martes, 11 de enero de 2022

Paco Olmos se hace con el banquillo del Coliseum.

Llegan tiempos de cambio en el Coliseum. Por segunda vez en lo que llevamos de campaña, se avecina revolución en las filas del Hereda San Pablo Burgos. Tras una reconstrucción en noviembre (Maldonado, Gamble y Dalton llegaban sustituyendo a Tabak, Zack y Braimoth) llegan más movimientos de calado en el roster castellano. El más importante es el cambio en el banquillo. Apenas 34 días después de llegar a Burgos, Salva Maldonado deja de ser entrenador del Hereda San Pablo. El catalán no ha conseguido cambiar la dinámica del equipo en ningún momento y por lo tanto dar la vuelta a la situación deportiva. Más aún, deja al conjunto castellano en descenso dentro de la Endesa ACB y en el 'Play-in' en la BCL tras no ser capaz de terminar primero de grupo en la primera fase de la competición europea. Un paso decepcionante de un entrenador al que le ha faltado cintura en muchos momentos de los partidos y que no ha podido darle su sello a un equipo que se ha deshecho en defensa y que en ataque no ha mejorado lo suficiente para compensarlo. Como dato, el San Pablo era el mejor reboteador de la ACB con Tabak y recibía menos de 75 puntos por partido. Con Maldonado, el equipo era el peor reboteador de la competición y recibió más de 80 puntos en todos y cada uno de sus partidos en liga doméstica, recibiendo 2 veces (de 5 partidos) más de 100.


PACO OLMOS LLEGA A BURGOS

Su sustituto es el sorprendente Paco Olmos. No porque no sea un entrenador contrastado, sino porque llega directo del Breogán de Lugo. El técnico valenciano deja a mitad de campaña a un equipo con opciones muy serias de jugar la inminente Copa del Rey para asumir el reto de Burgos. Su campaña con los gallegos estaba siendo muy destacada y sorprende su salto de equipo, yendo a un bloque que en un principio no está en su mejor momento. Parece ser que los problemas a la hora de recibir las nóminas han sido determinantes en el cambio de aires del nuevo entrenador azul, así como el contrato en Burgos: firma hasta 2024, 2 temporadas y media, algo muy complicado de ver en el baloncesto actual.


Su trayectoria

Paco Olmos es un técnico fuertemente ligado a su tierra. Comenzó su carrera en las categorías inferiores del Valencia Basket. Decidió salir para buscar retos mayores, y volvió en la 2002/03 al entonces Pamesa Valencia. Allí le dieron las riendas de un proyecto muy ilusionante (Oberto, Tomasevic, Nacho Rodilla, Sandro Abbio, Hopkins,...) con el que se impuso en la ULEB Cup (actual Eurocup) y fue subcampeón de liga. Al año siguiente debutó en Euroliga, y pese a casi clasificarse para cuartos de final, sus desavenencias con el presidente Juan Roig le costaron el puesto. Comenzó una andadura por equipos de LEB Oro (Melilla, Los Barrios, Calpe) y regresó a ACB con Vive Menorca. Tras hacer las paces en Valencia, volvió al equipo en al 10/11, aunque no se clasifica para al Copa del Rey y es destituido mediada la campaña. 

Ante la falta de ofertas en España, sale en la 12/13 camino de sudamérica, concretamente al Cangrejeros de Santurce. Tras casi una década en Puerto Rico y México, el Breogán Lugo le daba este año la oportunidad de volver a trabajar en Europa, dejando al equipo con pie y medio en la Copa del Rey y con la salvación (el objetivo real de los gallegos) muy bien encaminada.

Cómo juega

El juego que Olmos imprime en sus equipos es diferente al que hemos visto este año en el Coliseum. Su idea es la de hacer ataques rápidos. A ser posible, que a la defensa contraria no le dé tiempo a colocarse. Todo ello nace de una defensa muy intensa, con especial dedicación a cortar líneas de pase. Para ello, a Olmos le gusta contar con un equipo con bases físicos y veloces, buenos tiradores en el perímetro para aprovechar los espacios e interiores versátiles y rápidos que puedan acompañar al juego al contragolpe. 

Sobre el papel, los Renfroe, Benite, Rabaseda o Kravic pueden estar más que contentos con su nuevo técnico. Juego vertical, con espacios y algo más anárquico sobre el papel, pero con  muchos automatismos de los propios jugadores. Especialmente sentirá para bien el cambio Kravic, un interior al que le hacen falta huecos para hacer que su juego sea mucho más efectivo. Por contra, otros como Nikolic, Dani Díez o Salash deberán trabajar para adaptarse a un estilo de juego que sobre el papel no les viene bien, pero al que se pueden adaptar sin problema.


NO PARECE QUE SEAN LOS ÚLTIMOS CAMBIOS

Cuidado, porque actualmente nadie en el equipo parece terne asegurado su puesto. Por los rumores que se van viendo en diferentes RRSS y en medios de comunicación, la secretaría técnica burgalesa está en plena ebullición. A la espera de ver lo que el nuevo entrenador opina de Dalton (renovado 15 días más para que Olmos evalúe si le vale o no) y la salida (o no, vete a saber) de un Gamble que ocupa plaza de extracomunitario, parece que habrá más idas y venidas en la plantilla azul. No es ningún secreto que desde hace tiempo el equipo está mirando bases en el mercado, paralelamente a la situación de Dalton se sondean también ala-pívots (vuelve a sonar Jarell Eddie) y se especula con la salida de alguna que otra pieza. 

Todo ello son de momento rumores. Tocará esperar a los próximos días. El Covid y la Copa del Rey (el partido del domingo ante UCAM Murcia se aplaza para que los de Sito Alonso puedan jugarse sus opciones de Copa ante un rival directo como Lenovo Tenerife); han dado otro parón al equipo como el de las ventanas FIBA, y puede haber una nueva reconstrucción, la segunda en apenas 1 mes teniendo en cuenta que en verano ya hubo una revolución importante.


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