defensivas fueron perfectas y los jugadores del Hapoel fueron incapaces de lanzar a canasta cómodamente. Los porcentajes de lanzamiento del  equipo hecbreo (con un destacado 4/25 en tiros de 3, un pobre 16%) son la mejor muestra del desempeño burgalés en zona propia.


Estadísticas


EL MVP


Thad McFadden: estadísticamente el mejor fue Dejan Kravic, con 18 puntos, 10 rebotes y 28 de valoración, pero l aparicipación del escolta americano resultó capital en el partido. Rompió el choque en el 2º cuarto y lo remató, por si haabía alguna escasa duda, en el 3º. Al final, 18 puntos y 3 asistencias para 18 de valoración.


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